〖Decima Alma〗

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『❝Y lo que teníamos en común era lo que más nos hacía odiarnos❞』

Lo primero que hizo al abrir su puerta fue soltar el aire que estaba contenido en sus pulmones, que él definitivamente no sabía que estaba conteniendo.

Hasta ese momento,su omega recién se había dignado a aparecer, moviendo la cola, aferrándose a que lo último que había visto no era producto de su imaginación.

Aún así, el omega negó divertido, pensando que algo tan impresionante como que la atención del alfa estuviera sobre él, era también algo imposible, y que nunca podría pasar.

Se recargó contra la puerta, bastante agobiado, no sólo por lo que había acabado de pasar, sino también por los murmullos quehabían llegado a sus oídos tras eso.¿Y si le hubiese hecho caso a YoonA? Quizá hubiera sido lo mejor.

Negó y comenzó a moverse frenéticamente por la habitación, intentando calmarse, ¿En qué se había metido? Él no tenía ni la más mínima idea de qué diablos era lo que debía hacer, ni cómo debía hacerlo, ni tampoco a qué lo llevaría.

El propio pensamiento lo hizo detenerse de nuevo, en frente de la puerta, preguntándose, ¿Si JeonGuk hubiera estado ahí, sería diferente? Rió sardónicamente y se recargó de nuevo de espaldas, pensando en que obviamente la respuesta era afirmativa. Porque él solamente estaba siendo utilizado como una pieza más.

El rey, el más importante había caído y ahora necesitaban un reemplazo defectuoso, que ni si quiera sabían si realmente iba a ser efectivo, porque él solamente era eso.Un reemplazo. Su omega que hasta ese momento se había mantenido animado, dejó de mover su colita y bajó sus orejas, comenzando a chillar.

Jungkook comenzó a deslizarse por la puerta con la mirada gacha, y sus mejillas ahora estaban húmedas producto de su sensibilidad. Tomó su cabeza entre sus manos, sollozando lastimeramente, pero suave para que las chismosas omegas que tenía de sirvientas, no dijesen nada. No quería estar corriendo por los pasillos.

─Soy realmente un fracaso ─Se dijo a sí mismo, convencido.

Había llegado un momento en el que él realmente lo creía, y se lo repetía una y otra vez diariamente, necesitando sentirse miserable para sentir que estaba vivo, que era alguien, y que no era solo un holograma insípido y sin gracia.

Tan inmerso en sus conflictos mentales estaba que no notó el repiqueteo de unos tacones que se venía haciendo cada vez más y más fuerte conforme la fuente de éste se acercaba a la habitación, hasta que finalmente dicha persona se paró detrás de la puerta y la empujó con la intensión de entrar a la habitación.

Por el aroma a frutos rojos Jungkook pudo fácilmente percibir que se trataba de su madre, y la alerta dentro suyo se activó. Su olor rápidamente se ocultó y él intentó limpiarse las lágrimas y eliminar todo rastro de su llanto; no quería ser tomado como un débil, y menos cuando cierto alfa también estaba detrás de esa puerta.

─Jungkook, abre ─Ordenó su madre tocando tras la puerta, pensando que el omega había trancado con algo.

─N-No qu...quiero ─Dijo en un susurro, indeciso, pues no sabía si eso le traería problemas.

YoonA, obviamente molesta tras la negativa de Jungkook, tocó más fuerte la puerta, logrando que el ruido estridente lograse molestar al omega que era bastante sensible ante los ruidos. Jungkook se tapó los oídos y se apartó de la puerta al sentir que ésta estaba siendo empujada, y luego simplemente se abrió de par en par.

Jungkook se apresuró a levantarse para que Jimin no lo viese en un estado tan lamentable, pues aún en una condición como la de él, impresionar al alfa seguía siendo lo más importante. Quiso sonreír por lo iluso de sus pensamientos, pero no lo hizo solamente porque no sabía cómo actuar frente a las personas en frente suyo.

YoonA fue la primera en adentrarse a la habitación, seguido de SeoJoon, mientras que Jimin simplemente se recargó en el marco de la puerta, sintiendo que no podía irse y que debía quedarse mientras que los padres hablaban con el cachorro confundido, asustado, y por su olor, herido. Su nariz se deformó al notar el aroma dulzón e intentó ignorarlo para poder concentrarse.

Su alfa, como las últimas veces, no estaba reaccionando, como se supone que debería de estar haciendo. Simplemente era un vacío aterrador, como siempre. Su mirada rápidamente se posó en Jungkook que estaba con los ojos abiertos como platos por la cercanía de sus dos progenitores.

Hasta ese momento, nadie había dicho palabra alguna, y el omega simplemente estaba esperando a que uno de ellos dos diese el primer paso.
Él no iba a hacer ningún esfuerzo por comunicarse con ellos. Sentía que no se lo merecían.

─Jungkook, yo... ─Carraspeó su padre con los dientes fruncidos, pronunciando dificultosamente las palabras.

YoonA se apresuró a impedir que él hablase con su hijo y simplemente tomó un poco de aire para pensar en qué decir y cómo decirlo, pero por supuesto, ese nunca había sido su fuerte, y no era el momento, tampoco.

─Ahora que tienes una oportunidad de hacer las cosas bien, no tienes porqué arruinarlo ─Dijo cruelmente su progenitora, dirigiéndosea él con desdén─. Las ordenes que te dieron fueron claras y ahora debes hacerlo, ¡Hacerlo perfecto!

─P-Pero... ─Trató de decir Jungkook, pero la omega continuó.

─Tu hermano no tiene reemplazo ─Siguió─. Y ahora tú eres lo único que queda para que ésta familia salga adelante. Así que debes hacer exactamente lo que los ancianos del consejo te digan, al pie de la letra, Jeon Jungkook.

─YoonA ─ SeoJoon mandó una de sus manos al hombro de su mujer, que hasta ese momento no le había dirigido ni la primera mirada.

─¡No SeoJoon! ─Gritó ella─, él tiene que entender que debe dar lo mejor de sí para no arruinarlo. Él tiene que entender que ésto es algo serio, y que por primera vez tiene una maldita oportunidad de sobresalir y de no ser solamente un estúpido omega inútil que se la pasa soltando aroma a tristeza por donde quiera que va, y llorando como si no tuviera nada más que hacer ─Gritó la omega.

Jungkook bajó la mirada, aludido por lo que había dicho su madre, porque ella tenía razón. Jimin, que hasta ese momento había Estado totalmente quieto observando cómo trataban a Jungkook, fue tomado por la delgada mano de la mujer, y fue halado dentro de la habitación con brusquedad.

─Jimin─Nombró al centinela que se apresuró a mirarla.

Ésta le hizo una seña y él, obediente, se acercó a ella. Jungkook pudo notar que ella le pedía que se agachase, y tras susurrar algunas palabras en su oído, se apartó de él, y luego, haciendo resonar sus taco por la casa, salió de la habitación junto a SeoJoon, que solamente negaba por algo que Jungkook no lograba definir.

El sonido del seguro desde afuera sonó y Jungkook se erizó, su cuerpo se calentó rápidamente. Finalmente, observando alrededor Jungkook se vio encerrado con un guapo Alfa que tenía el rostro totalmente de piedra, y parecía no querer entablar conversación cualquiera con él.

» ¿En serio dijo eso?

» Aunque parezca difícil de creer.


『❝A veces, yo soy las palabras y mi mente esuna laguna. A veces, yo me ahogo❞』



Almas Gemelas¹ JIKOOK [Adap]Where stories live. Discover now