31

852 88 35
                                    


Año después.

Bajo los escalones de dos en dos, apresurada y emocionada por todo lo sucedido, sin prestar atención, resbalé en los últimos escalones y me caí de sentón al suelo de piedra. Doy un quejido por lo bajo.

—Lo bueno es que nadie me vio. —me incorporo de nuevo y atravieso la puerta. Dos soldados estaban frente a la reja de aquella prisión. —¡Buenas tardes, soldados!

—Señorita, no debería estar aquí. —dice uno de ellos.

—El Capitán Levi me dio el permiso. —miento, sabía que si usaba su nombre podía atravesar cualquier impedimento dentro de la Legión. Claro, todo el mundo conocía mi amistad con Levi, aunque no todos sabían sobre nuestra relación amorosa aunque por ciertas escenas lo dudaban. —Pueden darme diez minutos a solas.

—¿¡A solas!? —dice el otro soldado, preocupado. —Señorita, no la dejaremos con un monstruo.

¿Monstruo?

—Órdenes del Capitán, ¿debo ir por él para que les patee el trasero? —me cruzo de brazos, indignada. Los dos soldados se miran entre sí y se retiran por mi petición. Tenía que ser algo rápido, y si Levi se entera.... me mata, estoy segura.

Una vez completamente sola me acerco apresurada a las rejas, sujeto en mis manos dos de las barras y sonrío.

—¿Eren? —murmuro por lo bajo, parecía estar dormido pero no lo estaba. El pequeño Eren ya había crecido en todos estos años, era todo un jovencito apuesto pero su mirada era de miedo. —¿Estás bien?

—¿Akira? —pregunta de vuelta sin poder creérselo, se levanta de aquella cama y se acerca. No me da miedo meter la mano para sujetar la suya. —¡Eres tú!

—Creí que algo te había sucedido en Shiganshina. —no puedo evitar emocionarme demasiado, podría llorar de felicidad. —¿Cómo has estado? ¿Armin y Mikasa?

—Ellos... están bien, los tres entramos a las tropas de la Legión. Destruyeron el muro Trost y luego ésto... —se señala a sí mismo. —Te juro que todo lo que sé es lo mismo que ustedes...

—Y yo te creo. —sujeto su mano con las dos mías. —Pero no tengo tanto poder en la Legión, y mi palabra no vale mucho. Eso no significa que dejaré de luchar para que estés bien y con tus amigos. Dentro de poco vendrán por ti y te llevarán a juicio, se decidirá si te dejarán vivir o deberán matarte, tienes que acceder en todo lo que te pidan.

Los ojos de Eren brillaron con más miedo, incluso su mano comenzó a temblar.

—Me van a matar... —susurra.

—No, no es así. Vendrás a la Legión y nos ayudarás a matar titanes, ¿de acuerdo? —sonrío con confianza, aunque ni siquiera yo sabía lo que podía suceder. —Solo, no te niegues contra el juez. Coopera todo lo que puedas, y el comandante junto con el Capitán Levi te ayudarán.

La puerta el calabozo se abrió, solté las manos de Eren al instante. Los dos soldados volvían a entrar.

—¿Qué sucede? Les dije que el Capitán Levi me ordenó examinar al chico durante diez minutos.

—El Capitán Levi dice que si no sales de aquí, te sacará a patadas. —dice el mismo Levi apareciendo detrás de los dos soldados. Trago saliva nerviosa. — Ahora.

Miro a Eren una última vez, salgo de ahí apresurada y con intenciones de escapar del Capitán, pero él no perdió el tiempo. Salió pisándome los talones y una vez afuera, sujetó mi antebrazo para guiarme sin que pudiera escapar de su persona.

Entregar el corazón. |Levi Ackerman x OC| |Premios Wattys 2019|Where stories live. Discover now