〖 Vigésima Alma〗

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『❝He pasado incontables noches sin dormir pensando en mi miserable existencia❞』

Las cosas habían cambiado de extraña manera, pero Jungkook no podía manifestar incomodidad ni mucho menos. De hecho, aquella vida que tenía justo en ese momento era mucho más entretenida, tranquila y feliz de la que podría haber tenido durante toda su estadía en la que se suponía, realmente era su casa.

Todo estaba siempre tranquilo, JiMin no molestaba para nada y conservaba como una especie de costumbre comer con él todos los días, las tres comidas. 

A pesar de que pasaba fuera mucho tiempo, Jungkook ya no se sentía tan solo comoantes, y aunque eran contadas las palabras que cruzaban (Jimin solo le hablaba para agradecer por la comida, desearle buenos días, buenas tardes o cosas así), Jungkook no podía sentirse el omega más dichoso.

Aquel día Jimin le había mostrado la casa: su habitación, un salón enorme con un televisor, sillón y refrigerador personal, a demás de algunas mesas y cómodas, una especie de traga luz en donde habían bastantes matas, el lavadero y una lavadora digital como pareja perfecta.

También había visto una sala en donde había un computador, era como un estudio, había también un escritorio y estantes llenos de libros. Ese era el lugar en el que Jimin permanecía cuando no estaba fuera resolviendo cualquier asunto. Jungkook casi sentía pena por él, porque a pesar de la muerte de su pareja de toda la vida, aunque le doliera aceptarlo, él tenía que seguir firme y trabajar al lado de sus camaradas.

Los centinelas eran el ejército de Esmeralda, y para esos tiempos difíciles llenos de guerra gracias a las constantes amenazas de zafiro, eran esenciales. Jimin no tenía tiempo de descanso. Él era el jefe y por ende debía lidiar con mucho papeleo, con problemas y esas cosas que él no entendía muy bien, porque no tenía información a su disposición.

Todo lo que YooNa le había dicho la última vez que la vio era que su deber era ser un buen omega y no enfadar a Jimin. Estaba cumpliendo con eso. La cena estaba ahí siempre, su ropa limpia y todo totalmente preparado, como se supone que debía ser un buenesposo omega.

Era casi como un ama de casa, y agradecía que él sabía hacer todo eso, aunque la incógnita del porqué no había gente de servicio merodeando por la casa lo carcomía. Omegas, alfas o betas, normalmente no faltaban en las casas de los nobles. Así fuera como aseadoras, gente que hacía trabajo de carga pesada, las lavanderas, cocineros, ama de llaves y demás cosas, siempre había gente, pero ese no parecía ser el caso de la mansión Park.

Aún así, Jungkook no se atrevía a preguntar.

El sonido de la puerta lo alertó y él se apresuró a apagar la estufa y bajar el ramen casero que había estado haciendo. Todo lo había hecho él, desde cero, inclusive algo tan delicado como la pasta había sido elaborado por él, y estaba orgulloso de ello. Un alfa con expresión estoica y cuerpo tenso apareció por aquella puerta, Jungkook sonrió al verlo y Jimin le dirigió una mirada momentánea, pero ya no tenía desagrado o algún deje despectivo como anteriormente lo había tenido.

Ahora él miraba como un amo miraría a una mascota indefensa que acababa de rescatar, y eso hacía que Jungkook se divirtiera el imaginarse en una situación de ese tipo.

─B-Bienvenido, alfa ─Hizo una adorable reverencia que fue correspondida por el mayor simplemente por un inclinamiento de cabeza.

─¿Estuviste bien hoy? ─Inquirió, apartando la mirada inmediatamente y dirigiéndose a la cocina.

Su olfato era realmente sensible, y tenía mucha hambre. Hoy había malgastado su voz y su cuerpo, los soldados a veces eran realmente indisciplinados e inútiles, y él siempre debía lidiarcon ello. No pensó que tener a Jungkook llegase a ser un consuelo de algún tipo, pero lo era. Y se sentía impresionado por eso.Ahora captaba lo mal que había actuado.

Su lobo, un poco menos resentido, ahora se presentaba solamente en ocasiones como su celo o cuando necesitaba dejar claro quien era el jefe. De resto, se la pasaba durmiendo como el inútil que era. Jungkook llegó detrás de él como un perrito faldero, y él pensó que era adorable, pero no sonrió.

Nuevamente arrastró la silla donde se sentaría el Omega y luego se dirigió a la suya. Jungkook se limpió las manos en el delantal y tras servir el ramen, se quitó el dicho y lo colgó entre la manija de la nevera, luego se sentó.

Jimin tomó los palillos metálicos y se metió un poco de espagueti y brocoli a la boca. Su paladar se sintió como el cielo, porque le había agradado el sabor. Estaba en su punto, ligeramente salado y caliente, como se debía comer un ramen. El brocoli estaba crudo, exactamente como a él le gustaba.

─¿Está bueno? ─Preguntó bajando la voz, olvidando que él también tenía hambre.

─Eres bueno para la cocina, omega ─Halagó, volviendo a su labor.

─Yo ─Un sonrojo se apoderó de sus mejillas. Jimin lo miró aún masticando─... Hice desde cero la pasta. No la había hecho nunca, espero... e-espero que haya quedado bien ─ Jimin rió nasalmente.

─No te preocupes ─Fue lo único que dijo, aún inexpresivo.

Por más tiempo que había estado al lado de Jungkook -aproximadamente otra semana-, había aprendido a liberarse un poco más. Sus emocionesno estaban a flor de piel, pero se hacían ligeramente más presentes conforme el tiempo avanzaba. Había intentado dejar el tono cortante con el omega, porque pensaba que JeonGuk no estaría contento si tratase así a su hermano menor. Lo cuidaría, no solo porque era el hermano gemelode su amor, sino porque sentía una necesidad por protegerlo.

Era normal, pues al ser un alfa nacido y próximo jefe de manada, había desarrollado la necesidad de proteger a la gente que lo rodeaba, aunque cuando JeonGuk había muerto, todo quedó ensegundo plano. Era la primera vez que se dejaba llevar por sus emociones. Apretó los palillos y sus labios, había sido realmente estúpido.

¿Actuar así? No entraba en el perfil de un jefe de centinelas, y mucho menos de uno de manada. Quizá por eso el concejo se burlaba de él cuando decía ya tener la experiencia suficiente para heredar la manada y comenzar a comandar las tropas de manera más formal.

─¿Algo supo mal? ─Cuestionó Jungkook con preocupación, parando de comer.

Jimin reaccionó al instante y miró los palillos. Los había torcido, y había dejado de comer, y a causa de ello Jungkook lo estaba observando. No quería ser visto, no cuando estaba a punto de liberar un lado vulnerable suyo. Odiaba ponerse a reflexionar en situaciones como esas.

No podía controlarse. Odiaba eso de él, peronada podía hacer. Miró a Jungkook y suspiró. El omega se sintió nervioso cuando el alfa se levantó de la mesa y tomó el tazón, ¿Había hecho algo mal? Él se levantó a la par de Jimin, con expresión preocupada y asustada.

─Iré a... otro lugar ─Se excusó pobremente, y luego tomó el tazón y los palillos.

Jungkook se fue detrás de él cuando se levantó y subió escaleras arriba casi como si estuviera desesperado por encontrar algo. Lo último que pudo ver fue como Jimin abría una habitación de la que él desconocía por completo el interior. Estaba al lado de la habitación que él le había dado a Jungkook.

La curiosidad creció en él, pero no quiso seguir indagando en el tema. Quizá lo había olvidado o alguna cosa de esas. Al menos no había despreciado la comida y se la había llevado consigo. Bajó las escaleras y volvió a la mesa, mirando su comida a medio terminar. Al parecer ese día tendría que terminar de comer solo.

» Él también está sufriendo.

» ¿Crees que a alguien le importa?


『❝Finge que te importo un poco, ¡Por favor!❞』






Actualización.

Porque ustedes lo ha solicitado.
Mis bellezas.
❤❤❤

Gracias por Leer.

Almas Gemelas¹ JIKOOK [Adap]Место, где живут истории. Откройте их для себя