Capítulo 6

362 63 9
                                    


Escuché que alguien tocaba la puerta, probablemente dormí 15 horas seguidas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Escuché que alguien tocaba la puerta, probablemente dormí 15 horas seguidas. Era sábado y la luz entraba por mi habitación iluminando todo.

—Pase— dije levantándome y buscando una goma para el pelo.

—Hola, cariño— saludó mi mamá caminando hacia mí. —Quédate ahí me sentaré a tu lado— dijo sentándose en mi lado de la cama.

—¿Cómo estás? —me preguntó acariciando mi pelo. Si hay algo que valoraba de las personas es que me preguntaran como estaba, era para mí algo muy especial.

—No lo sé mamá— explique agachando la cabeza. A ella no le mentiría.

—No estas enferma Nahir, cuéntame que te tiene preocupada, jamás te juzgaría.

—Prométeme que no le dirás a nadie— pedí alzando mi pelo en un rodete.

—Lo prometo— respondió mirándome preocupada.

—Vi a Isaac— dije tratando de mantener el llanto en mí. Yo no lloraba. Nunca.

—¿Y te habló? — preguntó apretando los labios en señal de nerviosismo.

—No porque corrí, corrí y me escape como una cobarde, como si la que se equivocó en esta vida haya sido yo y no él— respondí mientras una lágrima recorrió el rostro de mi madre.

Sentía más dolor el ver a mi madre triste que el propio dolor de haber visto a Isaac.

—Estoy cansada de huir de no salir de encerrarme por temor.

—Él no te hará más daño— respondió colocando una mano sobre mi mejilla.

—Por más que no sería más capaz tengo miedo de verlo no puedo pensar con claridad mamá, mi vida no es mi vida si él está aquí presente siento que nada de lo que hicimos sirvió— respondi desganada y cansada.

Mi mamá estaba tan triste y mi vida se volvía negra por dentro. Estaba empezando a ser lo que era hace 5 años, estaba empezando a sentir nuevamente que mi vida no tenía sentido alguno.

—Tú no sabes lo importante que eres para mí. Solo quiero verte feliz, yo no sé qué decirte— negó con la cabeza.

—Para mí no es fácil decirlo, pero desde hoy todos los días que salgas me quedaré con un pesar profundo de no saber si voy a volver a verte.

Escuchar eso me hizo darme cuenta de que lo que muchas veces pensamos que está cerrado en nuestras vidas, puede abrirse en cualquier momento.

—Ayer salí con Damián— mencioné secándole las lágrimas con mi dedo pulgar.

—Yo sé que no se llevan bien, pero sal con él, sal con Alice, conoce gente nueva tu vida nunca debería acabar por tu pasado— mencionó suavemente.

Nahir | Completa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora