Parte VII: LARA - CAPÍTULO 36

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CAPÍTULO 36

—Lorcaster ha llevado a cabo varios planes en su larga vida, pero el plan que te concierne en este caso es su intención de combinar nuestra especie con la humana —comenzó a explicar Lara.

—¿Por qué querría hacer eso? —inquirió Lug.

—Los de mi especie han hecho muchos intentos por poseer cuerpos físicos porque la densificación de su propia energía los atrae como experiencia. Encuentran liberación en la limitación. Sé que esto es una paradoja para tu mente física, pero...

—No —la interrumpió Lug—. Lo era antes, pero desde mi muerte, lo entiendo. El estado físico es una experiencia de una gran intensidad.

—Lorcaster busca tener un cuerpo físico y a la vez retener su pleno poder como Patriarca. En sus anteriores experimentos, solo logró posesiones burdas y efímeras de cuerpos humanos, como lo que está haciendo ahora con el pobre de Alí. Su control del cuerpo de ese muchacho es débil y necesita mantenerlo en un estado de trance físico solo para poder usar sus órganos del habla. Pero otros de nosotros han tenido mejor éxito. ¿Recuerdas a Solana?

—Sí, la esposa de Vianney. Ella era uno de los de ustedes.

—Así es. Sus motivos para encarnarse fueron diferentes a los de Lorcaster.

—Lo hizo por amor a Alric.

—Sí, y por eso pudo retener un cuerpo que no era de ella. Pasó por una intensa crisis al descubrir que el objeto de su amor había desaparecido, pero la esperanza de encontrarlo algún día la mantuvo unida a su cuerpo. Aún así, perdió todo el conocimiento y la conexión con los nuestros al estar en el plano físico. Pero eso a ella no le importaba, pues su único objetivo era poder compartir su vida con Alric. Todo eso se vino abajo cuando Humberto le reveló que Alric estaba muerto. Si Marga no la hubiese asesinado, Solana habría muerto de todas formas en poco tiempo, pues su razón para mantenerse en el plano físico había desaparecido.

—Sospecho que Lorcaster no busca encarnarse por medio del amor —adivinó Lug.

—Exacto, y ese es su problema, pero logró resolverlo al formar la Tríada.

—¿Cómo?

—Nemain y Macha aceptaron sostener y alimentar parte de su esencia en sus propios cuerpos a nivel genético. Lo hicieron a cambio de poder.

—¿Por qué necesitaba a dos personas?

—Porque él no es un tetra ordinario como Solana, es un Patriarca, y su energía era demasiado basta para ser contenida en una sola persona. Pero pronto se dio cuenta de que esas dos necesitaban un tercer elemento que las amalgamara y trajera balance a su unión. Allí fue donde Morgana entró en el juego.

—Mi madre me dijo que la tarea de dar balance a la Tríada era de ella, pero que falló —expresó Lug.

—No, no falló porque esa no era en realidad su misión. Lorcaster la engañó porque Macha tuvo un ataque tardío de consciencia. Lorcaster planteó las cosas de forma diferente a cada una por separado para atraparlas en su plan.

—Pero ese plan falló. La Tríada fue disuelta —trató de entender Lug.

—No. Su plan era formar la Tríada, mezclar las esencias de ellas tres con la suya y cuando estuviera hecho, disolverla sin más. Las consecuencias para los miembros de la Tríada fueron nefastas: Nemain sufrió un vacío existencial que llenó con odio hacia Lorcaster y hacia todo lo viviente; Macha se volvió también destructiva y Morgana fue exiliada y repudiada. Todos perdieron, excepto Lorcaster.

—No entiendo —meneó la cabeza Lug—. ¿Para qué le sirvió a Lorcaster la disolución de la Tríada?

—Los planes de Lorcaster son a largo plazo, y éste en particular, fue más insidioso que otros de su autoría. Una vez que la Tríada fue disuelta, su esencia permaneció en estado fragmentado en las dos mujeres. Fue entonces que comenzó la segunda fase de su plan: arreglar las cadenas de sucesos para que una criatura humana fuera engendrada con la herencia genética que él había plantado.

—Lyanna —comprendió Lug.

—Así es. Lyanna resultó el híbrido perfecto, capaz de contener en su cuerpo físico el poder y la energía de uno de los Patriarcas.

—¿Por qué ella? ¿Por qué no Llewelyn? —cuestionó Lug.

—Tenía que ser una mujer —respondió Lara—. El sexo femenino tiene ciertas cualidades especiales que lo hacen más receptivo para este tipo de cosas. Por eso los miembros de la Tríada también eran todos mujeres. Aún así, tú y Llewelyn tienen también parte de esa esencia, aunque en menor medida. No por nada eres el Señor de la Luz, el único que pudo controlar a Wonur, el único que puede ahora enfrentar a Lorcaster. Tu sangre tiene los marcadores de la esencia de Lorcaster: es por eso que lograste conectarte con este escenario donde él habita. Llewelyn también está destinado a grandes cosas, pues también pertenece a este linaje híbrido de gran poder.

Las cosas comenzaron a tomar un nuevo sentido para Lug a la luz de estas revelaciones, especialmente con respecto a las actitudes y el poder de Lyanna: el poder para crear y destruir el mundo. Pero había algunas cosas que todavía no quedaban claras:

—Lyanna es descendiente de Nemain y Macha, pero no de Morgana —dijo Lug—. ¿Por qué entonces puso Lorcaster parte de su esencia en la mitríade?

—No lo hizo, no hasta después. Ya te expliqué que solo usó a Morgana para estabilizar a las otras dos y para que ambas absorbieran la esencia de las hadas y así luego transmitirla a Lyanna. Es por eso que Lyanna se sintió tan cómoda viviendo en Medionemeton cuando Llewelyn la escondió de ti, ella es en parte una mitríade.

—¿Significa eso que Lyanna tiene la genética de tres especies diferentes?

—Así es. Lorcaster descubrió que solo así podía crear a un ser estable, capaz de manejar su herencia mixta. Morgana no fue portadora de la esencia de Lorcaster al principio, pero más tarde la engañó para poder controlarla, contaminando su sangre.

—¿Entonces, Merianis tenía razón? ¿Esa contaminación no venía de Nemain?

—No, pero sí le daba a Nemain el poder de ejercer control sobre el hada. Contaminar a Morgana y luego darle las herramientas para que pudiera limpiarse fue parte de su plan. Necesitaba que las cosas se dieran de tal manera que Avalon quedara desmantelado en el proceso.

—¿Por qué?

—Avalon descubrió su secreto y estaba planeando detenerlo. Desde luego, Morgana no sabía nada de esto. Ella solo fue una víctima más de los cálculos de Lorcaster para forzar la línea de tiempo que le convenía.

—¿Y cuál fue su razón para ayudar a Morgana a limpiar su sangre? ¿Y por qué involucró a Augusto y a Rory?

—Lyanna no me habló de esa parte, pero sospecho que tiene que ver con el desbaratamiento de los planes de Avalon. Ella confía en que tú vas a descubrirlo por ti mismo.

Lug suspiró. Agradecía la confianza que Lyanna había puesto en él, pero no estaba seguro de poder cumplir con su parte, cualquiera que fuera.

—Lorcaster parece haber logrado sus propósitos hasta el más mínimo detalle —concluyó Lug—. Y sin embargo, me buscó a mí para que destruya su obra, no lo entiendo.

—Él no quiere que destruyas a Lyanna, solo que la limites.

—Pero, ¿por qué?

—¿No es obvio? Lorcaster no puede controlarla, no puede ni siquiera verla en las líneas de tiempo que percibe, no puede prever sus acciones. Está ciego en todo lo que respecta a ella. Lorcaster es un Patriarca, Lug, y un Patriarca no puede siquiera concebir la pérdida de control sobre otros, especialmente si es un otro que es parte de sí mismo.

—Cometió un error —comprendió Lug.

—El más grande de su larga vida: su propia creación se le escapó de las manos —confirmó Lara.

—Tengo una pregunta más —dijo Lug—. ¿Por qué Lyanna dejó esto en mis manos? ¿Por qué no se encarga ella de Lorcaster? De seguro haría un trabajo mucho mejor que el mío.

—No conozco sus razones —respondió Lara—, pero si aun mantienes tu confianza en ella, de seguro vislumbras que sus motivos son justificados y que tu accionar es preferible al de ella en este asunto.

LORCASTER - Libro VII de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora