"Heridas"

Deja de insistir

[Capítulo Corregido]

El sonido de la puerta llamo mi atención dejé aun lado mis dibujos para ir abrir y me encontré con quien menos quería en este momento.

- ¿Qué haces aquí? - pregunte con desagrado

- Lo siento mucho Jess

- No me interesa, por favor vete de aquí

- Por favor tienes que creerme

- Lo estaba haciendo y tú me haces esto, sabes la decepción que me llevo de ti no creí que fueras capaz de hacer algo así

- Yo...

- Mira Derek no quiero saber nada de ti, lo peor es que empecé a tomarte cariño cuando creí no poder hacerlo con tanta cosa en vida, ¿Qué querían hacerme?

- Yo sabía que no podías meterte a la piscina por tus heridas y Madison dijo que en cuanto llegaras te obligaría a ponerte tu traje y todos veríamos tu realidad

Las lágrimas salieron sin duda esto me ha roto, las ganas de volver a ser invisible como antes aparecieron.

- Te odio Derek

- Yo no quería, pero ella me obligo

- Y que, es mi vida y no tienes por qué meterte, son mis marcas, son marcas de querer seguir viviendo y tener que soportar este maldito infierno

- ¿Qué pasa aquí? - pregunto mi padre

- Hola señor

- Jessica, ¿Qué sucede?

- Nada papá, mi amigo solo vino a darme un recado de una fiesta

- Lo siento, pero mi hija no puede salir por el momento pues su madre se encuentra enferma

- Así es, nos vemos Derek

Mi padre cerró la puerta fuertemente, sus ojos ahora eran negros su rostro había cambiado totalmente diferente.

- Que te he dicho Jessica

- Que no debo de hablar con nadie

- ¿Y qué es lo que haces?

- Lo contrario a lo que dices

Me tomo de la nuca y me llevo a mi habitación, tomó un cinturón, sabía que me esperaba y aunque tratara de evitarlo no podría hacerlo.

Comenzó a pegarme en la espalda, el dolor y ardor no tardaron en aparecer estaba llorando por el dolor que me estaba provocando, siempre era así cualquier cosa que hiciera era motivo para darme una paliza.

- Esto es para que aprendas a seguir las reglas

- Te odio- dije entre lágrimas

- Lo se hija

- No me llames así, creí que tu cambiarías, pero no nunca lo haces

Salió de mi habitación sin darle importancia a mis palabras, casi todos los días me golpea ahora que mi madre no está, pero prefiero que sea a mí y no a ella. Me quité la blusa en el baño, me giré al espejo para poder verme las marcas estaban grandes, rojas e inflamadas, me duelen al tener contacto con la tela de la ropa, mientras veía mi espalda una llamada entró a mi teléfono

- ¿Bueno?

- ¿Jess?

- ¿Quién habla?

- Derek

- Podrías dejarme tranquila

- Por favor perdóname

Le colgué enseguida porque no quería escucharlo ya no que se vaya con esas tipas a mí no me interesa.

[...]

E despertado más temprano de lo normal ya ha pasado unos días y oficialmente es el último día de clase, empezaré a buscar una universidad, pero lo principal es que mi madre despierte ya ha pasado un mes en el cual mi madre a caído en coma, pero sé que pronto despertará.

Llego a la clase, pedí de favor cambiar de lugar con una chica que sé que se volvería loca por sentarse a lado de Derek, así que ella se fue a mi lugar y yo me quede en el de ella, estaba leyendo un buen libro mientras no llegaba el profesor.

- ¿Por qué te has cambiado? - pregunto molesto

- Porque quise, ¿algún problema?

- ¡Si! Tú vas conmigo, vas a mi lado

- Pues yo no quiero estar a tu lado, ¿entiendes?

- Jess... Por favor

- ¿Por favor que?, no te quiero cerca de mí, no quiero que me hables o si quiera me mires

- ¿Por qué te afecta tanto?

cerré mi libro fuertemente y me levante de la silla, lo estampe a la pared colocando mi mano en su cuello.

- ¡Tu! No sabes nada de lo que es vivir mi vida, tú no sabes el maldito significado de cada uno de mis moretones o marcas, no sabes la historia, no sabes absolutamente nada y no tienes el maldito derecho de decidir si muestras mi vida a la gente- dije enojada

- Quiero entenderte

- Púdrete Derek con tus niñas ricas

Lo solté bruscamente y volví a mi asiento mientras que él intentaba recuperar el aliento y tras unos minutos volvió a su asiento, el profe llego pocos minutos después.

A lo largo del día he tenido la mayoría de las clases, no se hace nada en realidad solo hablan de las notas y más cosas que son cero importantes para mi gusto. Derek no dejaba de mirarme y ha llegado a molestarme, solo quiero que me deje en paz.

Estaba en las gradas de nuevo escuchando música y escribiendo un rato, ante mi apareció la misma persona que me ha molestado en todo el maldito día.

- Hola

- ¿Y ahora qué quieres? - pregunte fastidiada

- Hablar contigo

- Yo no quiero hacerlo

- Por favor

- Mira Derek te lo voy a dejar en claro, no quiero tenerte cerca, no quiero hablarte y lo más importante no quiero que me conozcas solo déjame

- Eso es algo injusto- dijo molesto

- Así de injusto es lo que querías hacerme

- Que no fui yo

- Aunque no lo hubieras echo tú, pero la apoyaste hasta me invitaste o sea Derek como quieres que reaccione

Tomé mi mochila y me fui de ahí, no tome las últimas clases realmente no quiero hacerlo, pasaré al hospital a ver a mamá y saber el cómo está.

[...]

Entro a la habitación sin hacer ruido como si fuese a despertarla...ojala así fuera pero no, eso ya no estaba en mis manos. Tome asiento a su lado tranquilamente mientras la observaba dormir, acaricié su cabello con gentileza recordando los momentos de mi niñez cuando solíamos ir de paseo al parque cercano de casa, cuando comíamos helado juntas ella de limón y yo de fresa.

- Hace mucho que no vamos por un helado - hable -Deberíamos ir por uno, ¿no lo crees?

Muy en el fondo tenía la esperanza de que ella respondiera, pero ese momento no llego y no llegaría por ahora sin embargo sabía que volvería en algún punto.