Colder✅ [Libro 1]

41. La preparación (Parte II)

Por una de mis lectoras mas fieles. Espero que hayas tenido un gran cumpleaños bebé.

Mmm sabe bien.

Eso me hubiera gustado decir.

Las arcadas llegaron en oleadas, incluso me mareé al ver y oler aquel líquido. Nunca tuve tantas ganas de gritarle a Ashton que me llevara lejos, muy lejos de esa cosa. Beberla no fue mucho mejor, es que es imposible que esto pueda agradarle a alguien; vampiro o no.

Eithan giró los ojos en cuanto me vio casi morir ahogada con el primer trago.

—Estas desperdiciando sangre fresca —dijo serio—. Es como escupir la ostia frente al padre en la misa.

Lo miro a través de mi cabello, estaba sudada y tenía lágrimas en los ojos, mi actitud rozaba el drama, eso ya comenzaba a notarlo.

—Eres muy idiota ¿Lo sabes?

—Sí, me lo dicen mucho —revuelve sus rizos, exasperado—. Necesitamos esto, le dije a Ashton que esto aliviaría tu dolor, sin embargo, hace mucho más; tu parte vampiro lo va aprovechar al máximo, podrás aprovechar lo que sea que hagas sin morir en el intento.

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces me había dicho eso, había olvidado incluso como respirar de forma regulada. Volví a armarme de valor, esta vez logre hacer que aquello bajara por mi garganta; esperé...sospechosamente mi estomago lo aceptó, y fue como si el viento de la rosa de Guadalupe hubiera bajado el calor de mi cara, de inmediato quise más y antes de darme siquiera cuenta ya ve había acabado toda la botella.

—Ves que no era tan difícil.

—Vete a la mierda.

La energía me recorría, mi visión no estaba nublada, no estaba adolorida. Mis manos temblaban, era como si todo el poder fuera a parar ahí. Incluso sentía una ligera sensación de euforia.

—¿Por qué me diste esto ahora y no antes de salir? —cuestiono.

—Porque Ashton vendrá a supervisar y necesitamos drenar bastante de ti para que no parezca que acabas de meterte un chute de heroína como ahora.

—Todo se enfoca.

No puedo dejar de mirar alrededor como una lunática.

—Sí, si todo es más claro y tiene más color —hace un movimiento despectivo con la mano—. Ahora golpéame.

—¿Qué te qué?

Me dio "La mirada" a veces creía que él pensaba que soy estúpida, sobre todo cuando me miraba de aquélla forma.

Así que no lo pensé una vez más y lo ataqué, se hizo a un lado grácilmente y yo casi caigo de boca.

—Puedes hacerlo mejor, siéntelo, concéntrate en el poder. Canalízalo y luego suéltalo con fuerza —respira hondo mostrándome y lo imito.