IX

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El tan ansiado día había llegado, me encontraba en mi habitación terminando de prepararme, Sirius llegaría en unos momentos, al igual que los invitados y luego todo empezaría. Había recogido mi cabello en un moño bajo y una peineta plateada con esmeraldas incrustadas adornaba mi cabello. Mi madre había puesto el hechizo en mi ropa así que no tendría frío, durante la ceremonia.

-Dilly, ha venido a avisarle a la ama Rebeca, que su madre la ama Antares, quiere que baje ya, el Señor Sirius Black la espera.- Dijo Dilly luego de aparecer en mi habitación.

-Gracias Dilly, en seguida bajo- Luego de eso desapareció, la pobre debía de estar atareada con la comida.

Me apresuré a colocarme los zapatos que consistían en unos pequeños tacones, era gruesos por la nieve, solo esperaba no caerme.
Al bajar me encontré con Sirius en su traje de gala y sorpresivamente con una corbata a juego con mi vestido.

-Vaya...Te ves...te ves muy hermosa, muy hermosa-Dijo sorprendido, y no dejaba de mirarme. Lo que me ponía nerviosa.

-Gracias Sirius- Dije mientras me esforzaba por no sonrojarme- Tu también estás muy guapo, me gusta tu corbata-Dije molestándolo, lo conocía y sabía que él la odiaba, él odiaba ese color.

-Ni lo menciones- Dijo rodando los ojos- Tuve una horrible discusión con mi madre.

-¿Te castigó?- Abrió su boca para responderme, pero antes de que lo hiciera, su madre nos interrumpió.

-Rebeca querida, te miras muy hermosa.¿Lo ves Sirius? Te dije que la corbata y el vestido iban a juego.

Ninguno dijo nada y luego apareció mi madre.
-Ambos se miran muy bien, ahora prepárense ya en la entrada, todos están ya aquí, cuando empiece la música caminen.

Mi madre ni siquiera me dió tiempo de saludar a Regulus que justo aparecía en ese momento. Fuimos arrastrados por ella a la entrada del jardín, donde mi abuelo me esperaba con una sonrisa y un pequeño ramo que consistía en 5 rosas rojas atadas con un listón blanco, debía ser pequeño por que yo sostendría el de Cissy cuando la ceremonia comenzara.

-Te ves hermosa hija, Sirius un placer verte de nuevo-Dijo viéndonos con una sonrisa.

-El placer es mío Señor Brown.-Sirius le sonrió de vuelta.

-Gracias abuelo.-Dije sonriéndole y tomando el ramo. Mi abuelo estaba al tanto de que yo había contado la verdad a Sirius.

Nos colocamos en la entrada justo al frente de Cissy quien se sujetaba a su padre el señor Cygnus Black. Cissy se veía hermosa, su vestido era sencillo pero elegante y delicado. Cuando la música sonó, era de piano sencilla, aburrida pero elegante diría mi madre, empezamos a caminar al frente por cierto para mi suerte el camino que nos llevaba hacia allí había sido limpiando de la nieve así no tropezaría.
Divisé a Edward en los asientos del medio, junto a sus padres, su rostro estaba serio, me obligué a ver al frente, donde estaban el ministro de magia listo para oficiar la ceremonia y a su lado derecho se encontraban Lucius, mi padre y el mejor amigo de Lucius, Rabastan Lestrange el cuñado de Bellatrix. Al llegar al frente Sirius y yo nos colocamos en diagonal al lado contrario de mi hermano, el que sería el lado de la novia. Cuando. Cissy llegó al frente me entregó su ramo y su padre la entregó a mi hermano. El ministro comenzó a hablar, no presté atención a ninguna de las palabras que dijo, mi mente comenzó a divagar, el hecho de que Cissy ahora viviría en la mansión tal vez significaba un cambio bueno para mi, mi madre no me recordaría mi origen en su presencia, sino confirmaría los rumores. Volví a la realidad para ver a Regulus entrar con una pequeña almohada de color verde esmeralda a juego con su corbata y mi vestido igual a la de Sirius, donde llevaba los anillos que entregó a los novios y luego se paró a mi lado.

-MERCURIO- Sirius Black Where stories live. Discover now