La prometida

Capítulo 29. Y si no soy digna, que la noche eterna me lleve

Alex

- La puertas están cerradas, me jugaría mis alas a que están hechizadas , pero no solo las de la casa del Alfa, sino las de todas las viviendas - Era Enma quien hablaba, yo solo miraba por la ventana como la bruja colocaba  a Hades en el centro del círculo - Te aconsejo que no mires, el círculo puede impedir ver a la diosa a aquellos que no sean brujas, además, no es un ritual agradable.

Me giré un momento para ver como Enma tomaba asiento al lado de mi hermano en mi cama, ambos habían decidido quedarse conmigo - ¿Que va a pasar? - Enma miro a mi hermano antes de contarme, solo cuando este asintió empezó - Va a convocar a la Diosa, normalmente se hace a media noche pero con el aquelarre a su lado puede intentar hacerlo ahora, tiene que ofrecer su vida a la noche eterna, si la Diosa considera que es digna salvará al lobo y con un poco de suerte, ella no morirá desangrada - Levante una ceja interrogante mientras cruzaba los brazos sobre el pecho, no me gustaba como sonaba - Va a apuñalarse en el corazón con una daga, por eso te recomendaba que no miraras.

Mis pupilas se dilataron cuando un dolor punzante y atroz atravesó mi pecho, el dolor me hizo encogerme y caí de rodillas al suelo mientras el aire abandonaba mis pulmones. Tyler reacciona antes que Enma y se arrodillo a mi lado, el dolor que había sido terriblemente intenso fue haciendo más tenue, hasta que escuche como mi hermano me gritaba si todo estaba bien, puse una mano sobre su hombro y me ayudó a incorporarme, necesitaba acercarme a la ventana, porque aun sin verla, sabía que todo había empezado.

Enma mira la escena quieta como una estatua, con la cabeza ligeramente ladeada, no hace ningún comentario mientras mi hermano me ayuda a sentarme en el alfeizar de la ventana. La estoy mirando, de rodillas en el suelo, y desde donde estoy, puedo escuchar sus palabras - ¿Es la primera vez que te pasa? ¿Que sientes lo que ella siente? 

Enma esta demasiado intrigada para mi gusto, sin girarme a mirarla decido contestarle - No, una vez otro lobo la atacó y sentí su dolor, intenté llegar hasta ella pero esas estúpidas puertas de la cabaña me lo impidieron- Iba a seguir hablando pero de repente apareció en el circulo una mujer vestida de la cabeza a los pies de negro, pero no tenía el aspecto que esperaría de una Diosa - ¿Es esa Lilith?- Me giré para pedirle a Enma que se acercara y la viese con sus ojos.

Esa mujer no se parecía a lo que yo esperaba en una Diosa, una vieja arrugada y encorvada, con una voz inquietantemente hermosa, pero que parecía más cercana a la muerte que a una Diosa. Las cejas de Enma se hundieron, mostrando su sorpresa - Hacía mucho tiempo que no la veía pero antes no tenía ese aspecto, nunca la había visto así - Se giró hacia nosotros - Cuando huyo del Jardín los Arcanos le prometieron ser bella mientras que el mundo fuera mundo, pero puede que la muerte de la mayoría de sus brujas la haya debilitado, por las historias que la Reina Eleanora siempre cuenta Lilith fue la mujer más hermosa de todos los planos, una mujer que había hecho caer en la tentación a hombres y mujeres por igual - Resopló con fuerza mientras soltaba una pequeña risita - Eleanora y Lilith nunca se llevaron bien, por eso me extrañó que mandara a su mejor Legión a protegerla, supongo que disfrutaría un montón viendo a Lilith tan demacrada

Tyler y yo nos miramos, pero el fue más rápido en preguntar - ¿Cuando dejó el Jardín?

Enma nos miro hasta que se dio cuenta que estábamos muy perdidos en esta conversación - Cuando abandonó el Jardín del Eden - Nos miraba como si eso nos aclarara algo - Antes de Eva, Lilith fue la primera mujer de Adán 

El shock se hizo presente en nuestros rostros, pero cuando empezamos a hacer miles de preguntas Enma levantó la mano y nos interrumpió - Algo está pasando -De repente se quedó pálida y nos hizo gestos para que nos acercáramos. El lugar donde estaba Hades ahora estaba ocupado por una sombre negra con una forma antropomorfa que hablaba y se comunicaba, era todo muy extraño - Eso no es un guardián - Fue lo último que sentenció Enma antes de desaparecer.