10: Jaemin

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3 meses de embarazo

Había algo raro sucediendo cada vez que me miraba a un espejo. Un espejo roto ¿O era yo quién estaba roto?

Dejé de comer. Taeil Hyung seguía amenazando con decir la verdad si mi peso no dejaba de bajar. Pero él no entendía lo difícil que era esconder esta pequeña panza. Estaba tan débil que la piel se me erizaba al desvestirme. Estábamos entrando en verano, la primavera se había marchado junto a las bonitas flores, sin embargo, mi corazón seguía congelado como en invierno.

La regadera estaba encendida, el vapor llenando la habitación, y mis manos deshaciéndose de las vendas que rodeaban mi abultado vientre y lo mantenían escondido.

Nunca creí que haría algo como esto. Le dije a Yukhei que se lo diría a mamá enseguida, pero una parte de mí, una tonta y esperanzada parte, creía en la posibilidad de escapar.

Además, temía que al decirlo esto despertaría dudas en la manada. Me había estado cuidando de no ser visto al tomar sangre, también me había cuidado de actuar normal frente a todos.
Y de mantener fuera este insano deseo de salir corriendo cada vez que Yukhei intentaba algo conmigo.

Me duché, acomodé las vendas y me vestí antes de salir. Mamá estaba en la sala junto a Taeil hyung, ella pintaba un cuadro como regalo para mi nuevo hogar. La cabaña que Yukhei encontró para los dos estaba casi terminada. Incluso había hecho un bonito columpio para mi hij- nuestro... ¡Desde ahora es nuestro!

-¡Cariño, ven, mira mira!- mami levantó el lienzo para enseñarme el bonito paisaje que había creado. Era una montaña nevada, el lago congelado brillaba y la luna captaba toda la atención- Hmm, ¿Crees que está muy oscuro?

Sonreí.

-Es hermoso, mamá.

La sonrisa en su rostro comenzó a agrandarse y luego, a decaer. Vi la pequeña nariz femenina arrugarse y su mano tomó la mía olfateando la piel de mi brazo.

Oh Dios. Incluso los ojos de hyung se agrandaron.

-Jaemin... Tú hueles...

Me alejé de ella metiendo las manos en los bolsillos de mi gran hoodie. El ardor viniendo al instante a mis mejillas. Ella no podía descubrirme de esta manera, yo necesitaba decírselo. Pero tenía tanto miedo, mi corazoncito latía de prisa y quería caer al piso, abrazar mi pancita y llorar.

-¡Debo ir con Yukhei, nos vemos mamá!

Corrí fuera de la casa. El tormentoso aire trayendo un aroma a tierra mojada incluso antes de la lluvia. Mis piernas estaban débiles pero tenía que alejarme rápidamente, aun temía que mi madre viniese detrás de mí a sonsacarme la verdad.

Hasta que miré el cuerpo fornido de mi hermano acercarse con prisa. El rostro lo llevaba contraído y sus ojos brillaban como los de un alfa enojado.

-¡Jaemin!- gruñó apresando mis hombros. Le miré desde abajo y sus garras rasgaron la tela de mi ropa- ¡Taeil...! ¿¡Donde está!?

-¿Q-qué?

-¡Jaemin, concéntrate, algo anda mal!- sus manos me soltaron de a poco. Parecía irritado, casi asustado. Era la primera vez que le veía a punto de llorar-. Nana... lo siento en el pecho... algo está sucediendo.

Asentí. Tomé su mano y señalé el camino por el cual yo había venido.

-Regresemos a casa.

Me paralicé en la entrada. John entró arrancándose los mechones de cabello. Mucha sangre, muchos gritos, mucho llanto... todo de la misma persona.

Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora