Ice Cream l Emiliaco

Capítulo 3. 🍦

Venganzas. 

E M I L I O

Habían pasado cuatro días de que había estado cerca de mi omega, después de que no la encontré regrese a mi departamento, ni siquiera volví a donde estaba la chica con olor a galleta y café. Lo primero que hice fue dormir y al día siguiente salí de viaje con Emma y Diego, aunque sabía que mi omega estaba en la ciudad.

Durante el viaje algunas chicas coquetearon conmigo y a todas las rechace, no estaría con alguien ahora que encontré a mi destino. Además de que no podía dejar de pensar en su dulce aroma.

Mis amigos notaron el cambio y comenzaron con su interrogatorio, no conteste a ninguna de sus preguntas hasta que Emma preguntó '¿Eres gay?'.

Debido a su insistencia y conclusiones erróneas, me vi obligado a confesar que había encontrado a mi omega. Se quedaron en silencio unos segundos y después comenzaron con los gritos y reclamos, alegando que como mis mejores amigos debieron ser los primeros en conocerla.

Les explique la situación y ellos me tranquilizaron dándome mil excusas sobre su huida, al final regresamos con un Diego un poco triste pues ahora más que nunca quería conocer a su omega.

Me encontraba en mi departamento, había quedado en salir con unos amigos –no tan amigos-, habían dicho que querían presentarme a una nueva amiga y yo le pedí a Diego que me acompañara porque a veces lograban sacar lo peor de mí.

Mi celular marco una nueva notificación, era Diego avisando que ya estaba abajo, tome mis cosas y baje por las escaleras notando a mi amigo casi acostado en uno de los sillones de recepción.

- ¡Chinoooooo! - me avente hacia él mientras gritaba el apodo que le puso Textos por el tamaño de sus ojos.

- ¡Choloooooo! - así me decían Diego y Textos, según por la forma en la que me vestía y hablaba- Oye y ¿El párrafos? - reí por el apodo, a Emmanuel le gustaba que le dijeran Textos por alguna razón desconocida, pero nosotros le decimos párrafos o bíblicos solo para molestar.

- No va a venir, sabes que él no se lleva con Roy y Renata, aparte tenía cosas que hacer. - nos paramos del sillón y caminamos a mi auto.

- Yo tampoco me llevo con ellos, o bueno ya no. Y aun así me obligaste a venir - reclamo. Diego dejo de juntarse con ellos porque Roy se metió con una de sus novias

- Y te lo agradezco, aparte el rencor es malo. - él rodo los ojos y ambos entramos a mi auto- Y el lugar es una heladería que está cerca de dónde estaba mi omega, serías el primero en conocerla.

- Sólo voy por eso. - dijo emocionado y yo reí.

Maneje por 10 minutos, cuando llegamos ya estaban todos -a excepción de Renata- afuera esperándonos, me estacione y baje del coche junto a Diego, nos acercamos a saludamos. Diego evitó a Roy y este solo reía, sin culpa alguna.

- Renata ya viene, es que paso por María. -Pao nos dijo a todos mientras veía su celular, yo los miré confundidos

- María es nuestra nueva amiga. - contestó Marín y Roy dio un suspiro parecido al que yo soltaba cuando pensaba en mi omega, ¿Será que...?

Diego y yo fuimos de los primeros en entrar, nos dirigimos al mostrador sin esperar a los demás y pedimos nuestros helados, el Chino pidió uno de vainilla y yo uno de chocolate, el chico que reconocí como un beta nos dio nuestra orden y fuimos a sentarnos con los demás.

- Diego vamos por los helados antes de que llegue el niño raro. - los primos se pararon y fueron a pedir los helados de los demás.

- ¿Raro? - me preguntó Diego y yo solo me encogí de hombros, tampoco sabía de qué hablaban.

- Es que la vez pasada nos atendió un chico omega y aparte era gay. - Marín regreso y nos contó la historia mientras hacia una mueca de asco

- No era gay. - la voz ronca de Renata sonó detrás de él, iba junto a otra chica a la que no le preste atención.- Y si era omega, pero uno muy lindo.

- Qué asco. - Roy iba llegando con los helados de los demás. Diego y yo nos volteamos a ver molestos, nos enojaba que hablaran mal de las personas. - Hola María toma te traje tu helado, es de chocolate- sonreí recordando a mi omega- Mira ellos son Emilio y Diego- nos presentó.

Yo levanté mi mirada y vi a la chica con la que estaba el día que encontré a mi omega, estaba tan concentrado buscando el olor de mi omega como para darme cuenta de su olor, una vez que cruzamos miradas ella me sonrió.

- Hola, no creí que nos volveremos a ver...¿Diego?- se sentó a lado de mí mientras ponía su mano en mi hombro, yo negué.

- Emilio. - ella asintió- Perdón por irme esa vez así, pero surgió algo importante. - sonreí ante el bonito recuerdo.

- ¿Se conocen? - hablo Roy en un tono brusco, recordé el suspiro que dio cuando Pao mencionó algo sobre una nueva amiga.

Mire a Diego de forma maliciosa y el negó rápidamente, podía ver en sus ojos que me recordaba a mi omega, pero las posibilidades de que la encontrara ahora eran mínimas.

- Si, es una chica muy linda y estábamos coqueteando. - regresé mi mirada a ella y solo me veía divertida- ¿Te gustaría retomar lo que dejamos pendiente? - ella asintió y sentía la pesada mirada de Roy, pero no me importaba, él le hizo eso a mi mejor amigo.

Sentí un olor a helado de chocolate y me emocioné, estuve a nada de despegarme de María que estaba cerca de mí para besarme, pero recordé que estamos en una heladería y que mi helado de sabor chocolate se estaba derritiendo en mi mano, por lo que pensé que era eso.

Me acerque más a la chica y ella tomo la iniciativa de besarme, el movimiento era brusco, no lo disfrutaba pero todo era por mi amigo.

El olor se intensifico, intente separarme de María, pero me tomaba por el cuello haciendo imposible poner distancia entre nosotros.

Sentí la desesperación de saber que mi omega estaba cerca, su olor era muy fuerte y se podía notar la confusión. Tomé las manos de la chica y las quite de mi cuello.

Me separe lo más rápido y cuando voltee me encontré a un chico con el ceño fruncido y a una pareja detrás de él que lo miraban confundidos.

El olor a helado de chocolate se intensificó haciéndolo un poco desagradable, estaba sentado en la mi silla sin saber que hacer.

Había encontrado a mi omega.

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Nos leemos luego.