"Heridas"

Hospital Psiquiátrico 2

[Capítulo Corregido]

La habitación yace lúgubre que me impide permanecer tranquila, me impide cerrar los ojos y descansar, el miedo me recorre como una fuerte ola que va y viene. Sensaciones dolorosas abrazan mi cuerpo las cuales no me dejan si quiera respirar adecuadamente, la planta de mis pies arde debido al frío piso de mármol blanco, mis dedos se incrustan en la piel creando hematomas poco visibles y ligeramente dolorosos.

Un ruido irritante lastima mis oídos por lo que los cubro con rapidez mientras cierro los ojos evitando ver lo que venía, pisadas fuertes resuenan por todo el lugar y manos frías sostienen mis muñecas con una fuerza bruta.

-Vamos, levántate- pidió de mala gana el sujeto frente a mí -No tengo todo tu tiempo, los doctores te esperan

-No quiero ir, déjame aquí- rogué con la voz entre cortada

-No pregunte si querías o no, levántate mientras te lo pido por las buenas- gruño mientras ejercía mas fuerza en su agarre y con habilidad logro levantarme y posicionarme sobre su hombro, tal cual saco de papas, a decir verdad, mi cuerpo había perdido mucho peso estaba en los huesos por lo que realmente no pesaba mucho.

El recorrido me lo sabía de memoria, ahora ya no contaba las puertas tampoco los pasos y mucho menos las lámparas que cuelgan del blanquecino techo de alguna forma podían intuir cuan cerca o lejos nos encontrábamos de nuestro destino. Tampoco peleaba para que me soltaran menos gritar, dolorosamente me había acostumbrado a esta rutina.

Habitación 157A

Letras grandes y negras yacen escritas en aquel letrero color azul grisáceo que indicaba ser la habitación donde doctores enfermos trataban de curar algo que no estaba padeciendo, donde me obligan a hablar, mostrar; mirar y realizar lo que ellos pedían para obtener un diagnóstico, un diagnóstico falso.

El enfermo me coloco sobre el frío piso frente a dos sujetos altos de batas blancas reconocía a uno, Blake, pero el que yace a su lado no me parece familiar.

-Hola Jessica- saludo el doctor Blake -Él es el doctor Alex

-Quizá no me conozcas, me uní muy reciente a tu caso- informo -Pero estoy muy feliz de formar parte de tu sanación, estoy muy seguro que podremos resolver el problema

-Yo no necesito ayuda- musite. Agobiada por tanta palabrería de su parte

- ¿Qué dijiste? No escuche muy bien- rio algo avergonzado por lo que solo pude regalarle una sonrisa diminuta algo falsa

-En vista de que no vas a responder- hablo Blake detrás del doctor Alex -Iniciemos con lo que tenemos planeado para ti

Desabrocharon las hebillas de la camiseta, el doctor Alex la retiró de mi cuerpo dejándome solo con una camisa de tirantes y en ropa interior.