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Ese día volvimos a correr durante varias horas, esquivando obstáculos, luego de ello tuvimos entrenamiento cuerpo a cuerpo. Gracias a Dios, para ese momento Kimer apareció y pudo ser mi pareja de equipo. Se veía preocupado por mis heridas.

—¿Estás bien? ¿Eso te lo hizo Levi?

—No, y no digas su nombre. Aquí es nuestro Capitán. —murmuro por lo bajo. Desvío la mirada. —Fuera de eso, hay otra cosa. Kimer dime por favor que no te has besado con ninguna chica de mi cabaña.

—¿Eh? No Akira. —niega rápidamente, confundido. —¿Sucedió algo?

—Sí... unas chicas quisieron molestarme y te insultaron. Puedo aceptar que me molesten a mí, pero no que hablen mal de ti... así obtuve estas marcas de guerra. —me burlo. Kimer sonríe de lado.

—No me eches la culpa, tú siempre buscas problemas.

—Lo sé...

—¿Estamos en un entrenamiento o les traigo un maldito té para que se pongan a platicar con más calma? —esa es la voz de Levi junto a nosotros, agacho la mirada.

—Lo siento, Capitán.

—A entrenar, dejen de perder el tiempo. —y se sigue para regañar a otros. Estiro mi cuello para ver mejor su espalda, ese cabello, y ese uniforme, simplemente era tan atractivo.

—¡Ops! —recibo un zape de Kimer. —Distraída.

—Me las vas a pagar...

Para el crepúsculo el entrenamiento terminó, estaba muerta y ya esperaba que el cuarteto me jugara otra mala broma, pero eso no pasó. Tal vez se calmaron un poco después de ver que no me importaría lanzarme a golpear a alguna de ellas... ojalá y no vuelvan a meterse conmigo.

Después de una ducha, me puse unos pantalones negros y una camiseta sin mangas para ir a cenar con la chaqueta encima. Sabía que después de la cena sería el castigo con Levi y no podía asegurar que me pondría a trotar alrededor del lugar toda la noche. Era muy capaz.

En el comedor volví a sentarme con Kimer, por desgracia él comenzaba a hacer amistades alrededor... algo en lo que yo no estaba interesada.

—¡Ey! Aquí está, les presento a Akira... —Kimer abraza mis hombros. —Ella fue la de la pelea de esta tarde.

—¡Wow!

—Oye soy tu fan.

—Yo definitivamente apostaba porque ganarías tú.

Sonrío algo incómoda, sentía que me presentaban como un espectáculo.

—Gracias... —con mi tenedor me dedico a comer y disfrutar el poco tiempo antes de sufrir mi castigo con el Capitán.

Qué terrible día, me sentía tan cansada.

La campana sonó, señal de que debíamos volver a nuestras cabañas a dormir. Me levanté rápidamente.

—Te veo mañana, Kimer.

—¿No quieres que te acompañe a tu cabaña?

—Iré a cumplir un castigo. —palmeo su hombro. —Nos vemos.

Salgo del comedor e ignoro la mirada del cuarteto de perras. Sabía que la cabaña de los instructores estaba a la derecha, un poco alejado de todo. Cada vez oscurecía más hasta que el cielo se volvió negro, en ese momento llegué a las cabañas. No tuve que adivinar cuál era la de Levi pues me esperaba sentado en los escalones de madera de la entrada.

—Capitán.

Él alzó su mirada neutra.

—Llegas tarde soldado.

Entregar el corazón. |Levi Ackerman x OC| |Premios Wattys 2019|Where stories live. Discover now