¿Podemos ser?

Capítulo 42: "Me siento rara"

Capítulo 42: "Me siento rara"

POV Sydney

La pregunta de Megan me había tomado desprevenida, jamás me hubiese imaginado que iba a decirme aquello. Me removí incómoda en mi lugar. Y pensé antes de contestarle, ya que ni yo misma entendía lo que me pasaba.

- ¿Por qué lo preguntas? - Dije nerviosa.

- No me contestes con otra pregunta. - Me contestó.

- No me gusta. - Meg arqueó una ceja.

- No te creo nada. ¿Sabes que puedes confiar en mí verdad?

- Lo sé, y créeme, no es que no confíe en ti, simplemente... es que yo tampoco sé lo que siento.

- Oh, sí, te entiendo. Es difícil darte cuenta de lo que sientes por alguien. Créeme. Yo estuve mucho tiempo para admitir lo que sentía por Ja...- Pareció alarmada y se corrigió enseguida. - Por alguien... - Así que a la pequeña Meg le gusta alguien, bueno por lo menos no soy la única.

- Si, es complicado. Yo... no lo se. 

- ¿Quieres hablar sobre eso? - Preguntó.

- Esta bien. - Me hizo una seña para volver a sentarnos y lo hice.

- Bien. Soy toda oídos.

- ¿Por dónde empiezo?

- Te diría por el principio pero creo que es mejor que lo hagas por donde te sientas más cómoda.

- Hace un tiempo que me siento un poco... rara. - Comencé diciendo.

- ¿Rara? ¿Rara como? ¿En qué sentido? - Oh por dios Megan, tu sacaste la conversación ¿y no sabes el sentido? Pensé entre mi.

- Empecé a ver, sentir cosas que no sabía que sentía. - Me hizo un gesto para que prosiguiera. - No sé cómo explicarlo ya que no lo tengo claro aún. Pero... es como si sintiera una pequeña atracción por Ruby que antes no me pasaba ¿Entiendes?

- ¿De verdad piensas que es pequeña?

- ¡Oye! - Le di un manotazo en el brazo y ella rió. - De todo lo que te dije, ¿escuchaste solo el pequeña?

- Lo siento, pero debo prestar atención a los detalles. Ahora si me pongo seria. Y... ¿lo hablaste con ella?

- ¿Estás loca? ¡Claro que no! - Me alarmé.

- ¿Y no te parece que hacerlo puede ayudar a que aclares lo que sientes?

- ¿Eso crees? ¿Y... si no siente lo mismo? ¡Ay no! ¡Qué vergüenza!

- ¿Y si siente lo mismo?

- No lo creo, ¡Ruby es más hetero que Luna!

- Eso puede ser discutible. En fin. ¿Ella ha tenido actitudes diferentes contigo últimamente?

- ¿Diferentes como?

- Si se te acerca más de lo debido y eso...

- Para ser sincera no he prestado atención.

- ¡Entonces presta atención! ¿Cómo no vas a tenerlo en cuenta? - Me encogí de hombros.

- No lo sé.

- A partir de ahora ten en cuenta esos detalles y luego me dices. ¿Te parece?

- Si.

- Genial. Ahora vayámonos o sospecharan. - Me reí.

- Ok.

Y así nos fuimos hasta nuestras respectivas clases.

Cuando llegué a mi salón, me senté junto a Ruby como ya es costumbre. Todavía me daba vueltas en la cabeza mi conversación con Megan, y más teniendo a menos de un metro de distancia a la persona que me provoca todo esto.

Intenté mantener la calma y actuar normal.

Así pasamos el reto de la mañana hasta que llegó la hora de la práctica de porristas, así que con mi hermana y Ruby nos encaminamos hasta la cancha.

Cuando llegamos ya estaban todas así que empezamos.

Hicimos las cosas básicas, como calentar, estirar, hicimos piruetas, trucos entre todas, en el mini recreo de 5 minutos observamos a los chicos en su entrenamiento y bueno todo normal.

Estaba haciendo un split lateral, pero algo se me estaba complicando, así que pedí ayuda. ¿Quien piensan que podría ayudarme? ¡Redobles de tambores por favor! Ruby.

- Syd tienes que acomodar tu cadera hacia adelante sino no, no podrás hacerlo. - Me dijo al llegar hasta mi.

- ¿Así? - Lo volví a intentar. 

- No, espera que te ayudo. - Me agarró de la cadera y me acomodó ella, no se si fue una sensación mía o pude sentir que lo hacía a propósito. Lo hizo muy lentamente y con cuidado. Al terminar me miró fijamente como si quisiera decirme algo pero solo sonrío y se fue.

Cómo 30 minutos después, el entrenamiento terminó y fui rápido a cambiarme. Hoy mi hermana no se iba conmigo así que tendría que irme sola.

Ya había llegado a la salida del colegio cuando sentí que un auto conocido frenaba a mi lado. Bajó el vidrio y Ruby se asomó por la ventana.

- ¿Quieres que te lleve? - Preguntó. Dudé antes de contestar, no me parecía tan buena idea, pero cómo siempre hablo antes de pensar lo que digo le contesté:

- Si. - Me hizo una seña desde adentro para que subiera al auto. Así que lo hice, abrí la puerta y me senté.

- ¿Por qué te fuiste tan rápido? Dijimos que nos íbamos juntas.

- ¿A si? - Me miró con una ceja alzada.

- Si. ¿No te acuerdas?

- No, lo siento. Estoy en las nubes.

- ¿Pero te pasa algo? - Ja si supieras...

- No... bueno si.

- ¿Y qué es? Tal vez pueda ayudarte.

- Si podrías si. - Dije para mí aunque creo que se escuchó.

- ¿Eh?

- Nada. Que no creo que puedas ayudarme.

- Pero... ¿De qué se trata?

- Me gusta alguien.

- Wow. Eso no me lo esperaba.

- ¿A qué te refieres?

- No a nada.

- ¡Ahora dime!

- Que a ti nunca te gusta alguien.

- ¿Perdón?

- Que a ti nunca te gusta alguien.

- ¿Y qué quieres decir con eso?

- Nada olvídalo.

- ¡Ahora dime!

- Bueno que a ti te guste alguien es raro, ya que lo único qué haces es tener sexo.

- ¿Y eso a ti en qué te afecta?

- En qué no me gusta... - Y hasta ahí lo pude escuchar porque lo siguiente lo dijo en más bajo.

- Bueno pues no tiene porque gustarte. - Trató de disimular lo que había dicho y siguió hablando.

- Pero dime la verdad. ¿Cuando te ha gustado un chico? - ¿Me está diciendo que no me puede gustar alguien?

-¡¿Y quien dijo que era un chico?!

- ¿Te gusta una chica?- Justo habíamos llegado a mi casa.

- Chau Ruby.

- ¡No espera! - No pudo continuar hablando porque ya había bajado del auto y cerrado la puerta en su cara.

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Hola!! Nuevo capítulo! Espero les guste! No se olviden de votar, me ayudarían mucho!! 

- Lu.