- Encontré a mi alfa. - dije de la nada.
Mi madre dejó caer un vaso que afortunadamente era de plástico y mi hermana se ahogó con el agua que estaba tomando. Ambas me miraron de mala manera.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no digas las cosas import...
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J O A Q U I N
- ¡Joaquín, hijo! Voy a salir, ya puedes irte y no te preocupes no te lo descontare. - la señora García estaba muy arreglada.
Se acerco a los pocos clientes que había dándoles una disculpa y diciendo que la heladería cerraría en ese momento, cuando llego con mis amigos -a quien ya conocía- se quedó hablando con ellos.
Yo baje del banquito y limpie lo poco que estaba sucio, para cuando termine los clientes ya se habían ido quedando así solo mi jefa y mis amigos.
- Elaine, ¿Me das mi sudadera? Por favor. - todos me miraron y la mencionada me dio lo que le pedí.
- Felicidades Joaquín. - mire confundido a mi jefa- Tu destinado se ve que es muy amable y bueno- miro a Emilio con una sonrisa que fue correspondida.- Espero lo cuides mucho, - se dirigió a él- los cuiden mucho. Los Bondoni son como mis pequeños sobrinos que quiero mucho. - Diego y Emilio asintieron rápidamente.
Todos tomamos nuestras cosas y salimos, seguidos de la señora García quien cerro la heladería y con un movimiento de mano se despidió.
- Ren - me acerque a mi hermana y la abrace- Felicidades.
- Gracias y felicidades también. Diego es un encanto. - reí con ella.
- Creo que tendré que hablar y aclarar unas cuantas cosas con él.
- No te preocupes - Azul se acercó- Ya me encargué de eso, les dije a esos dos alfas que si lastimaban a nuestros pequeños Bondoni la pagarían muy caro.
- Entonces, ¿Qué vamos a hacer? -Niko se acercó junto a Elaine.- Aún es temprano y no quiero pasar tres horas en mi casa sin hacer nada. ¿Aceptan irse a perder el tiempo por ahí? - todos a excepción de Emilio asintieron.
- Yo, de hecho quería pedirle a Joaquín ir a pasar un rato juntos... A solas. - lo mire.- Si quieres, claro.
- Es un buen plan, deben de hablar sobre algunas cosas.- todos apoyaron la idea de Elaine.
- Entonces, ¿Vamos?- asentí y me acerqué a él.- Diego, ¿Qué vas a hacer?
- Me quedo con ellos.
- Bueno, paso por ti al rato que regrese con Joaquín. - Diego asintió y se fueron todos.
Caminamos en silencio por unos minutos sin vernos. Llegamos a un auto negro muy lindo y cuando la alarma sonó no evite saltar en mi lugar causando una risa de él.
- Sube. - abrió la puerta del auto y lo mire un poco desconfiado. - No te voy a hacer nada.
Finalmente subí y me dediqué a observar el interior, pequeños detalles grises y todo muy limpio. Lo vi rodear el auto y subir.
- ¿A dónde vamos?
- A mi departamento, necesitamos hablar y prefiero que sea en un lugar privado. Además no esta tan lejos de aquí. - asentí.
