Payaso

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Halloween estaba en su máximo fulgor, las siete de la noche en donde los niños vestidos de todo tipo de moustros terroríficos, o adultos con maquillajes y vestuarios divertidos o escalofriantes, como un payaso

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Halloween estaba en su máximo fulgor, las siete de la noche en donde los niños vestidos de todo tipo de moustros terroríficos, o adultos con maquillajes y vestuarios divertidos o escalofriantes, como un payaso.

Los infantes corrían hacían los negocios o casas donde podrían darles dulces, los padres cuidaban a todo un grupo de niñitos e incluso adolescentes y personas andaban disfrazadas festejando.

Esa vez, la clase A estaba en medio de una grandiosa y escandalosa fiesta donde la organizadora, Mina Ashido, estaba molesta por qué el alcohol se había acabado.

Ese año se había vestido de diablita, e incluso, ya borracha había besado a Sero y Kaminari estos últimos también ebrios.

—El único no borracho de aquí es... —tartamudeó Mina, observando a todos y recordando con dificultad sus nombres. —¡Midoriya-kun! —gritó alegre, y todos al escuchar el nombre de uno de los "Tres grandes" voltearon a todas direcciones intentando visualizarlo.

Claramente, Izuku no se encontraba en esa fiesta.

—¿Y... Midoriya? —preguntó Kaminari, feliz y bailando con Jirou.

—Ha de estar en su cuarto. —balbuceó sonrojada Uraraka.

Mina sonrió coqueta, mandaría al pecoso, poseyendo una velocidad sobrehumana y una amabilidad incomparable, él no se negaría.

—Midoriya fue... Con sus primos a pedir dulces.
—¡Pero ya llegó!

Mina ignoro el debate, quería llegar hasta el piso correspondiente del joven peliverde, dificultandole la tarea de apretar los botones y distinguir cuales números eran.

Una vez que pudo llegar hasta el cuarto de Izuku, tocó repetidas veces.

—Por favor, Midoriya~ —suplicó Mina, después de haberle pedido amablemente a Izuku y que este se rascara su nuca incómoda, en un signo de que no le agradaba nada.

—¿Aún están abiertas? ¿Están bien ustedes? ¿Es correcto? —atacó preocupado el joven de tercer año, claramente interrumpido en su tarea de buscar descanso, pero sin éxito con todo el ruido de abajo.
—¡Podrás llevarte a Todoroki si quieres! —La mención de Shouto se le hizo incómoda. —Y ya sabes, cuando lleguen podrían... —arqueó sus cejas coqueta, haciendo también señas con sus manos.
—Esta dormido. —contestó ocultando su tristeza, pero pocos minutos después estaba Ashido despertado a Todoroki con toquidos fuertes e insesantes.

Izuku solo suspiraba con vergüenza, ni él lo había despertado para que lo acompañase a él y a sus pequeños primos a pedir dulces, pero Ashido si estaba muy atenta a despertarlo si era por alcohol.

Apretó el puente de su nariz, claramente fastidiado y en la puerta del edificio, esperando el dinero y el pedido de su amiga de quirk corrosivo.

—¡Llegamos, Midoriya! —Llego saltando la muchacha de piel rosada dejando el dinero reunido en las manos con cicatrices del joven de disfraz de fantasma y explicándole que quería.

Viejos Relatos -Hwtober [Tododeku]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant