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Su padre le había dicho que no debía casarse, su madre le dijo que era un buen momento, que siempre buscará su felicidad ante todo, que no era una segunda opción y por lo que paso con Kageyama no era motivo para sentirse así una segunda o tercera vez.

Conoció a Kuroo en su primer año en Karasuno, ese gato con sonrisa estúpida le enamoró de una manera algo rara, le hizo volver a confíar en alguien, a sentirse amado y la primera opción ante todo y todos.

Terminando su preparatoria se mudó con Kuroo, una pareja que como mucha otras tenían peleas pero terminaban bien, se casó al estar en la universidad, su último año fue para planear casi todo, aunque su padre y hermano no asistieron, su madre si.

Patético.



– ¿Tsukishima?

– ¿Si? – Había llegado, más bien, dos meses estando en ese lugar, arreglando lo que su jefe quería. Solo deseaba terminar ese trabajo lo más rápido posible e ir a casa y estar con su esposo...pero no podía, estaba cansado de eso.

– Pensé que nos tardaríamos mucho en esto, al parecer lo que haríamos en tres meses se terminó en dos.– Dijo el hombre mayor que se encontraba sentado a su lado, un joven de cabellos rojizos, piel morena y una sonrisa algo estúpida. Su superior en ese momento.

– ¿En verdad? – Murmuró volviendo a ver la fecha en su celular, era cierto, ni un día tuvo algún descanso, siempre fue trabajo y trabajo para volver a casa lo más pronto posible, quería decirle a Kuroo pero negó ante la idea ya que le daría una sorpresa.

– Si, puedes volver a casa cuando gustes, tendrás un mes de vacaciones por no descansar aquí, pero en fin...quería que te quedarás más tiempo, ya sabes, para salir a divertirte un poco conmigo, perdón, con nosotros.

– Suena bien pero tengo que regresar, deje un gato en casa y sí no vuelvo pronto morirá de hambre– Un gato muy grande. Pensó.

– Entiendo, Tsukishima... Parece que tendremos otra oportunidad de vernos, eso espero. – Sonrió. Una cálida sonrisa que hacía que su corazón se acelerara. Observó como el mayor se levantaba de su asiento y salía de aquella oficina.

– Si, parece que sí.




Edit: Ya veo, no entiendo nada :))

Pequeñas cosas que nos hacen llorar. [En Pausa]Where stories live. Discover now