〖Cuadragésima Octava Alma〗

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『❝Todo estará bien. Tal vez no hoy, pero si con el tiempo❞』

Contrario a la noche anterior que había sido bastante tranquila, el clima esa mañana estaba de infiernos. Las gotas de lluvia caían furiosamente desde el opaco cielo, repiqueteando y creando una relajante melodía perfecta para el momento. Jungkook se levantó alrededor de las siete de la mañana, justo en la cúspide de la tormenta y cuando el frío era más intenso.

Era impresionante el cómo se sentía tan a gusto, a pesar de al mismo tiempo, sentirse enfermo. La cara de Jimin y su aroma parecían ser lo único que podía consolarlo en ese momento, así que se aferró a éste, reacio a separarse.

Jimin se levantó ante esta brusca acción del menor, abriendo los ojos con pereza y estirándose levemente, aún pegado al omega que tiernamente escondía su cara en su pecho.

—¿Cómo amaneciste? —Fue lo primero que preguntó, aún con la voz ronca y la garganta resentida.

—Estoy mareado, Hyung —Se sinceró Jungkook—. También tengo algo de calor.

—¿Quieres bajar a comer algo? —Jungkook negó lentamente contra su pecho y Jimin gruñó levemente, molesto con su respuesta— No comes desde ayer. Debes comer algo, no quiero que te enfermes aún más.

—Pero —Jungkook vaciló—... N-No quiero separarme de usted. Estoy demasiado a gusto aquí.

—Si quieres podemos quedarnos aquí otro rato —Respondió Jimin—. Pero luego bajamos a desayunar. No quiero que te pase nada.

—E-Está bien, Hyung...Tras decir eso se sumieron en un largo pero cómodo silencio, en el cual sus acciones se resumían a tímidas pero significativas caricias que hacían querer saltar los corazones de cada uno.

Jimin recorría delicadamente la cintura de su menor con una de sus manos, metiéndola por debajo de su camisa para tocar directamente la piel. Un estremecimiento recorrió la espina dorsal de Jungkook al sentir la mano fría del alfa pasearse a su antojo tranquilamente por su sensible cuerpo. Soltó un tímido gimoteo.

—¿Te gusta? —Preguntó el alfa con una sonrisa descarada sin detener sus agradables caricias.

—S-Sí —Dijo tímidamente, removiéndose entre sus brazos—. Se siente muy bien, Hyung...

—Tu piel está muy caliente, cachorro —Señaló—. ¿Seguro que no es muy grave?

─Me siento extraño ─Respondió Jungkook─, pero la sensación cálida en mi pecho al saber que usted está conmigo lo vale aún más ─El omega se separó levemente de Jimin para dedicarle una amplia sonrisa, sonrisa que hizo que sus mejillas se abultaran y susojos se convirtieran en finas líneas de felicidad.

Jimin supo que en ese momento todo lo que quería era a Jungkook, porque él era lo que le hacía sentirse vivo. Su lobo también estaba contento con la situación, y qué decir del pequeño lobo omega bebé de Jungkook que no cabía en su asombro y corría en círculos para liberar un poco su emoción.

─En ese caso, yo también me siento extraño cachorro─
Tras escuchar eso Jungkook se removió entre sus brazos y soltó un pequeño gritito que hizo que el lobo de Jimin moviera su cola.

─¡Ahhh! Esto es tan vergonzoso, Hyung ─El omega tomó el edredón en sus manos y cubrió su cara.

Rápidamente el alfa actuó, riendo por la tierna acción del menor y al mismo tiempo jalando la cobija para descubrirlo.

─¡Vamos cachorro! Da la cara.

─¡Nooooo!

La siguiente media hora pasó entre risas y toques entre ambos, además de varios besos inocentes que eran dados en el cachete por pura vergüenza del menor. Jimin se sentía pleno y tranquilo y eso no tenía precio.

Almas Gemelas¹ JIKOOK [Adap]Where stories live. Discover now