Viejos Relatos -Hwtober [Tododeku]

Mascara

—¡Déjalo! —alzó la voz ya desesperada. —¡Él nunca te hará un bien! ¿Por que no lo entiendes? —Las lágrimas bajaban, ella también suponía que su voz entraría en los oídos de su mejor amigo, pero estaba muy lejana a cumplirse ese deseo, por que Todoroki por más que le decía y le decía, solo la ignoraba.

—Yaoyorozu, por favor, no insistas más.

—¡Insistiré por que me preocupas! Aun si sabes que no es lo que tu crees, que solo usa una máscara frente tuyo, no quieres cambiar tu actitud.

—Lo amo. Y no te escucharé más.

—¡No es amor! Es obsesión. 

—Es mi destinado. ¿Cómo dejarlo? Volveríamos una y otra vez a cruzarnos.

—No me importa el destino si te hace daño. Él solo te trata bien cuando está a tu lado, y cuando se va, estoy segura que hace cosas indebidas. Hoy es un pobre hombre, una pobre muchacha, un individuo cualquiera, y mañana serás tú.

Shouto volteó mientras suspiraba.

—¡¿Por que sigues aquí?! ¡¿No significa nada esto?! —gritó la azabache, ya sin remedio de su alta preocupación.

Momo se acercó con grandes pasos que resonaban en la habitación hasta el Alfa.

Sus manos se dirigieron hasta Todoroki y allí le mostró el objeto que ambos habían encontrado en su hogar hacía una semana.

—Pertenece al asesino serial más rápido, astuto y sádico de la historia. Nadie, ni siquiera tu padre, el detective con más casos resueltos en la historia ha podido encontrar a este psicópata.

Todoroki  tomó la máscara y la apretó con tanta fuerza que se quebró en pedacitos.

—El mismo  que está unido a ti, el mismo que es tu omega y que dentro de su faceta normal, se comporta como tal. ¿Y cuando está aburrido, qué? Se saca esa mascara que crea a partir de su enfermedad, y se pone una de materia física para tratar de que su otra identidad, la verdadera tenga la culpa total.

—Por favor, no estés diciendo eso.

—Midoriya es eso, Todoroki. Alguien que no está contigo por que te ama, sino porque es su obligación para no causar daños en su destino. Pero te aseguro, que esa enfermedad que le heredó su padre, hace que sea mucho más inteligente que tú y yo juntos.

—Yaoyorozu, tu eres una genio. No digas que Midoriya puede manipularnos si quiere.

—Es verdad. Y estás tan hundido en su mar de cariño y amor falso, que no ves la realidad. Te esta volviendo loco, ¿Por que no caes en cuenta?

Antes de que el heterocromático reclamara ante esa acusación, el sonido de la puerta del hogar se escuchó, y ambos olieron las fuertes feromonas del omega.