"Heridas"

Trato especial

[Capítulo Corregido]

(POV Escritura)

Se observa al espejo con admiración, pero a la vez con rareza ya que no recordaba hace cuanto tiempo se había puesto un traje demasiado elegante por lo general viste la misma ropa el hospital, se siente como si fuera al altar de nuevo y a lo lejos logra divisar a su esposa sentada sobre la suave cama colocándose sus tacones que hacen juego con el precioso vestido blanco que lleva puesto.

Se aproxima a pasado veloz dispuesto a envolverla en un cálido abrazo, la rubia de manera inmediata se levanto en busca de su bolso pese a que este solo se encontraba detrás de ellos. El jarrón siendo azotado con fuerza la asusto.

-Maldita sea- exclamo exasperado - ¿Qué te sucede?

-No quiero que me toques, no quiero que me beses- respondió molesta sin si quiera mirarlo

- ¿Es por esa chica? – pregunto riendo

-No es cualquier chica y lo sabes ¿Cómo pudiste hacer algo así? – le pregunto tapándose el rostro

-No tenía otra salida, Josh es mi amigo de toda la vida- exclamo -No podía darle la espalda

-Basta. No tiene caso que siga hablando contigo sobre esto- suspiró cansada -Vámonos o se hará tarde

La mujer se levanto del pequeño asiento tomando su bolso como si su vida dependiera del objeto, se miró al espejo asegurándose de que su maquillaje se mantuviera intacto y acomodo con torpeza su cabellera dorada, fue entonces cuando se arrepintió de todo, se arrepintió de haberlo apoyado, se arrepintió de volver a amarlo, se arrepintió de haber deseado un hijo con ese monstruo de hombre. Esta tan arrepentida de todo que la culpa la carcome día con día.

La pareja subió al lujoso auto manteniéndose en un doloroso e incomodo silencio que lograba perforar sus emociones hasta el grado de reventar en llanto, Blake tomo la mano de su mujer y esta no hizo nada para impedirlo, solo desvió su mirada la ventana observando el nublado día mientras que una lagrima rebelde resbala por su rojiza mejilla.

-Lo siento Dalia- musito el mayor -Lamento tanto que tengas que pasar por esto, pero aunque quiera detenerme no puedo hacerlo

-Quiero el divorcio- habló, con la voz temblorosa y retiró su mano de entre las de él para limpiar su mejilla y mirarle -No quiero estar más contigo

-No tomes el camino incorrecto- susurró

-Lo tomé cuando decidí casarme contigo aún sabiendo el tipo de persona que eres- contrataco -Tú no me amas, solo amas lo sumisa que soy ante ti

Nuevamente llevo su rostro a la ventana ignorando por completo a su esposo y tratando de mantener el nudo en su garganta, pero faltaba algo que decir.

-Yo te amé tanto que incluso abandoné mi sueño por ti, por estar a tu lado- confesó adolorida -Yo lo di todo por ti y recibí asquerosas migajas de tu parte