"Heridas"

No desperto

[Capítulo Corregido]

(POV Derek)

Un doloroso nudo obstruye mi garganta, mi mandíbula duele por la presión que ejerzo con mis dientes. Mantengo su tibia mejilla en mi pecho esperando a que despierte, puedo sentir el destello de luz en mis ojos los cuales se mantienen llenos de esperanza al ver sus pequeños luceros abrirse.

Abrazo lo que puedo de su cuerpo mientras me muevo de enfrente hacia atrás con la desesperación recorriendo mis venas al sentir como el tiempo transcurre con fluidez y ella aún se mantiene entre mis brazos sin reaccionar

- ¿Por qué no despierta? – pregunte alterado

-Está muerta- respondió el enfermero que se mantiene recargado en el marco de la puerta con un semblante tranquilo

- ¿Por qué lo dices así? – pregunte exasperado

-Ella lo sabía- rio con ironía -Ella sabía lo que pasaría...por eso se despidió de ustedes y de mí- respondió apacible desde su posición

-Debe haber algo que podamos hacer- exclame -Tú eres doctor, haz algo

- ¿Conoces algún tratamiento que haga volver a las personas de la muerte? – pregunto curioso -Porque de ser así quiero saberlo

-Tú aquí eres el doctor- su rostro se desfiguro

-No va a despertar- suspiro Colton dejándose caer en la silla cubriendo su rostro- Ya no más alboroto

- ¿Cómo puedes pedir algo así? – grite - ¿Cómo puedes simplemente renunciar así?

-Ya basta- pidió con tranquilidad -Ya basta, Derek

-Tú estas bien solo que esto tiene un proceso- musite mientras le miraba con las lagrimas nublando mi campo de visión -No puedes irte

-No, no puedes irte- susurro Colton que se mantiene a un lado de mí sosteniendo su pequeña manita -Tienes que volver porque nosotros te estamos esperando

-Recuerda nuestros sueños, nuestros planes- hable -Podemos intentarlo de nuevo

-Despierta- sollozo lastimeramente -Vamos despierta- se arrodilló a mi lado y le acarició el cabello. Me hago a un lado dejando que él sostenga su rostro para depositarlo suavemente en su muslo -Por favor vuelve, princesa

Pero no volvió.

[...]

Una manta fue depositada sobre nosotros, cubriéndonos de los reporteros y sus grandes cámaras que apuntan a nosotros por otra parte la policía impide que estos se acerquen con sus preguntas absurdas e incomodas

La camioneta de la ambulancia yace frente a nosotros ya con la camilla armada y los paramédicos a la espera, apresuro el paso para dejarla sobre la blanquecina camilla y el resto hace su trabajo, procurando que el rostro de mi hermana no logre verse. Ambos subimos a una camioneta, perteneciente al cuerpo policial.

(POV Escritora)

No sabes cómo explicar el dolor que oprime tu pecho, no sabes contener tus lágrimas, no puedes apartar la vista del cuerpo porque una sensación extraña te grita que en cualquier momento abrirá sus ojos o se moverá tan solo un poco. Tienes la necesidad de quedarte a su lado porque podría sentirse solo en el camino sombrío que esta por caminar, le sonríes cálidamente como si el pudiera verte e intentas hablarle, pero te sientes extraño tanto que apartas la mirada.

Su mano se mantiene tan fría y grisácea y lo único que haces es acunarla para brindarle calor. La inocencia sale a flote. Entonces solo te quedas sentado esperando a que las horas pase, no quieres comer ni beber. Solo quieres estar ahí.