Ice Cream l Emiliaco

Capítulo 6. 🍦

Violencia. 

E M I L I O

- ¡SUELTAME DEJA LE PARTO LA CARA A ESTE IMBÉCIL! - gritaba mientras pataleaba- ¡MALDITO! ¿CÓMO TE ATREVES? ¿QUÉ ACASO NO TIENES SENTIMIENTOS? ¿TU OLFATO ESTA DAÑADO?- Diego lo llevó al otro lado.

Mi omega se acercó a comprobar que su amigo estaba bien. Diego se acercó a mí con una sonrisa, me ayudo a levantarme y sentí la sangre que aun corría.

- ¡Oh Dios! - Diego cambió su mirada a una de preocupación, mi omega volteo y abrió ligeramente su boca al verme.

- Iré por el botiquín. - salió rápido.

Diego intentaba hacer que dejara de sangrar pero no lo lograba y se estaba desesperando. Niko, como lo llamaba mi omega, hizo una mueca al verme. Mi omega regresó con el botiquín en las manos cuando Diego estaba a punto de vomitar por tanta sangre.

- ¡Ven! - mi omega jalo de mi sudadera y Niko gruño obteniendo una mala mirada. – Inclínate.

Con una mano tomo mi cabello y con la otra tomo mi nariz esperando poder detener el sangrado, cosa que logro segundos después.

- ¡No lo entiendo Nikolas! ¿Cuántas veces te he dicho que la violencia no lleva a nada bueno? - estaba enojado pero se veía muy tierno- Por cierto, Elaine está afuera. - Niko cambio su postura y ahora se veía nervioso- Deberías ir con ella. - tomo algodón y le puso un poco de alcohol, mi mirada no se despegaba de él.

Era hermoso físicamente, sus manos son suaves y su voz es hermosa.

- ¡No me voy a ir de aquí! Mucho menos te voy a dejar solo con este imbécil. - mi omega lo volteo a ver feo.

- No le digas así. - no pude evitarlo y me sentí bien- Pero qué bueno que te quieres esperar quiero ver cómo va a reaccionar Elaine. - le dio una sonrisa burlona.

- ¿Cómo te llamas?- no aguante y pregunte, él volteo a verme borrando su sonrisa

- Joaquín- su nombre era hermoso al igual que él- ¿Y tú? ¿Y tu amigo?

- Emilio y él es Diego. – asintió.

Se puso de puntitas intentando alcanzar mi rostro para limpiar mis heridas, Niko y Diego soltaron una risa tierna. Yo puedo jurar que en este momento tengo cara de idiota porque es tan lindo.

- ¡Oh! – su teléfono sonó, parecía una alarma que apago poco después.- Mi turno ya va a empezar, ¿Niko puedes ayudarlo? - le estiro la mano con el algodón y él negó.

- No te preocupes, yo me limpio solo. – solo eran unos cuantos rasgos, que no dolían pero igual el negó.

- No salgamos, a ver si no quiere ayudarte. - lo miro burlón y tomo las cosas, abrió la puerta y nos hizo una seña para que saliéramos- ¡Elaine!

- ¡Maldito! - Niko maldijo por lo bajo y lo mire feo, él me gruño y Diego solo se reía, al final salimos.

Vi que todos seguían en la misma mesa y nos miraron confundidos, Niko y Joaquín estaban junto a otra chica en una mesa igual de grande como la de mis "amigos"

- ¡Mira Elaine! - mi omega me señalo con su dedito y Nikolas se alteró- Niko le pegó. - la chica volteo a ver a Niko bastante enojada y este le sonrió inocentemente- ¿Lo puedes ayudar a limpiarse? - le dio las cosas- Mi turno ya va a comenzar. - hizo un lindo puchero.

A pesar de que su actitud no demostraba tristeza en su olor aún se podía distinguir.

-¿Qué pasa bebé? ¿Estás bien?- Joaquín solo asintió y su amiga se paró a darle un abrazo. - No te preocupes, yo me encargo de que Nikolas repare lo que daño.

Joaquín asintió y se quitó su sudadera dejando ver la camisa blanca que llevaba puesta, tenía tirantes rojos y un moño negro. La camisa se ajustaba a su cuerpo dejando a ver lo delgado que era, mientras su cinturón marcaba la delgada cintura que poseía.

Le entrego la sudadera a su amiga y camino hasta el mostrador, tomo su puesto mientras veía le sonreía a su compañero. Tuve el deseo de quitarle la sudadera a su amiga pero sabía que mi posición no era buena.

- Bueno, yo soy Elaine, novia de Niko y una de las mejores amigas de Joaco. - nos daba una sonrisa amable.

- Yo soy Diego y él es mi amigo Emilio- ambos le sonreímos de vuelta.

- ¿Podría saber la razón por la cual le pegaste?- esta vez se dirigió a su novio con una mano en la cintura.

-Porque el imbécil...

Diego interrumpió a Niko parándose bruscamente. Volteo a todos lados y se veía desesperado. Lo miramos confundidos y cuando conectamos miradas lo supe, su omega.

Mi amigo volteo bruscamente hacia la puerta justo cuando entraron dos chicas, una de pequeña estatura con el cabello lacio. Fruncí el ceño pues tenía gran parecido con mi omega. Y detrás de ella, una más alta, rubia y de ojos azules. La más baja recorrió la heladería con la mirada y cuando menos lo esperaba mi amigo ya estaba a su lado.

Pareció que lo dudo un poco pero no tardó mucho en envolverla entre sus brazos, ella sonrió y lo sujeto también con fuerza.

Dirigí mi mirada a Joaquín y sentí envidia. Me hubiera gustado que nuestro primer encuentro fuera así.

No se olviden de votar, comentar, compartir si les está gustando y seguirme.

Nos leemos luego.