ELITE

2.009

—Y es por eso que me dejo de hablar...creo.- termino mi narración- Ander.

Golpeo la madera de nuestra mesa, el nombrado se espanta y me ve.

—¿Me estabas escuchando?-su cabeza se mueve afirmando pero después de unos segundos niega- ¿Estas bien, bebé?

—Solo...no he dormido muy bien.- hace una mueca después de frotar su rostro con sus manos- Estoy algo cansado.

—Sé cuando me mientes.- canturreo empujando su hombro con el mío- Pero haré como que te creo y asumiré que tú falta de sueño es porque te la pasas follando con Omar.

—Ya quisiera yo.- ríe ligeramente y apoya su cara en la mesa blanca- Ni siquiera me dan ganas.

—¿Qué?¿donde está el Ander con síntomas de ninfomaníaco que me acosaba en la secundaria?- acaricio su cabello y lo escucho ronronear exageradamente- ¿Lo medicaste?

—Tal vez solo aparece cuando estoy contigo.- su voz suena amortiguada

Levanto mis cejas por sus palabras y detengo mis movimientos.

—¿Qué pasa, chavales?- el silencio es roto por el moreno- Ya me entere lo de trío y me ofende muchísimo que no haya sido conmigo.

—Fue el momento, pero cuando quieras.- guiño mi ojo izquierdo

—Ni de coña.- habla el ojiverde adormilado- Con Polo me deje porque Tessie me convenció.

—Hablando de Polito, ¿saben donde se metió?- cuestiono metiendo una papa frita a mi boca- No lo he visto desde la red party y no contesta mis mensajes.

Ander levanta un poco su cabeza y comprarte una mirada con Varela, frunzo el entrecejo sin entender.

—Le llamaré.- aviso buscando su nombre en mi móvil.

Camisa fav 👕

—¿Hola, Polo?-hablo extrañada por los ruidos

—¡Tess, gracias a Dios!-logro reconocer la voz de mi nueva amiga

—¿Qué haces con el móvil de Po..

—Llama una ambulancia.- me levanto como si tuviera resortes- Estamos en las piscinas, por favor, no sé

—¿Qué pasa?- indagó asustada, mis amigos me ven preocupados-¿Polo esta bien?

Susurro un "en las piscinas" antes de salir corriendo hacia allá.

—No, creo que no respira.

Apresuro mis pasos empujando a los estudiantes, no me preocupo por colgar, solo corro escuchando a Ander gritar mi nombre.
Una mala sensación se apodera de mi pecho al ver las puertas del lugar, del otro lado veo a la rubia moviendo el cuerpo del ojiazul.

—¡Joder!- los dos chicos me pasan y se dejan caer de rodillas junto a Cayetana.

—Llamen a una ambulancia.- solloza Grajera.

—¡No llamaremos a nadie!- grita Muñoz, asustándome.

—Polo, cariño, ¿estás bien?- sostengo su rostro examinándolo- ¿Qué has hecho?

Mi respiración se regulariza un poco, el pelinegro sonríe de lado levantando su pulgar. Cierro mis ojos con fuerza y caigo sobre mi trasero.

—¡Chingada madre, Polo!- maldigo golpeando su pecho- Me has dado un puto susto, hasta se me olvidaron las papas en la cafetería y...

Las palabras se atoran en mi garganta y todos a mi al rededor desaparecen, solo la veo a ella, tirada del otro lado de la alberca y con una gran herida en su cabeza. Su mano ensangrentada se estira hacia mí mientras sus temblorosos labios murmuran mi nombre, pidiendo ayuda. El tipo que apenas había noto, se gira hacia mi con el trofeo en su mano derecha, su cara no se ve debido a la gran sudadera negra que lo cubre.