- Encontré a mi alfa. - dije de la nada.
Mi madre dejó caer un vaso que afortunadamente era de plástico y mi hermana se ahogó con el agua que estaba tomando. Ambas me miraron de mala manera.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no digas las cosas import...
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**Hay capitulo en Detalles sobre lo que paso antes de esto, no es necesario pero si quieren adelante.**
E M I L I O
Abro mis ojos y siento el abrumador calor de la playa.
Entre mis brazos esta mi omega profundamente dormido, siento su desnudes junto a la mía y recuerdos de la noche anterior me llegan.
El celo de un omega es difícil pero el de un alfa suele serlo aún más. Y no por dolor físico sino porque perdemos nuestra parte razonable y podemos llegar a lastimar a nuestra pareja o al omega que este más cerca de nosotros. Esta perdida suele traer problemas entre parejas, miedo en los omegas y culpa y remordimiento en los alfas.
Justo como en este momento, las muñecas de mi amado se encuentran rojas.
Me despego con él con suavidad -cosa que no tuve en el celo- y lo dejo abrazando una almohada, por el movimiento la sabana que nos tapaba se mueve y deja al descubierto su cuerpo.
Manos marcadas en su cintura, sus nalgas se encuentran rojas y en su cuello la marca fue abierta otra vez, siento las lágrimas llenar mis ojos y pronto comienzan a caer.
Recorro la habitación, lencería tirada en su mayoría rota, el bote de lubricante vacío y los otras cosas que usamos.
Con lágrimas aun corriendo entro al baño buscando la bolsa que tenía todo – bolsa que considero no debí haber traído- la tomo y antes de salir pongo a llenar la tina con agua caliente.
Suelto un suspiro y comienzo a limpiar el suelo, todo va directo a la bolsa sin importar el estado. La culpa no deja de crecer en mi cada que toco un objeto.
Una vez todo limpio la cierro y la dejo en el armario con la idea de no volver a usarla.
No voy a negar que fue una buena experiencia y lo disfrute demasiado, cada momento, cada orgasmo fue fascinante pero lastime a mi omega y no lo volveré hacer. No puedo poner el placer antes que el bienestar de mi bonito.
Y me siento enfermo al saber que disfrute algo que lastimo a la persona que más amo.
Regreso al baño y cierro la llave de la tina antes de que el agua comience a tirarse, le agrego unas cuantas cosas para hacer el baño mejor. Una vez listo vuelvo a la cama.
Antes de acercarme a Joaquín miro las esposas, las tomé y sin dudarlo mucho las partí en dos – no eran muy resistentes- cuando tuve dos trozos los lance sin una dirección en específico pero chocaron con la puerta e hicieron mucho ruido al impacto.
- ¿Qué paso? - Joaquín se sienta en la cama aun dormido pero alterado.- ¿Estas bien? ¿Qué fue eso?- se talla los ojos con las manos sin poder abrirlos bien.
- Perdón, no quería asustarte bonito. - me acerco a él y me siento a su lado.
- ¿Fuiste tu?- asiento con la cabeza- Si me espanté, creí que era cualquier otra cosa que podía dañarnos y no el amor de mi vida.