La monotonía en la cotidianidad suele ser desesperante y Bell lo sabe muy bien, puesto que desde hace más de diez años su libertad ha sido reprimida por su padre sobreprotector, haciendo que el mayor deseo del chico sea romper la uniformidad en su d...
Una completa obscuridad envuelve todo el campo de ilusión, evitando que nadie pueda ver algo, pese a los agudos sentidos que todos poseen, a la vez que la negrura los paraliza, como si fuese un veneno.
Mientras más forcejea, Lotto, más inútil se vuelve su intento de librarse de la parálisis, pero todo aquello finaliza, cuando unas cadenas negras, destellantes en aura azul la envuelven sin delicadeza, dificultando su respiración, trayendole rabia e impotencia a la peliblanca.
—¡Te ordeno que me sueltes, maldito holgazán! —vocifera, retorciéndose.
Pero no obtiene respuesta y de un momento a otro, la negrura que envuelve el terreno, se torna en claridad, permitiendo divisar a Bloody en las mismas condiciones que Lotto, Delford ayudando a Runa y Eclipse soteniendo las cadenas de las dos primeras renivientas, mientras se acerca a Lars con su séquito a las espaldas.
—Larsi, Lars, me asombras, has retado a Lotto ¿es que ya no le tienes miedo a la muerte? —juguetea —. De mi parte te has ganado un helado —levanta el pulgar haciendo sonreír al menor —¿Quieres que te cargue? Es gratis —juguetea con sus cejas, y Lars asiente.
—¡Eclipse, te ordeno que me sueltes! —demanda la peliblanca, sin rendirse, aunque sabe que es inútil tratar de zafarse de las cadenas del peli azul.
—No seas maleducada, estoy jugando con Lars —se queja mientras, el de cabello gris se termina de acomodar en la espalda de Eclipse —. Además, no quiero —con señas indica a su séquito, tomar a las encadenadas y cargarlas, para evitar arrastrarlas, ya que en el momento que el peli azul, suelte las cadenas, los artefactos perderan su fuerza y efecto, permitiendo a las renivientas liberarse y es lo último que desea.
—¡Eres un maldito, hijo de puta!
—Me ofendería, si tan solo recordara quién es mi madre —se encoge de hombros, para aproximarse a Bell —. Tú eres el convertido de Bloody ¿cierto?
—Sí —afirma con extrañeza y asombro, puesto que jamás ha visto al de cabello azul, pero sin duda para Bell, es alguien de temer, ya que ha neutralizado a Lotto, quien no tuvo problema en pelear con Lars, Runa y Bloody a la vez.
—Hiciste bien en no meterte a la batalla. Sígueme, hay que regresar a la mansión de la cascarrabias, y no creo que te quieras quedar en el bosque no es divertido —le da una sonrisa.
—Disculpa pero... ¿Quién eres?
—Oh, perdona mis modales. Soy Eclipse, el cuarto reniviente al mando. Te diría más pero que flojera —dicho esto se da la vuelta y empieza a avanzar, con Lars jugueteando con los mechones de su cabello.
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—Ahora que veo están calmadas, me podrían explicar ¿qué demonios fue todo eso y por qué me llamaron cuando estaba durmiendo?
