3.013

6.2K 517 55
                                    

Apagón

Camino con la mayor rapidez que mis cortas piernas me permiten, había despertado tarde, se me había olvidado por completo programar la alarma, por el simple hecho que Ander era el primero en despertar. Había dormido hasta tarde debido a la visita inesperada de Carla.
Antes de entrar al salón, veo mi aspecto en el la pantalla de mi móvil, acomodo mis cabellos rebeldes y entro.

—Un master no sé, pero tienes razón.- el pánico recorre mi sistema al verla sentada junto a Ander- Oh, Tess, ¿es tu asiento, cierto? Yo ya me iba.

—Hola.- murmuro y aprieto mis libros contra mi torso- No es necesario, yo puedo...

—Que va, anda.- sonríe y guiña su ojo.

Se levanta y antes de caminar a su lugar, aprieta mi hombro delicadamente. Carraspeo desviando mi mirada al verla mover sus caderas coquetamente.

—¿Sigues molesta?- indaga colocando sus manos en mi cintura, estirándome hacia él- Me disculpe con Christian, pero le deje claro que eres mía.

—¿Lo hiciste?- sonrío pasando mi mano derecha por su corto cabello- Vale, ¿Iremos a la fiesta?

—Si eso quieres.- responde dejando un pequeño beso en mi mentón- ¿Dormiste bien? Yo no, te extrañe un montón.

Mi respuesta es interrumpida por un carraspeo fingido.

—Permiso.- tomo asiento, dejando pasar a un Guzmán serio.

—¿Guzmán, vas a ir a la fiesta?- le cuestiona girando su torso- Podemos pasarla bien, como en los viejos tiempos.

—¿Con tu amiguito Polo?- suelta molesto- Os vi anoche en tu casa. Os lo estabais pasando de puta madre.- levanto mis cejas sorprendida- ¿Ya esta, no? Nos olvidamos de todo y como si no hubiera pasado nada.- Ander se gira mientras yo sigo viendo al rubio- A lo mejor ese es el problema, no tendría que perdonarte tan pronto.

—Y joder con lo mismo.- exclamo hacia él- Deja de pensar que todo lo que las personas hacen es por y para ti. Tú no tienes que perdonarle, porque no te ha hecho nada.

Me giro ignorando su contestación, llevo mi mano a la mejilla de mi novio, quien mantiene su mirada triste en el blanco pupitre.

[...]

—Siento que me veo gorda.- inclino mi cabeza, observando mi reflejo- Me voy a cambiar.

—Gorda me la pones, muñequita.- exclama abrazándome desde atrás- Te ves preciosa así.

Sonrío y beso su mejilla por unos segundos, su mano sostiene la mía  para encaminarnos a mi auto. La culpa me abofetea mientras veo su adorable sonrisa y sus brillantes ojos en mi.
Manejo en silencio hasta el antro que concurrimos, él tararea la canción que suena en el coche. Nos adentramos y rápidamente camino hasta la barra.

—Omarcito, dos limonadas, por favor.- digo después de besar sus dos mejillas- Gracias, guapo.

—Es bueno verlos.- sonríe y choca su mano contra la de Ander-  Vaya, ¿nuevo look? Te va, eh.

—Es por...- Shana lo interrumpe

—Lo sé.- sonríe palmeando su hombro-¿Hay mejoras?

—Si, eso creo.- contesta inseguro- Espero.

—Solo quedan unas cuantas quimios.- motivo e intento sonrío- Vamos a salir de esta.

El barman sonríe con ternura, lo llaman y se disculpa antes de ir a atender. Ander desvía su mirada al gentío y se para, lo sigo al notar a nuestro amigo.

—Guzmán, ¿el lunes tampoco vas a venir al hospital?- interroga al llegar frente a él 

—Seguro ya tienes otro amigo que te acompañe.- levanto mis cejas ante sus palabras

—Mira, el rencor es un lujo que no me puedo permitir.- Ander aprieta mi mano mientras habla- No puedo, porque no sé cuánto tiempo más estaré aquí. Si me quedan meses, ¿prefieres no verme nunca más o qué? - Guzmán solo se mantiene en silencio- ¿Si hubieses sabido lo de Marina, no te hubiera gustado olvidarte todo lo que te sacaba de quicio de ella para estar a su lado?

Ander niega decepcionado, suelto su mano y le indico que se vaya sin mi.

—Bueno, ¿tú estás pendejo o que, hijo?-levanto mi mano al ver su boca abrirse- Era retórica. Esta es la ultima vez que intento razonar contigo, ¿vale?- llevo mis manos a mi cadera, como madre regañando a su pequeño- Ander tiene problemas más grandes que el tener que pedirte perdón por cada respiro que da sin tu autorización. Deberías dejar de ser tan egoísta si no quieres perder a tu mejor amigo, el único que te queda.- palmeo su hombro y acerco mi boca a su oído- Recuerda que no eres el protagonista de nuestras vidas, Guzmancito

Beso su cachete antes de alejarme. Busco a Ander con la mirada encontrándolo sentado en una de las mesas.

—Volví, nene.- me siento y su cabeza rápidamente se recarga en mi hombro- ¿Quieres bailar? Ya casi es el apagón, podemos hacer cositas.

Muevo mis cejas sugestivamente haciéndolo reír, Muñoz mueve su cabeza en respuesta afirmativa, entrelaza nuestros dedos y me estira hasta la pista escuchando al Dj gritar "diez"

—Nueve, ocho, seis, cinco.- gritamos entre todos- Cuatro, tres, dos, uno.

Las luces se apagan, pero igual se alcanza a percibir el entorno, gracias a las prendas y artefactos que algunos portan.

La mano de Ander se posa en mi nuca empujando mi cara hacia la suya, nos besamos sin dejar de movernos al ritmo. Rio al separarnos y levanto nuestras manos gritando un "wuuu"

—Te amo, Tessie.- murmura sobre mis labios

—Te amo aún más, nene.- junto nuestros labios y llevo mis manos a su trasero sin vergüenza.

Por detrás de su hombro veo a Carla besar a Yeray con sus ojos puestos en mi, parpadeo un par de veces y llevo mi vista a otro lado. Abro mi boca con asombro al ver a mi hermano besar a Polo y a Cayetana observándolos extasiada, carajo, Valerio.
No puedo evitar reír cuando mi mirada cae en la extraña escena entre Malik y Nadia, lo entiendo todo al ver las manos de Omar, destellantes como el pantalón del novio de su hermana.

—Está en problemas.- se burla Ander al notarlo- Pobre Nadia, no se merece una infidelidad.

Esa frase es como una cubeta de agua fría, analizo la mueca en su cara antes de hablar.

—Guzmán cuerneo a mi hermana con ella.- exclamo levantando mis hombros- El karma, supongo.

ELITE Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora