ELITE

2.004

Mini maratón 1/2

#Tarla

—Lu, no.

—Lu, si.- Antes de que pueda volver a objetar me estira hacia la rubia leyendo-¡Querida! ¿Te apetece tomar un café con nosotras esta tarde en casa?-se sienta, dejándome como idiota parada frente a ellas- Sé lo difícil y deprimente que es llegar, ser la nueva y hacer amigos.

—Y aún más en una escuela cómo está.- suelto brusca- Dónde asesinaron a una chica en las piscinas y denigran a los becado, ¿que carajos te hizo querer entrar aquí?

—¡Tess!- me reprende estirando de mi manga- Perdona a mi hermanita, es algo así como la defensora de los pobres.

—¡Que divertida eres, me agradas!- la nueva me sonríe sinceramente-¿Teresa, cierto? Soy Cayetana.

—Puedes decirme Tess.- besa mis dos mejillas y después las de mi hermana

—Encantada de conoceros.-¿no le duele la cara de tanto sonreír?- ¿Me mandáis la ubicación?

—Seguro, a las 5.- viro los ojos sutilmente cuando me da un codazo

—¿A las 5?- sobreactuo mi reacción- Hermana, la reunión de papá es a esa hora.

—No pasa nada.- responde la rubia encogiendo sus hombros

—Mejor vamos a tu casa.- dice después de verme con fastidio- ¿Qué te parece?

—¿A mi casa?- cuestiona y ríe ligeramente- Vale.

—¡Perfecto! Nos mandas la ubicación.- me hace girar para empezar a caminar-¡Eres un encanto!

—Eris in incinti.- la imito en voz baja- Yo no iré, es la misa de Marina.

—¿Desde cuando eres religiosa?- me ve con burla

—No lo soy, pero era mi mejor amiga.- encojo mis hombros- Tengo que.

En respuesta hace una mueca al par de que aprieta mi mano, en forma de consuelo. Así había sido durante estos meses, su consuelo era silencioso, la mayoría de veces no hablaba, solo se metía a mi habitación y me abrazaba hasta que o dejaba de llorar o me dormía.

—¡You bitch!- grita hacia Carla, por más que pongo resistencia, termina arrastrándome hacia ella-¿Nos acabas de dar esquinazo?

—Eh....si.- habla lento

—¿Es por lo que dije sobre Christian?- miro confundida a Lu, ¿que dijo?- Te lo juro no lo hubiera dicho si te hubieras dignado a decirme que se había convertido en alguien especial para ti.- me remuevo incómoda bajo los verdes ojos- Pero como ya no me cuentas nada...

—¿Y que quieres que te cuente si lo frivolizas todo?- la encara con molestia- Te interesa más el Instagram de la nueva, que tu amiga.- su mirada es triste y me regaño mentalmente por preocuparme- Y luego estás todo el día diciendo que es superficial y que exagera su vida y sois exactamente iguales, toda fachada.

—¿Qué soy superficial? No me jodas.- me suelta para cruzar sus brazos- Llevo semanas encerrada en el pueblo de los padres de Guzmán, intentando mantenerlo a flote, al igual que mi hermana, que se supone, es tu amiga, o no sé qué haya pasado con su relación poliamorosa rara, pero mínimo unas llamadas no estaría más.- la codeo callándola- Ese no es el punto. Con todo lo que hice, no deje de llamarte, de enviarte textos y preguntar cómo estás y tú desaparecida.- Carla vira sus ojos- Quién está más hermética y distante eres tú, ¿vale?-busco con la mirada algo que me ayude a formular una excusa y huir de ahí- Asi que no me vengas con eso, ¿que te pasa? Soy yo me puedes contar.

—No sabría por dónde empezar.- dice después de dejar sus ojos en mi por unos segundos- Lo siento.

Roza mi hombro al pasar por mi lado, su mano toca apenas la mía, como una caricia.

—¿Es por qué eres su ex?- suelta incrédula la castaña- ¿Qué pasó entre ustedes? No es como que me agrádese lo que hacían pero, de un día para otro de ser cuatro fueron dos.

—Se aburrió de mí y de Polo.- encojo mis hombros y camino hacia la salida- Quería algo formal con Christian.

—¿Aún no lo superas, cierto?- me alcanza dando pasos largos- Ni ella, se nota como te mira, hasta las empiezo a shippear, #Tarla.

[...]

—Hola, guapos.- saludo bajo, besando sus mejillas

—¿Sabes algo de Guzmán?- cuestiona el ojiazul- No me coge el teléfono.

—No y mi hermana tampoco me contesta.- anuncio viendo la gente que en su vida se llego a preocupar por la pelirroja- Checa insta.

—Baja el volumen.- apura el de rizos, todos voltean a vernos- Perdón.

Me acerco a sus cuerpos, para ver la pantalla del celular.

—Esto es ahora mismo, ¿que le pasa a este tío?- en el video se muestra a un Guzmán feliz, drogado- Vamos a buscarle.

—¿Por qué?- cuestiona el más bajito- Si se esta divirtiendo.

—No está bien.- respondo y suspiro- Los acompaño.

—¿Segura?- relame sus labios y asiento con la cerveza- Vale, vamos.

Salimos del cementerio y andamos hasta el coche de Polo, conduce por un rato en completo silencio, ni siquiera sé cómo han conseguido la dirección. Ander me abre la puerta y me ayuda a salir del auto, entrelazamos nuestros brazos y nos encaminamos a la entrada de la gran casa.

—¿Donde están mis amigos?- nos saluda el rubio desde el final de las escaleras- Hola, chicos, ¿cómo estáis?- frunzo el ceño por el sol y suspiro pesadamente- Subid.

—¿Qué hacen aquí?- y así nos recibe mi hermana

—¡Mis colegas, ¡hola!- habla gritando y abraza al de rizos-¿Qué pasa, guapos?

Logro esquivar los brazos del pecoso, no me apetecía abrazarlo.

—La misa ya comenzó.- hago una mueca- ¿Qué hacen estos aquí?

—También me alegro de verte, estrellita- me carga en un sofocante abrazo- Era lo único que le faltaba a mi día para alegrarse aún más.

—No estoy de humor, Valerio.-exclamo zafándome de su agarre- Es el aniversario de la muerte de Marina.

—Va, que lo sé.- revuelve mi cabello- Pero olvídate de eso y diviértete.

—A nuestra hermana no le vas a dar de esa porqueria.- Lucrecia me estira hasta quedar sentada en el sofá

—No pensaba hacerlo.- él nos sigue, dejándose caer en el suelo- ¿Por quién me tomas?

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