17. La amistad

1.3K 200 4
                                    

17. La amistad.

Santiago.

—Luego de este vaso tu cuerpo contendrá más porcentaje de energizante que de agua. —La dulce y burlona voz de Kate me hace desviar mi atención de los documentos a su rostro—. Ya todos hemos terminado y nos vamos juntos, pero por lo que veo a ti te falta un montón —dice señalando la pila de documentos restantes—. Esther estaba pensando en ofrecerte un aventón hasta tu casa.

Su mata de cabello está completamente despeinada, sus ojos se ven más pequeños con las medias lunas oscuras debajo de ellos y sus mejillas están enrojecidas.

—Dile a Esther que muchas gracias, pero no puedo irme sin terminar con esto. —Le dedico una sonrisa que no expresa más que agradecimiento luego de soltar mis palabras.

La mujer de recursos humanos asiente y luego se pone en marcha, pero a mitad de camino frena sus pasos para luego girarse en mi dirección.

—Me quedaré contigo y así te ayudo con eso. —Comienza a caminar de regreso a mi escritorio al tiempo en que yo niego con mi cabeza.

—No es necesario. Se nota que estás cansada, mejor ve a casa y duerme un poco. —Suelto intentando hacerla cambiar de opinión—. Tengo que terminar esto solo, no puedo permitir que sacrifiques tus pocas horas de descanso por mí.

—Me quedaré y no está en discusión, Santiago —dice encogiéndose de hombros.

Antes de que pueda detenerla toma una hoja y un bolígrafo para poder revisar y corregir el documento. Finge no escucharme cuando le repito que no tiene que hacer esto y que lo mejor es que se vaya a descansar.

Por lo menos sé que las horas que vienen serán más ligeras gracias a su presencia y ayuda.

El color de su vejezWhere stories live. Discover now