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Las citas no eran lo suyo pero no era como si recordara todas y cada una de ellas, no, no era asi por lo que estaba seguro que su "primera cita" después del accidente, saldría perfecta y más con Bokuto a su lado.

Akaashi se encargaría de llevarlo con Bokuto- esos dos al parecer nunca están separados- pensó, por lo que una sonrisa se formo en su rostro. Saber que Akaashi y Bokuto aún seguían siendo amigos, después de la preparatoria.

– Y pensar que después de que fueron novios... – Se detuvo. Las personas que pasaban a su lado le miraban de una forma algo extraña y susurraban.

¿Novios?¿El había dicho eso? No, era imposible, no recordaba nada de eso pero ¿Por qué lo dijo?

Su cabeza comenzó a doler y la sensación de dolor empezó, era raro sentirse así, era demasiado estúpido pensar en lo que había dicho– Yo... – con cuidado sujetó el anillo que colgaba de su cuello, aparentandolo mientras controlaba su respiración. – Tranquilo... todo está bien, concéntrate en llegar.

Sintió como alguien le sujetaba del hombro, haciéndole girar, era extraño, todo eso lo era.

– ¿Estas bien, Tsukishima?

– ¿Quién...? – Era apuesto y eso no lo dudaba, pero esa cabellera azabache y esos ojos azul oscuro.– Kageya... – No eran buenos recuerdos, fragmentos perdidos entre su memoria, destellos de luces que al parecer le querían segar.

– Tsukishima... Mírame, todo está bien, estoy aquí. – Kageyama volvió a sostenerlo entre sus manos, la piel de Kei era igual de suave que esa noche, su mirada se perdió un momento en los labios ajenos los cuales parecían algo lastimados y secos.

– Necesito ir con Bokuto– pronunció con dificultad, quería alejarse de ese chico, no quería ser tocado, no otra vez, no con esas manos– ¡Déjame, Kageyama! – Golpeó al ajeno en la entre pierna, viendo como este solo caía de rodillas– Alguien como tú no merece estar aquí... En verdad eres demasiado patético, Rey.

Por un momento, solo un instante... Kageyama pudo ver al Kei de la Universidad, al chico del cual se enamoro y tomo con suyo la noche del 27 de septiembre, cuando Kei cumplía años.




– ¿Cómo está? – Una revista no era suficiente para que su hijo le ocultara la verdad– supe que el accidente le dejo con perdida de memoria pero la recuperará con el tiempo... No debes preocuparte por eso, hablé con los médicos a cargo en otro hospital y me dieron buenas noticias.

– Gracias– Era lo único que podía decir en esos momentos.

– Ahora... ¿Qué fue lo que hiciste para que ese chico dejara ir su vida en un instante?– Sabía que su hijo no le diría y la forma en la que seguía sentado en el sofá de enfrente lo comprobaba–  Tetsurõ, tu padre siempre fue del lado de Kei ya que sabía como se esforzaba, le dio su apoyo al igual que la demás familia – La azabache se levantó de su lugar y le quitó la revista de las manos a su hijo, estaba enojada y con mucha más razón.

Al momento de pisar el departamento, su hijo tenía en sus brazos a una desconocida que se restregaba como perra en celo y él al parecer estaba muy cómodo con eso.

– No era lo que parecía, yo le dije que se fuera – refiriéndose a la mujer de hace unos minutos atrás. – y sobre Kei, al parecer recuerda más a Bokuto que a su propio esposo, su familia no sabe lo que en realidad pasó y no quiero decirles.

– Debes hacerlo, la madre de Kei no es una madre a la que se le puedan esconder cosas, su mismo esposo se lo dijo a tu padre. Y hablando de tu padre, dice que tomes esto – extendió unos documentos los cuales Tetsurõ tomo en sus manos y comenzó a leer.– Está firmado por Kei, no sé como lo hizo eso pero sólo esperan tu firma para dar por finalizado este matrimonio, tu padre es increíble cuando se lo propone, por eso me enamoré de él... entre otras cosas.

– Pero-

– Ya no hay "Pero" en una relación donde el infiel fuiste tú, y ahora que Kei está con Kotarou tal vez pueda tratarlo mejor. Cariño... – Su madre se arrodilló, sujetando las manos de Tetsurõ entre las suyas– Fallaste desde que estuvieron en la Universidad, desde el primer viaje de Kei al extranjero, con tu secretaria, con tu compañera de trabajo... Con Kenma e incluso con Akaashi.

– ¡Nunca lo hice con akaa-

– Bokuto me llamó esa noche– Dijo. Aún sostenía las manos de su hijo pero él recuerdo de esa noche, saberlo del propio Kotarou era demasiado – Él los cuido y trajo a cada uno a su casa, después paso por Kei al trabajo ya que esa noche la junta que hizo el presidente terminó muy tarde ya que tenía que dejar en claro unas cosas, no dejó a Kei en el departamento que compartían, le llevo a cenar, a caminar un rato y cuando Kei se durmió por el cansancio lo llevó con sus padres– Murmuró, le dolía un poco ver a su hijo así pero él tenía la culpa – ¿Quires que te cuente cómo fue que pasó? – suspiro, no tenía que saberlo de ella– No, creo que Bokuto tiene que contarte eso.

– Pero Akaashi... Él me odia.

– Ninguno de los dos recuerda que paso. ¿Tan dolidos estaban? Dios, Tetsurõ... No recuerdo cuando te volviste así. Yo no te crié para que terminarás así.

– Amo a Kei– Sollozó.

– Lo sé.

– Lo quiero de vuelta.

– Lo sé.

– No debí dar el primer paso para alejarlo de mi.



Edt: Se viene un giro. Y para eso voy a tener que leer cosas de divorcios. Aynopuedeser y tengo tareas y talleres.

Pequeñas cosas que nos hacen llorar. [En Pausa]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang