Indirectamente Destinados ✔️

Capítulo 6: Me Es Familiar.

Justo a las once de la noche, dos individuos se encuentran en el karaoke especial nocturno.
Mientras uno canta alegremente como si fuese un artista experimentado de renombre, el otro se mantiene al fondo con plante de pocos amigos y no es por menos, aquel susodicho de nombre Tarik detesta las canciones melosas o mejor dicho, cualquier sonido que no sea rock y para su desgracia a Lars le fascina todo lo contrario y muy relacionado al kpop debido a su nacionalidad asiática, y pese a vivir en Suiza antes de conocer a Lotto, nunca dejó de tener los mismos gustos.

—Anímate —juguetea Lars viendo el rostro de amargura de Tarik —. Ten, cantemos juntos la siguiente —le extiende el micrófono, el de ojos naranja al ver que la próxima canción es Dance The Night Away de Twice rueda sus ojos.

—No gracias, no canto taka, taka —se cruza de brazos y desvía sus mirada aborrecido.

—Le diré a Lotto que te arranque las extremidades y te amarre a un poste hasta que te vuelvan a crecer.

—Uh, ¿cómo sabes? Me fascina esa canción, es mi favorita —finge una enorme sonrisa tomando con ánimo el micrófono.

Para suerte del pobre vampiro mal encarado, la canción también tiene la versión de pronunciación para que se pueda cantar sin saber coreano.

—Dance the night away
Let's dance the night away (hoo)
Dance the night away
Let's dance the night away
You and me in this cool night, ah —cantan al unísono, Lars sonando excelente y Tarik aullando sin saber como cantar ese tipo de ritmo.

—Gracias —sonríe Lars a más no poder, cargando consigo unas bolsas llenas de ropa nueva que ha comprado en la tienda nocturna —. Sé que detestas muchas cosas de las que hago siempre, pero tu compañía es de mucha ayuda. Es más sincera que la mayoría de vampiros del imperio.

—Es porque todos te miran como la realeza y a mi me importa una mierda lo que seas.

—Ser el destinado de la líder no es fácil —admite.

—Claro, lujos a más no poder, respeto de todos, protección de la misma Lotto, intocable, uy si debe ser terrible.

—Después de años, no es lo mismo —sonríe con melancolía —. La fantasía de que los demás te miren como un rey, pronto se esfuma

—No importa de que se trate, siempre al pasar los años, todo se vuelve monótono, poco agraciado y hasta cierto punto desesperante —admite, mientras muchas situaciones de su cotidianidad le recorren la mente.

Lars iba a decir algo, sin embargo un peculiar aroma lo hace detenerse en seco.

Los ojos rápidamente se le tornan de un rojo opaco, aumentando sus sentidos por completo.

Ese aroma... Es la sangre de Bloody. Pero también hay otra, mitad vampiro, mitad humano piensa.

Inhala profundo para poder identificar de quién puede tratarse el otro olor.
Al darse cuenta la especie de la sangre, sus ojos vuelven a tornarse grisáceos, del asombro.

¿El destinado de Bloody? Se cuestiona a si mismo.

—Lars -lo llama Tarik.

—¿También lo sentiste? —inquiere a su compañero, el cual únicamente asiente, igual de anonadado.

Sin embargo la percepción de seres en la cercanía y un mal presagio obligan al mayor a reaccionar.

—Ya deberíamos irnos —informa Tarik al menor, mirando de reojo a su espalda.

—Por supuesto.

Para Lars resulta definitivamente increíble el haber percibido la sangre de Drycon, ya que fue asesinado hace diecisiete años y resultaba imposible que estuviese vivo, porque fue uno de los testigos cuando sus cenizas fueron arrojadas al lago lágrima.