Capítulo 35 "Noche mágica"

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Nada ni nadie podrá cambiar lo que ya está escrito....

Comenzó a dejar repetidos besos por mi cuello haciendo que cada vello de mi piel se estremezca. Juro que estoy a punto de perder la cordura, pero no quiero esto el tiene novia y se supone que todos los problemas que algún día tuve con ella quedarían en el pasado y comenzaremos a tratarnos bien. Eso no sería muy cuerdo si yo me acostara con su novio hoy, pero no me resisto a cada beso, a cada caricia que él me ofrece.

—¿Qué dices?—Me susurra al oído para después dar un leve mordisco a mi lóbulo

Sólo asentí con la cabeza.

¡Idiota!, ¡Bruta!, nunca puedo poner resistencia después de todo lo que él me ha hecho pasar, pero que estúpida. Si Lindsay se diera cuenta de lo que está pasando tendría todo el derecho a tratarme de zorra como alguna vez lo hizo, ¿Qué me pasaba?, nunca me imaginé estar en medio de una relación y no sólo eso, una relación con más de tres años juntos.

Christopher sonrió y me tomó de la mano y de la otra su patineta. Tomamos un taxi y nos dirigimos a un hotel, Christopher pidió reserva por unas horas y al rato nos dejaron pasar. Otra cosa, mis padres me matarán, se supone que hoy debía llegar antes de once pero estoy acá, en un hotel a punto de tener sexo con Christopher. Creo que a veces abuso de su confianza, ellos siempre confían en mi y yo termino arruinando todo.

Él me miró por unos escasos segundos y yo trataba de esquivarle la mirada, me ponía muy nerviosa tan solo con mirarlo. La tensión se hizo presente y pude ver como trataba de formular algunas palabras pero simplemente no salían de su boca. ¡Estoy a tiempo! Estas a tiempo a rehusarte de esta locura y salir corriendo de este lugar.

—Bien, ¿sabrás a qué venimos, cierto?—Preguntó.

Asentí

—Sé que tal vez puede parecer extraño para ti, bueno, yo me imagino eres virgen—Dijo.

—Si.

—Entonces solo déjate llevar, si no lo haces te dolerá más de lo que debería. Pues, es tu primera vez y estás no son color de rosa como todos creen, no, te dolerá y debes relajarte para que no te duele mucho—Confesó. Trataré de ser lo más cuidadoso, aunque debo confesarte que no vas a sentir placer.

—Entiendo...—Dije con mi cabeza directa al suelo.

—Bueno...—Se iba acercando a mi, estaba muy nerviosa quería salir corriendo de ahí. Me separé.

—Christopher esto no puede pasar, tú tienes novia esto está ma...—Me interrumpió al besar mis labios.

Sus labios suaves y carnosos besaban los míos con delicadeza, me tomó de la nuca y comenzaba a subir la ferocidad del beso. Puedo jurar que parecíamos los besos de telenovelas como cuando los protagonistas no se besan por un buen tiempo. Puse mis manos en su pecho y comencé a arrugar su camiseta.
Se separó y me miró fijamente, mi pecho se inflaba frenéticamente. Se acercó de nuevo y volvió a besarme. Sus manos viajaron de mi rostro a mi cuello, apretandolo un poco mientras seguimos con un beso intenso y lleno de deseo y lujuria. Con su otra mano agarraba mi cabello en una coleta, sosteniendolo con fuerza mientras seguía besandome.
Mis manos se posaron en su espalda, mientras lo apretaba a mi, sintiendo algo en su entrepierna, estaba un poco duro y me hacía cosquillear. Bajó su manos de mi cuello y pude sentir como alzaba un poco mi buzo, así tocando mi pálida piel estremecida. Sentía nervios, las piernas me temblaban mucho y podía sentir como poco a poco pierdo el equilibrio. Seguía acariciando mi abdomen y sus besos bajan a mi cuello, sacandome un leve suspiro que tenía acumulado. Lo tomé del cabello pegandolo más a mi cuello, como me gusta esto.
Sentí como sus manos alzaban mi buzo, otra vez esos nervios y las ganas de irme de ahí se apoderaron de mis sentidos. Quería separarme pero me toma y vuelve a mis labios para volver a besarlo como hace un rato. Alcé mis brazos y nos separamos del beso pero solo un momento mientras el quitaba mi buzo por completo, quedando en sostén de color negro. Mordió su labio inferior y sentí mis mejillas encenderse. Besó el valle que sobresalía del sostén y lamia esa parte, soltaba algunos gemidos sonoros. Sus dedos hacían caminos extraños desde mis costillas hasta mi ombligo, él sonrió y volvió a besarme. Me miró fijamente mientras poco a poco desabotonaba cada botón de su camiseta. Se quitó la camisa por completo y coloqué los dos manos en su pecho desnudo.

—¿Por qué tiemblas?—me susurra y mis mejillas se tornaron escarlatas. Esto es normal

Oh claro que no es normal, el tiene novia y en poco tiempo cogería con otra chica diferente.

—Yo, no estoy temblando—El ríe y besa otra vez mis labios.

Sentí como trataba de quitar mi falda, no me sentía muy segura, pero por Dios, ¿Quién ser resistiría a Christopher Vélez?, poco a poco la bajó y levante mis dos pies para sacarla por completo. Besa mi mejilla y sus labios tomaron rumbo a mi oreja.

—No me gustan las medias veladas —Confesó agitado.

—¿Por qué?—pregunte entrecortada.

—Porque tendría que quitarlas también y eso gasta tiempo—Me susurra al oído y muerde este.

Yo misma quité mis medias veladas, así quedando en sostén y bragas. Él se relamió los labios y me cargó, enrollando mis piernas en su cintura. Me besaba mientras echaba hilos de mi cabello hacia atrás. Al llegar a la cama me dejó en esta sutilmente mientras dejaba besos por todo mi abdomen y todo ese sector.
Quitó su pantalón y pude notar en su boxer una gran erección, mis mejillas comenzaron a arder por eso, al saber que por mi culpa él tiene dicha erección.
Besó mis labios y alzó un poco mi pecho. Sentí sus manos queríendo desabrochar mi sostén, me dió muchos nervios, comencé a respirar en exceso. Sentí como lo desabrochó y me miró, trató de quitarlo pero no me levanté.

—Vamos, déjame quitartelo—Dice y su voz estaba entrecortada.

Hice caso a su petición y los tirantes de este pasaron por mis hombros y quitó mis sostén, por impulso tape mis senos y el me miró con ternura.

—No sientas pena—Sonríe y quita las manos de mis pechos para dejarlo expuestos a él.

Los mira con deseo y sonríe de lado, me deja varios besos en mis senos para después succionar mi pezón, un escalofrío se apoderó de mi cuerpo, sentí miles de mariposas recorriendo mi cuerpo, se sentía muy bien.
Sus manos van al tirante de mis bragas y las baja, ahora si estaba completamente expuesta ante él, era la primera vez que un hombre me tocaba y me miraba de esa manera, desnuda.

—Eres perfecta —Sonríe y me besa de nuevo.

Sus besos vuelven a bajar, pero esta vez se posicionan en mi entrepierna, después sus besos bajan a mi intimidad, suelto prácticamente un grito, esto se siente realmente sensacional.
Sus labios se escondían en mi feminidad y yo solo colocaba mis manos en su cabello para pegarlo más a mi. Su lengua jugaba con mi parte más íntima, sentía que en cualquier momento estallaría, corrientes y escalofríos se daban sin cesar, una ola se formó en todo muy cuerpo, era muy extraño pero se sentía bien, realmente bien.

—Deliciosa—se relamió mis labios.

Otra vez fue a mis labios para deborarlos, sus manos recorrían mi cuerpo. Se alejó un poco y quitó sus boxers, mis mejillas se encendieron al ver su miembro, eso que entraría en mí. Puso mis manos alrededor de mi cabeza y puso las suyas arriba.

—Te dolerá, sólo tienes que estar tranquila —me besó y acomodó su miembro en mi entrada.

Poco a poco su miembro entraba en mí lentamente, sentí un pequeño dolor y ardor, hice una mueca. Cada vez que entraba más, dolía y dolía mucho debía ser sincera.

—No estés tensa —Dijo agitado.

Sentí como entró por completo y cerré mis ojos con fuerza, esto dolía. Se fue a mis labios mientras entraba y salía sucesivamente, el daba gruñidos y gemidos, lo estaba disfrutando.
Yo no podía decir lo mismo, esto me dolía y no encontraba en supuesto "placer" que tanto decían. Siguió moviéndose más en mi interior, en repetidas ocasiones. Sentía como lo disfrutaba, besaba mi cuello y yo tomaba su cabello. Esto me dolía, debía ser sincera, pero es normal, la primera vez duele, solo quiero que él disfrute, disfrute de mi cuerpo.

De un momento a otro soltó un fuerte gemido y acompañado sentí un líquido caliente en mi interior....

|•PROFECÍA•| //Christopher Vélez y tú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora