Capítulo 38: "Fin de semana- parte 2"

82 7 2
                                    

Maratón 1/3

Capítulo 38: "Fin de semana- parte 2" 

Después del día en el parque, volvimos a la casa. La verdad me encantaba pasar estos momentos, son tan especiales para mi. Estar juntos sin tener que ocultarnos, era realmente increíble. Aunque bueno, debo admitir que la sensación de poder ser descubiertos, es loca, pero a la vez, divertida. Sí, lo sé, ¿Quién pensaría que sería divertido? Para mi lo es. Aunque no me mal entiendan, no quiero que se sepa, por lo menos por un tiempo más.
En este momento estábamos acostados en la cama abrazados, mirando una película. Mirar películas, se está volviendo una costumbre para nosotros.
Mientras mirábamos, James me acariciaba el cabello, admito que amo que haga eso, me tranquiliza.

Para ser sincera no le estaba prestando atención a la película, estaba tan concentrada en James y sus caricias que dejé de tomarle importancia a la televisión. Me encanta verlo, su perfil, y todo él, es tan perfecto.

Creo que noto que lo estaba mirando como acosadora, porque volteó a verme y me sonrió, eso fue todo lo que necesitaba para abalanzarme hacia él y besarlo.

Comenzó con un beso lento y lleno de amor, nuestras lenguas se entrelazaron en una danza increíble, luchábamos por quién de nosotros tendría el control, y creo que James me ganaba en esta ronda.

En un descuido de su parte me subí a horcajadas y volví a besarlo. Podía sentir su manos recorriendo todo mi cuerpo, con mucha calma, que la verdad me desesperaba un montón. Sus traviesas manos se introdujeron bajo mi remera, subiendo y bajando por mi columna, provocándome escalofríos.
Cuando llegaba al broche de mi sostén jugaba con él, pero no avanzaba más de ahí, lo hace a propósito, estoy muy segura. Así que si él quiere jugar, pues juguemos.

Lentamente fui bajando mis manos hasta su pantalón, e hice exactamente lo que él hacía conmigo, jugaba con el botón de sus jeans, se que lo estaba desesperando porque lo sentía en su tacto.
Ambos estábamos jugando con fuego. Pero no estaba dispuesta a perder. Así que continué con mi lenta tortura. Y pude tomar el control para que se sentara y poder quedar más cómodos.

Estábamos tan pegados que sentía su erección contra mi. Este momento era tan intenso que de verdad me abrumaba. Comencé a hacer movimientos circulares encima de él, y pude escucharlo soltar un gemido que fue silenciado por mis labios sobre los suyos. Iba a continuar con mis movimientos, cuando James se separó agitado y habló:

- Meg... - Paró para respirar. - Cariño...- Otra pausa. - Sabes que no tenemos que hacer nada que no quieras. - Trato de decir todo el enunciado sin entrecortarse. - Si no estás lista, esperemos, no me importa si no es ahora, solo quiero que te sientas segura y estés de acuerdo. - Muero de amor.
- Lo se amor. Gracias. - Le contesté dándole un corto beso en los labios.
- No tienes que agradecerme. - Me dio un beso en la frente y se levantó de la cama. - ¿Oye a dónde vas?
- ¿Quieres que me quede así? - Dijo mientras se señalaba la erección.
- Ups. Lo siento. - Dije mientras le sonreía y me sonrojaba. No sé qué pasa, hace menos de 10 minutos no me daba timidez. Entonces una loca idea pasó por mi mente, pero antes de poder procesarlo, ya estaba hablando.
- Amor. - Se dio vuelta y me miró con intriga. - ¿No quieres que te ayude con eso? Que no tengamos sexo no quiere decir que no quiera ayudarte. - Dije y trataba de ocultar mi cara más roja que un tomate.
- Eres adorable amor. Pero... ¿estás segura de que eso es lo que quieres?
- Si. - Dije sin titubeos.
- Pues entonces... yo encantado. - Dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Se aproximó a la cama y se sento a mi lado. - Relájate cariño.
- Esta bien. - Ahora sí comencé a dudar. Pero antes de que la timidez me ganara me subí nuevamente en él, desabroché sus jeans, los bajé junto con su bóxer, y se podía notar que su amigo necesitaba atención, o mejor dicho amigote. Wow. Ya lo había visto pero de todas maneras me parecía irreal. Créanme en verdad jamás había tocado un pene real en mi vida, estaba muy nerviosa. Sí, ríanse si quieren. Luego de eso no sabía qué hacer. Preguntarle me daba mucha vergüenza. - Y... - hice una pausa. - ¿Qué hago? - James me dio una sonrisa reconfortante y agarró mi mano guiándola hasta su miembro. Con su mano sobre la mía me iba mostrando lo que tenía que hacer, subía y bajaba sobre él. Escuchaba cómo comenzaba a hacer pequeños gruñidos, así que me motivó a seguir haciéndolo.
- Megan. - Gruñó en mi oído. - Más rápido. - Y le hice caso, seguí haciendo lo mismo pero esta vez a mayor intensidad. Sus pequeños gruñidos se convirtieron en gemidos y subían de tono más y más, hasta que sentí que ya estaba llegando al orgasmo, aceleré y en unos minutos se había venido en mi mano.

- ¿Estuvo bien? - Le pregunté temerosa, luego de unos minutos. 
- Increíble amor. Provócame erecciones más seguido así puedes bajármelas.
- Tonto. - Me levanté, fui hasta al baño y me lavé las manos. Volví con James, el cual ya estaba con la ropa en su lugar y me esperaba con una sonrisa brillante en sus labios. Estaba realmente contento.

.........

Nuestro hermoso fin de semana en Seattle estaba llegando a su fin y para terminarlo, James había decidido que vinieramos a dar un paseo por los muelles.
Me gusto mucho, caminábamos de las manos y apreciabamos el paisaje, los barcos, el agua, todo.
Nos paramos en una baranda a descansar mientras mirábamos hacia el mar. No a cualquiera le parecería un lugar tranquilo, a mi por el contrario si, me generaba paz. Estábamos en un cómodo silencio. Hasta que yo quise preguntarle a mi novio algo que rondaba por mi mente estos últimos días.

- ¿Por qué te guste yo?
- ¿Qué?
- ¿Qué por qué te gusto yo?
- Lo siento, me tomaste desprevenido. - Pensó su respuesta un instante. - Wow, no es una pregunta que me esperara. Me gustas por todo cariño, tu forma de ser, no solo para ti misma, sino con los demás.
- ¿Pero por qué yo de todas las chicas con las que estuviste?
- Porque has sido la única que ha logrado que tenga que hacer algo más para poder estar con una chica. Normalmente cualquier chica quisiera estar conmigo y no tengo que esforzarme, pero contigo es todo lo contrario, no has sido fácil amor.
- Oh, que gracioso eres.
- Es verdad, con tu precioso carácter es difícil llegar a ti. Y más cuando pareces una bomba a punto de explotar cuando te enojas, eso es lo que más me gusta, aunque a veces causes miedo.
- Oye. Yo no soy así.
- Sí. Si lo eres.
- Oh no es porque tu me haces enojar.
- ¿O te hago sonrojar mejor dicho?
- Sí. También. Pero más enojar.
- ¿A si?
- Si. - Se acercó a mí y comenzó a hacerme cosquillas.
- Di que te sonrojas más de lo que te enojas.
- Jamás. - Continuó con las cosquillas y estaba que explotaba.
- Para. - Dije entre risas.
- No. -  Él también reía. Estaba a punto de contestarle cuando escuchamos unos truenos y a lo segundos comenzó a llover muy fuerte. Ambos nos reímos y salimos corriendo hacia el coche.

Íbamos riendo y jugando como tontos, parecíamos niños, las personas que pasaban a nuestro lado nos miraban raro, como diciendo: ¡Niños que hacen en la lluvia, resguárdense! Pero a nosotros nos encanta la lluvia. Así que continuamos bromeando, empujándonos con suavidad, girando, saltando y gritando como locos hasta llegar al coche.

- - - - - - - - - -

Hola a tod@s! Volví, voy a hacer un maratón de 3 capítulos seguidos, comenzando hoy! Si les gusta sigan votando y dejen sus comentarios 🤍
- Lu.

¿Podemos ser?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora