Colder✅ [Libro 1]

39. Jugada maestra

Entrenar al clan era un trabajo de tiempo completo, en parte agradecía que la tarea me fuera asignada, eso ocupaba la mayor parte de mi tiempo y me distraía de llevar mi mente a lugares oscuros. Algo que Arion no estaba consiguiendo en absoluto, la mayor parte del tiempo lo pasaba encerrado en el despacho de Athan leyendo cualquier cantidad de libros...una y otra vez.

Delegó en mi y Dick la mayoría de las tareas de preparación y solo daba la cara para evaluar los progresos, y no era una muy amistosa cara que digamos. Sus ojos comenzaban a hacerse oscuros y cada vez estaba más débil, el capullo no solo estaba muriendo con la culpa, también se estaba matando de hambre.

Mientras nosotros atontábamos adolescentes en pequeñas fiesta, él se limitaba al ayuno indefinido, cada vez le costaba más incluso moverse nuestra velocidad común. Val había intentado convencerlo un par de veces de tomar sangre en pequeñas dosis como nosotros pero solo se negaba y desaparecía.

Athan, el único miembro activo del consejo, había partido quien sabe a dónde, eso ya era usual en él. Pero en el clan comenzaban a preocuparse de que así como habíamos perdido al consejo, pronto también termináramos sin líder.

—Tienes que parar con esta mierda —a modo de saludo una daga curvada abandonó la mano de Arion girando en el aire y clavándose en la puerta justo al lado de mi cabeza—. Ahora.

—Nada, leí todos los malditos diarios y nada, no habla sobre híbridos. Tampoco sobre inestables, hojas y hojas de historias balurdas del gran Vriklas ¿A quién carajos le importa si conociste a Jesucristo?

—Deberías entregarlo al Vaticano —me senté jugando con la daga entre mis manos.

Su empuñadura tenía piedras incrustadas y la hoja era curva con dos grandes letras grabadas H.V.

—Nah, que sigan considerando perfecta su historia —tiró a un lado el diario—. ¿Tienes algo nuevo?

Me encogí de hombros.

—Un par de parciales vigilando, Dick se ha hecho cargo. ¿Dónde es que está tu amigo amante de los panes? —levantó una comisura de su boca insinuante. Giré mis ojos—. Se supone que nos adiestraría para canalizar y viendo como esos cegados fallaban estrepitosamente al ocultarse no le tengo mucha fe.

—La fe es para creyentes —murmuro distraído—. Ashton tiene ceguera parcial como la mayoría de sus lacayos, solo son su distracción, la cabellería vendrá después. Se supone que Eithan es su "Entrenador" Sin embargo, él solo aplica lo suficiente para dejar vulnerable a su pequeño ejército sin ser descubierto en el proceso.

—La pregunta aquí es ¿Cómo sabes que no está haciendo lo mismo con nosotros? ¿Qué juega limpio? Hasta ahora los únicos objetivos que ha mostrado son rescatar a quien quiera que Ashton tenga de su familia y por lo visto no teme pisotear a nadie para conseguirlo.

Seguí jugando con la daga mientras veía a Arion despeinar su cabello.

—Es nuestra única opción, debemos confiar.