Raising Two Children And An Alpha ||JimSu||

38-Triginta Octo

Jimin se mantenía de brazos cruzados y ceño fruncido en la habitación, Yoongi había terminado de arreglar las cosas en la respectiva habitación en donde se quedarían, ya era tarde, Jihoon estaba en la cama durmiendo mientra abrazaba uno de los kumamon que le había regalado Chanyeol a Yoongi.

- Alfa, deja de refunfuñar -recibió un gruñido de parte de Jimin-. ¿Acaso estás gruñendome?

- Vete al infierno, Yoongi.

El omega soltó el aire que estaba reteniendo, aguantaba de todo, pero no que le insultarán sin alguna razón aparente, se acerco hacía el alfa y se coloco justo frente a él.

- Jiminie -el alfa mantenía su ceño fruncido mientras lo miraba a los ojos-, no te estoy insultando, no te estoy faltando el respeto, si tienes algún problema de una vez dímelo, llevas así desde que llegamos, y será mejor que dejes esa actitud, alfa.

- ¿Qué la deje? Yoonie -recalco el apodo que Chanyeol estaba acostumbrado a decirle al omega.

- Es solo un apodo.

- No es solo un apodo -tomo el peluche que tenía el corazón-. ¡Esto! Significa algo más, si ese idiota intenta algo no dudaré en arrancarle la garganta.

- No pasará nada.

- ¡¿Cómo demonios estás tan seguro?! -Jimin se levanto de golpe, era un hecho de que Jimin era un poco más alto que Yoongi-. Ese imbécil parecía tan dulce contigo, y ¿qué haces tú? Solo te la pasas diciendo que es muy lindo lo que te dio.

- Basta, alfa.

Jimin soltó un gruñido hacía Yoongi, el omega estaba comenzando a sentirse atemorizado, pero no debía mostrarse débil, tenía que ser fuerte en esos momentos.

- Es suficiente, solo es amigo mío, nada más, debe quedarte claro.

Yoongi iba a retirarse, pero Jimin lo tomo de la muñeca con algo de fuerza y lo tiro encima de la cama, para posicionarse encima de él, le seguía gruñendo, Yoongi se estaba atemorizando ante eso, ¿qué estaba planeando? miro como los colmillos del alfa estaban saliendo y sintió como los enterraba con fuerza sobre la unión de su cuello y hombro.

Soltó un grito adolorido y eso había hecho que Jimin cediera de su agarre y de la fuerza que había aplicado en la mordida, Yoongi enojado lo aparto de inmediato y coloco su mano en su cuello.

Jimin iba a gritarle pero al ver la sangre que estaba saliendo de la mordida que le había dado a Yoongi se preocupo, ¿él había sido el causante de aquello? ¿Qué demonios le estaba pasando? Está vez se había dejado dominar por la furia que estaba conteniendo demasiado tiempo, Yoongi abrió los ojos despacio, sentía un ardor en aquella mordida, Jimin había actuado demasiado impulsivo y brusco.

El omega sabía que eso sucedía cuando el alfa ya no podía controlarse por mucho tiempo a ver como otros intentan atraer a su pareja, pero eso solo sucedía en cortejos, no cuando ya están marcados, miro a Jimin.

- YoonYoon -su voz había salido tan débil.

- ¿Acaso no es sufiente? No te basta con que te ame, y con que haya dejado que me marques, y esperemos un hijo -a pesar de que Yoongi no gritaba, Jimin podía percibir el enojo en su tono de voz-. Ya hablamos sobre esto, no me interesa otro maldito alfa, Jimin... te amo a ti, ¿qué eso no es suficiente? Te escogí a ti, no necesito nada más.

- Perdona.

- ¿Perdona? ¿Crees qué con eso basta? -Yoongi seguí cubriendo la herida, aparto un poco la mano para verla, tenía que curarla al menos el sangrado había disminuido, no había sido tan profunda la mordida que le había dado.

El omega se incorporo y se encamino hacía la puerta.

- YoonYoon, en verdad lo siento, no medí mis impulsos y..

- El daño está hecho, te perdono... -la voz del omega había salido tan fría, Yoongi abrió la puerta y al salir la cerro con fuerza.

Jimin estaba preocupado, su omega aún no regresaba, iba de un lado a otro de la habitación, ¿por qué no regresaba? Se estaba golpeando mentalmente por haber hecho tal tontería, había actuado demasiado impulsivo.

Estaba demasiado molesto, no podía evitarlo, pero sabía que había cometido un grave error al haber hecho tal estupidez, morderlo de esa forma, tan brusca, paso sus manos por el cabello haciéndolo para atrás.

Estaba arrepentido, había lastimado a su pareja ¿qué clase de alfa puede hacerle eso a su pareja? No merecía ser nombrado alfa, es un imbécil, lo admite.

Camino hacía la puerta, estaba cabizbajo, abrió lentamente la puerta, dio un pequeño vistazo a Jihoon, sonrió al ver que estaba profundamente dormido y aún abrazando a aquel peluche, cerro la puerta con cuidado y se encamino a la planta baja, cuando lo hizo vio la luz del televisor encendida, se asomo hacía la entrada de la estancia, allí estaba Yoongi mirando televisión mientras abrazaba uno de los cojines que se encontraban allí.

A pasos indecisos se encamino hacía él y se sentó a su lado, a las fosas nasales de Yoongi llego aquel tan conocido aroma del alfa, miro de reojo, los cabellos de Jimin lograban cubrir algo su rostro.

El omega recargo su cabeza en el hombro del alfa, Jimin dio un rápido vistazo, podía ver que Yoongi había curado la mordida que le había dado, pero aún podía ver como se encontraba, estaba algo roja e hinchada, apretó los labios.

Yoongi escucho unos sollozos que eran acallados, de inmediato miro a su alfa.

- ¿Jiminie?

- L-lo siento, en verdad lo siento.

- Ya paso alfa.

- ¿Cómo puedes perdonarme cuando te hice daño? Me estoy odiando por hacerlo -paso su mano por la reciente mordida.

El omega se enderezo y dejo que Jimin lo atrajera en un abrazo, sintió los labios del alfa tocar con delicadeza aquella mordida para después lamerla lentamente mientras seguía disculpándose.

- Lo lamento, soy un imbécil, no debería ser nombrado tu alfa.

- Jiminie, todos cometemos errores, es parte de la vida, te perdono, por favor deja de llorar, o me vas a hacer llorar, alfa.

- Te juro que no volveré a hacerlo, no más celos, te lo prometo -el alfa deposito un suave beso en la mejilla del omega.

No mentía, no más celos, había aprendido la lección, no quería perder a Yoongi por tal estupidez, no quería lastimarlo, no quería meterse en problemas, quería ser feliz, y así sería, tenía a su omega, su mate, quien no lo abandonaría por alguien más, había aprendido aquella lección.