2.006

11.4K 577 92
                                    


Te necesito

—Apaga eso, coño.- empujo el cuerpo de mi amigo

—¿Coño?- ríe roncamente y su celular deja de sonar- Me gusta más cuando usas tus expresiones mexicanas.

—Chinga tú madre, bebé.- le lanzó un beso y me giro para esconder mi rostro en el pecho de Polo.

—Buenos días

—Lo que roncáis, macho.- rio, no eran ronquidos, Guzmancito- ¿Sabeis por qué me jode tanto que habléis con Samuel? ¿Qué le tratéis como si no hubiera pasado nada?

Y ese tema quita todo rastro de sueño de mi ser.

—Si, por su hermano.- responde Ander, me levanto, quedando sentada a su lado

Y hubiera preferido no hacerlo, siento como si alguien metiera su mano en mi pecho para apachurrar mi corazón, en la gran pantalla se muestra un video de la pelirroja bailando.

—No, eso pensaba yo, pero no.-dice sin vernos- Me jode por otra cosa. Es como un pepito grillo que me taladra la cabeza.- suspira temblorosamente y me recargo en su espalda- Yo pude haberlo evitado. Él me lo advirtió y no hice nada.

—Tío...

Muñoz se calla al no saber que decir. Yo solo lo abrazo desde su espalda, no lo había hecho desde el funeral de Mariana, sus manos se entrelazan con las mías.

—Hay algo que me preocupa más. ¿Y si tiene razón?- se escucha frustrado, enojado- ¿Y si Nano...no es el verdadero asesino? ¿Cómo voy a pasar pagina si no sé si el verdadero asesino de mi hermana está en la cárcel?

Cierro mis ojos con fuerza, había encerrado esa teoría en lo más profundo de mis pensamientos para hacerme más fácil el duelo, esa espinita estuvo presente las primeras semanas, esa vocecita gritándome que Nano no había sido capaz de matar a mi mejor amiga, no lo conocí realmente pero sabía que la amaba, se notaba en su mirada. Pero creer eso, significaba que el asesino estaba suelto y no solo eso, el homicida era alguien de mi círculo de amigos.

—Muñequita, no es que no me guste estar así.- vuelvo a la realidad por la voz del rubio- Pero se nos hará tarde.

—Si, claro, lo siento.- lo suelto y me dejo caer de espalda- Váyanse sin mi, estaré aquí, muriendo en mi depresión

—Venga, báñate en el cuarto de mis padres.- Nunier estira de mis brazos- Y pasaremos a tu casa para que te cambies.

—¿Y si nos bañamos los cuatro juntos?- muevo mis cejas de arriba a bajo- Para ahorrar agua.

—Apoyo esa idea.- Polo se levanta como si tuviera resortes

—No que estabas dormido, cabron.- se burla el de rizo aventándole una almohada- Yo usare tu regadera.

—Joder, aún no proceso que estuvieron juntos.- abro mis ojos a tope- ¿Por qué no sois novios?¿solo fue sexo?

Me relajo al darme cuanta que habla de hace meses.

—Me iré a bañar.- empujo su rostro con mi mano- Se puede unir el que quiera.

Guiño mi ojo exageradamente y camino hacia la salida, pero antes Guzmán estira de mi brazo haciéndome chocar contra su pecho.

—No te vuelvas alejar de mi, por favor.- susurra y deja un beso en mi cabeza- Te extrañe.

—No lo haré, lo prometo.- le sonrío abiertamente, me suelta y ahora si salgo de su habitación.

Toco la puerta y no recibo respuesta, así que entro, camino directo al baño e intento no tardar mucho bajo la lluvia artificial. Me seco con una de las blancas toallas y me vuelvo a colocar la ropa.

ELITE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora