Capítulo 23: "Me picó un bicho"

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Capítulo 23: "Me picó un bicho"

Era sábado a la noche y hoy vendrían los padres de James a cenar a nuestra casa. No sé si se los he mencionado anteriormente pero sus padres son muy amigos de los míos y se conocen desde la Universidad. De vez en cuando nos juntamos en nuestras casas y pasamos una "noche entre amigos" como dirían ellos.

Así que a todo esto les hablo desde la ducha, ya que quedaba una hora para que llegaran, y necesitaba bañarme.

Cuando salí, elegí la ropa que me pondría, nada muy formal, me vestí con vestido suelto de color salmón. Peiné mi cabello, me calcé y bajé al living.

Justo cuando estaba bajando tocaron el timbre así que supongo que serán ellos.

- ¡Megan! ¿Puedes abrir la puerta? - Me gritó mamá desde la cocina. Wow esta mujer me sorprende cada día más. ¿Cómo supo qué ya estaba en la sala?

- ¿Cómo sabes que ya estoy abajo? - Le grité de vuelta mientras iba hacia la puerta.

- Intuición de madre Megan.

- ¡Estás loca mujer!

- ¡Te escuche!

- ¡Era la idea!

- ¡Ya abre la puerta infiernillo!

- ¡Voy!

Llegué a la puerta, la abrí, y tras ella se encontraban los señores Stevens con sus características sonrisas de siempre. La señora Stevens se abalanzó hasta mí y me abrazó.

- ¡Oh! Pequeña Meg, que linda estás cariño, hacía mucho tiempo no nos veíamos.

- Hola Señora Stevens. ¡Es verdad hace mucho tiempo si! - Me dedicó una amplia sonrisa.

- ¿Cuantas veces tengo que decirte que me llames Esther?

- Lo siento. ¡Pasen! – Me sonrío amablemente y fue la primera en entrar.

- ¡¡Meg!! Que linda estás. - Habló el señor Stevens y me revolvió el cabello.

- Muchas gracias. - Me sonrojé y él siguió a Esther hacia adentro de la casa. Así que mi mirada enseguida se desvió hasta la persona que quedaba.

- Hola.

- Hola. - Me contestó James y me dio un beso en la mejilla, rozando la comisura de mis labios. Enseguida lo mire con una ceja arqueada, el se encogió de hombros y pasó a la casa.

Bien. Eso fue extraño. No me habla hace días vaya a saber una porque, ¿y ahora hace esto? ¡Ay! ¡Hombres! ¿Por qué son tan complicados?

Estaban todos en el living hablando animadamente, nuestros padres tenían sus típicas charlas recordando su tiempo como adolescentes, de cuando iban a la universidad, mientras que Tyler y James se encontraban en el otro rincón de la sala también hablando. Y por último yo los observaba desde la distancia. Estaban tan concentrados en su conversación que no se dieron cuenta de mi mirada sobre ellos. Automáticamente me centré en James, lo he dicho mil veces, pero no me canso de decirlo: es hermoso. Y desde aquí podía concentrarme más en sus rasgos. Literalmente tiene una cara perfecta, ojos verdes, labios grandes y carnosos, su precioso cabello lacio de color castaño que contrasta perfectamente con sus ojos. Todo de él es precioso.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando James me devolvió la mirada de forma intensa pero la corrió enseguida. De alguna forma su rechazo me molestó.

Luego de un rato, mi madre me pidió que fuera a buscar algunas botellas de vino al depósito y le dijo a James que me acompañara.

Fuimos en silencio pero podía sentir que me seguía muy de cerca. Llegamos y abrí la puerta del depósito.

Estaba bastante tensa ya que mientras buscaba las botellas James no me sacaba la mirada de encima, la sentía como si me atravesara la piel. 

Demoré unos 10 minutos buscando hasta que las encontré.

- Ya las encontré. - James asintió con la cabeza así que supuse que no tenía nada que decir. - Bueno vamos. - Empecé a subir las escaleras hasta que sentí que me agarraba del brazo. - ¿Qué?

- ¿Por qué estás a la defensiva? - Arqueé una ceja. ¿De verdad me preguntaba eso?

- No estoy a la defensiva. - Me alejé.

- Entonces porque te alejas. - No pude retroceder más ya que choqué con la pared.

- Me alejo porque.... porque... - No sabía que decir sinceramente. - Porque me incomodas.

- ¿Estás incómoda? ¿O nerviosa?

- No estoy nerviosa.

- Si, lo estás. Si no lo estuvieras no te alejarías cuando estás a solas conmigo. - Iba a contestar pero no sabía que decir.

- ¿Sabes por qué me alejo cuando estoy contigo? 

- ¿Por qué?

- Porque me confundes. Porque no puedo estar cerca de alguien que cuando quiere se acerca y cuando quiere se aleja. - Lo dije. Estaba enojada.

- ¿A qué te refieres?

- A qué no te entiendo James.  Simplemente no te entiendo. Vienes cuando quieres. Intentas avanzar conmigo pero a los días vuelves a retroceder. ¿Entonces para qué quieres que esté cerca de ti?

- ¿Justo tú me vienes a preguntar eso?

- Sí, por algo te estoy preguntando, ¿no lo crees? 

- ¿Entonces por qué no te preguntas por qué eres tan negadora?

- No soy negadora.

- Si lo eres. Cuando yo me acerco a ti lo único qué haces es tratar de alejarte. Entonces no me lo digas solo a mi si tú también lo haces.

- Si, lo hago. Pero por lo menos no vuelvo a ti solo cuando tengo ganas. - Bien, ya estaba totalmente enfadada.

- Sabes que lo nuestro no es tan fácil Megan. - Se acercó mucho más a mí, estaba a milímetros. - ¿Qué vamos a hacer con esto?

- ¿Lo nuestro? ¿Realmente hay un lo nuestro? - Le dije acercándome mucho más. Estábamos tan cerca y cuando íbamos a juntar nuestros labios.

- ¡¡¡Megan!!! ¡¡¡James!!! ¡¡¡Suban!!! ¿Ya encontraron las botellas? - Gritó mi madre. Amo a esta mujer, pero en este momento la estoy odiando.

James se separó rápidamente y salió sin decir más. Volvimos en silencio hasta el comedor, yo llevaba algunas botellas y James otras.

- ¿Por qué demoraron tanto? - Preguntó Tyler.

- No encontrábamos las cajas con las botellas. - Mentí.

- Que raro hija... estaban a la vista. - Contestó mi madre con cara pícara, mientras se daba una mirada cómplice con Esther. 

- Pues no las vimos.

- Ok. - Continuamos la cena mientras nuestros padres conversaban. James se encontraba sentado a mi lado y mi hermano del otro lado. Estaba sumida en mis pensamientos mientras comía cuando siento una mano subiendo por mi muslo. Enseguida me exalté. Miré hacia abajo y pude notar la mano de James. Lo mire y me miro divertido mientras yo lo fulminaba con la mirada. Siguió su camino hasta mi parte íntima por encima de las bragas y ahí si me alarmé muchísimo. Agarre su mano con la mía para detenerlo e hice un movimiento raro con mi cuerpo así que llame la atención de todos.

- ¿Pasa algo cariño? - Preguntó papá.

- No... - A esta altura estaba que me moría de los nervios. - Es que me... me picó un bicho. - Parecieron creerme, mire disimuladamente a James y estaba que se partía de la risa, mientras que yo soltaba el aire que tenía contenido.


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Hola!! Como están? Por aquí les dejo un nuevo capítulo, espero les este gustando la historia. Dejen sus comentarios, de verdad eso lo aprecio un montón! Sigan votando!! 😻

-Lu.

¿Podemos ser?Where stories live. Discover now