El color de su vejez

22. Luz

22. Luz.

Santiago.

—¿Me estás queriendo decir que encontraste un nuevo trabajo, un familiar tuyo dio señales de vida y además la cafetería está a punto de quebrar? —pregunta Luz con un tono de incredulidad mientras caminamos por el pasillo de la universidad en dirección a nuestro aula de clases—. Imposible aburrirse siendo tu amiga.

Conozco a Luz desde que tengo uso de razón. Siempre hemos estado juntos, compartiendo logros, caídas y alegrías. Es sorprendente la cantidad de cosas que tenemos en común; me atrevería a decir que es la amistad mas fuerte que he tenido.

Ella ha sido mi pilar y apoyo durante toda mi vida de la misma forma en la que yo lo he sido en la de ella.

La seria, callada e inteligente chica de ojos oscuros y cabello castaño, que ha conseguido cautivar a quienes la conocen por su talento en lo que a la música y canto se refiere, es como una hermana para mi.

—Este mes ha sido una completa locura —digo al tiempo en que damos la vuelta en otro largo pasillo de la facultad—. Cuando terminen nuestras clases de hoy debo ir al restaurante como de costumbre. Puedes venir conmigo para que conversemos con más tranquilidad —propongo.

—Me salvas de pasar la tarde encerrada en la soledad de mi cuarto. —Sonríe en mi dirección—. Hoy tenemos una evaluación, ¿has tenido tiempo de estudiar y analizar el tema? —inquiere mientras abre la puerta del aula que por suerte se encuentra vacía.

—Entiendo el tema a la perfección, me desvelé para poder estudiar. ¿Tú lo tienes claro o necesitas que te expliqué algo? —Ambos caminamos hacia la mesa que siempre ocupamos y tomamos asiento.

—La verdad es que ni siquiera he mirado mis cuadernos en días. —Suspira expresando su agotamiento—. Se podría decir que ni siquiera sé de qué se trata la evaluación. No he tenido tiempo de estudiar.

—¿Por qué no viniste las últimas semanas?

—No la estoy pasando tan bien en mi relación con José. —Cruza sus brazos sobre su pecho antes de recostar su espalda contra el espaldar de la silla—. No quiero hablar de eso.

Veo que no soy el único que está teniendo un mal momento.