Raising Two Children And An Alpha ||JimSu||

43-Quadraginta Tres

Jimin por fin había colocado lo ultimo en la cajuela para poder cerrarla, era tiempo de regresar, limpio el poco sudor de su frente con el dorso de su mano derecha y miro detrás para observar a su omega que aún no dejaba de despedirse, y es que la madre de su omega al parecer no quería soltarlo.

Camino hacía ellos para poder despedirse, Jihoon estaba en los brazos del padre de Yoongi, así que tendría que despedirse y así el padre de su omega le entregaría al bebe.

- Fue bueno tenerlos aquí por unos días -menciono el señor Min en cuanto vio a Jimin frente a él.

- Me ha encantado la estadía -Jimin aún se sentía solo un poco nervioso-, fue un placer conocerlos y le debo las gracias por no asesinarme.

- Aún pienso hacerlo -menciono el señor Min, Jimin trago grueso ante tal confesión, pero de inmediato la tensión en su cuerpo desapareció cuando escucho al señor Min comenzar a reírse-, ¡hubieras visto la expresión en tu rostro, muchacho!

Jihoon compartió con el señor Min la risotada, el bebe le había gustado ver aquella reacción en Jimin y es que se veía divertido cuando abría en demasía sus ojos cada que se encontraba asustado, podría jurar que sus cabellos se iban a erizar como los de un gato cuando se asusta.

- Ustedes si que son muy bromistas -menciono Jimin, y más lo decía porque su omega a veces salía con algún comentario bromista.

- Debes acostumbrarte, la familia le gustan las bromas pesadas ¿verdad pequeño? -Jihoon sonrió hacía el señor Min de inmediato-. Este pequeño será un buen chico cuando crezca, apuesto a que será un alfa -y Jimin estaba en total acuerdo con el padre de su omega.

Después de la larga despedida, por fin ambos pudieron decir adiós, Jimin se sentía un poco tranquilo, miro hacía su omega que ahora se encontraba en el asiento trasero con Jihoon durmiendo en su regazo.

Al menos había logrado que por fin el padre de su omega lo aceptará, y aunque sentía que le dispararía y estaría vigilandolo de cerca, sabía que eso ya no debía de tener alguna importancia, el padre de Yoongi si que es difícil de convencer.

Aún le duele la nariz de aquel golpe que le había dado, pero nada que no se pudiera quitar con el tiempo, al menos no había sufrido un daño mayor.

- ¿Quieres salir a comer cuando dejemos las cosas en el departamento? -pregunto Jimin sin apartar la mirada del camino.

- No estaría nada mal, ¿sabes? ¡He tenido un gran antojo! Quiero panes dulces, pero sobre todo donas, ¡quiero donas!

Para Jimin en ese momento, Yoongi parecía un hermoso gato que le pedía comida, sus ojos habían brillado al pensar en aquel delicioso pan, y por supuesto que complacería los antojos de su querido omega.

- ¿Algo más, YoonYoon? -pregunto Jimin sonriendo mirándolo por unos escasos segundos por el espejo retrovisor.

- ¡Sí! -el omega se veía muy feliz-. ¿No te molestaría que comamos algo de pizza o espagueti? 

- Lo preparare.

- Solo no dejes un desastre como la ultima vez, y no ensucies a Jihoon, estará en la cocina tomando leche.

- De acuerdo -aunque no era la culpa de Jimin que Jihoon se hubiera bañado prácticamente en harina.