La prometida

Capítulo 5. El sueño

Alex

Tengo que estar soñando, es la única explicación para esto, no tengo frío, a pesar de ser noche cerrada y estar vestido con la ropa interior que usaba al acostarme. Miro a mi alrededor y veo que estoy en un extremo de un claro, a lo lejos se ve el brillo de un fuego.

Me adentro en el claro y lo primero que veo son las tumbas, parece un viejo cementerio, ni siquiera tienen lapidas, solo unas piedras marcando el lugar donde los cientos de cuerpos descansan, tal vez miles. Continuo caminando hacia el fuego y miro a mi alrededor, aquí vive alguien, en la otra punta del claro, junto al fuego, hay una pequeña cabaña de madera, parece más un juguete que un lugar donde pueda vivir una persona. Camino hacia la cabaña y, cuando casi estoy llegando es cuando lo veo, un lobo negro, con unos ojos amarillos brillantes como faros, pero no era un lobo corriente, si fuera fuera no está en posición de ataque.

- Bueno, bueno, bueno - Me giro sobresaltado, buscando el origen de la voz, Pero no soy capaz de encontrarlo- Tenemos visita Hades, un forastero , y uno muy atípico por lo que veo- Una voz femenina y ronca, casi parecía que ronroneaba mientras hablaba.

El lobo se relaja, alguien le está tocando el lomo y es entonces cuando la veo. Una chica con un vestido negro, tanto como la noche que nos rodea, largo hasta los pies y con una capucha que me impide ver la cara, si no estuviera tan bien hecho pensaría que era un disfraz. Se dirige hacia el fuego, y se sienta en uno de los tocones de madera que hay alrededor.

- Siéntate forastero, y dime, ¿que te ha traído aquí? - No me mira mientras que hace la pregunta, solo mira al lobo negro, que tiene la cabeza apoyada en los músculos de la joven mientras esta lo acaricia.

Sigo en shock, es el sueño más raro que tuvo nunca - Voy a dejar el whisky - digo en voz alta, mientras me paso las manos por el pelo - Definitivamente estoy perdiendo la cabeza.

Parece que mi frustración le ha llamado la atención - No sabes dónde estas, - deja de acariciar el lomo del lobo- ni con quién, apostaría a que tampoco sabes cómo ha llegado aquí ¿verdad?

No conseguí moverme, es como si me hubiera leido la mente - Definitivamente este es el sueño más raro que tuvo en mi vida.

- No es un sueño Lobo, y ahora siéntate de una vez, estas poniendo nervioso a Hades - El lobo me miraba a la defensiva, claramente preparado para proteger a la chica, por lo que decidí sentarme en otro de los tocones que rodeaban el fuego. Esto era un sueño, tenía que serlo, no había otra explicación a como había llegado aquí, mientas le daba vueltas a esto, el lobo se tumbó a los pies de la chica, aunque está claro que no estaba cómodo con mi presencia.

- ¿Qué es? - Le pregunté a la chica, señalando con mi cabeza al lobo, estaba claro que no era un lobo domesticado, ni mucho menos uno salvaje, era una mezcla extraña y perturbadora. Los lobos son territoriales, pero no molestan a los lobos metamorfos, menos si es un Alpha

- ¿Esa es tu primera pregunta? - Casi parecía que se burlaba de mi, tenía una gran voz y una risa encantadora, eso se lo concedía, igual que le concedía que era una primera pregunta un tanto estúpida- No hay preguntas sobre como he llegado aquí, que es esto, quien soy, o mucho más interesante, ¿que soy? -Seguía sin quitarse la capucha pero ahora me miraba mientras hablaba, y podría decir que me había dejado sin palabras, era preciosa sí, pero tenía los ojos más verdes que había visto en mi vida. 

Parecía un idiota mirándola embobado, pero aun así conseguí sobreponerme y ponerme a pensar- No eres humana, de eso estoy seguro - Mientras la miro me hace un gesto, alzando una ceja, retándome a continuar. Volví mi mirada al lobo negro - Me has llamado lobo, sabes lo que soy, y yo quiero saber lo que es el.

- Es mi guardián, mi protector, un espíritu que me protege y vela por mi seguridad, es una criatura magnífica - El lobo ya no me mira, parece completamente relajado junto al pequeño fuego y a su ... "protegida" supongo 

- ¿Entonces eres una bruja? - No puedo esconder mi cara de sorpresa, no quedaban brujas. Entre la inquisición y las cazas de brujas habían matada a un montón de brujas, pero las peores matanzas no las habían cometido los humanos, las habíamos cometido los lobos. Después de que la hija de Eric quemara vivo a Eros y a parte de su manada, algunos lobos pensaron que las brujas tenían la culpa, y al no poder matar a la verdadera responsable, mataron al resto. No sabía que quedaran brujas vivas.- Supongo que te debo una disculpa por el comportamiento mi gente.

Soltó un suspiro que casi parecía más una risa - Los pecados del padre no son los pecados del hijo, además, el tiempo de las disculpas paso hace muchos años lobo, para todo - Iba a preguntarle que quería decir, pero empecé a sentir un dolor de cabeza, parecía que me estaban pegando martillazos, el dolor me hizo pasar las manos por mi sien, intentando reducirlo.

- Se te acaba el tiempo aquí lobo - Dijo torciendo la cara - Si pasas mucho tiempo en esta forma no podrás regresar y tu espíritu morirá, tengo que mandarte de vuelta antes de que pase, así que ven lobo, acércate a mi. -  No se porque le hago caso, no la conozco de nada, no se ni su nombre, pero tiene algo, un magnetismo que no acabo de entendimiento.- Arrodíllate lobo. 

Me paro y sonrió de lado- Un lobo no se arrodilla bruja - Estoy de pie enfrente de la bruja, que sigue sentada en el tocón, ella también sonríe mientras se levanta.

- No es la primera vez que oigo eso lobo, y puedo decirte algo, todos los lobos se arrodillan - Empieza a rodearme, como un pequeño juego, es divertido - Estas en un sueño lucido, alguien poderoso ha mandado tu espíritu aquí, y dado que ninguna bruja te ha ayudado, creo que tu Diosa a decido enviarte aquí, ¿qué pediste a tu Diosa lobo?

Seguía rodeándome, y no podía dejar de mirarla, entre el dolor de cabeza y sus vueltas a mi alrededor no sabía si iba o venía- Ayuda - Le dije, procesando su pregunta por encima del dolor - Le pedí ayuda para encontrar el traidor de mi manada, para que proteja a los míos y nos permitan ganar la guerra que se aproxima.- El dolor seguía, y luego me toca, toca mi frente y cierra los ojos, el dolor de cabeza pasa por un segundo, el mismo segundo que ella aprovecha para mirar dentro de mi.

Cuando abre los ojos, su mirada conecta con la mía y el mundo se para - Tengo que mandarte de vuelta Lobo, pero después de ver lo que hay dentro de ti, he decidido ayudarte - En sus manos apareció un papel doblado en cuatro, parece antiguo, casi una tela, me mira de arriba a abajo, sonriendo, cuando su mano se desliza el papel por el elástico de mi bóxer- El papel te permite hablar conmigo un número limitado de veces, aprovéchalas bien lobo.

El dolor de cabeza estaba apunto de terminar conmigo, pero ella me estaba tocando y era una sensación maravillosa - ¿Quien envenena la comida que tiene que comer si no tiene nada más que comer guardado? ¿Quien tiene la habilidad de manipular un sistema tan complejo? ¿Quien tiene un rango tan alto en tu manada para conocer casi todos los planos que tienes? Piensa en ello lobo, ahora tengo que devolverte a tu hogar lobo.

Doy un paso atrás, lejos de su toque- Alex, me llamo Alex. Ven conmigo, ven a mi manada, ayúdame a ganar esta guerra bruja.

Sonríe mientras da un paso hacia mi - Tengo que mandarte una casa, o no tendremos guerra que ganar - Envuelve mis manos entre las suyas, cierra los ojos y murmura un par de palabras, cuando abre, el dolor de cabeza comienza a desaparecer y el sueño me invade. 

Intento mantenerme despierto - ¿Como te llamas bruja? ¿Como puedo encontrarte?

Lo ultimo que veo es a la bruja sonreír- Sabes como encontrarme lobo, solo tienes que pensarlo - Después de eso, todo se volvió oscuro

Desperté sobresaltado, con Tyler, Hugo y el jefe del hospital de la manada a mi lado, todos con cara de preocupación. Pero yo no podría estar más contento.

- Tengo un plan