Capítulo 50 "ginecólogo"

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Nada ni nadie podrá cambiar lo que ya está escrito....
Nada ni nadie podrá cambiar lo que ya está escrito....

Mi mamá sonríe al verme y toma mi muñeca para estar junto a ellos, miro confundida y siento un fuerte apretón en mi brazo izquierdo.

-Sussane, hace tiempo que hemos descuidado las fechas para que vayas al ginecólogo, así que Bryce se prestó para venir hasta casa a hacerte tú chequeo que ya casi hace un año que no te hace, quiero que seas responsable y respondas sus preguntas con la verdad, a la final nosotros que somos tus padres queremos estar enterados de tu salud-dice mi madre.

Sentí mi cuerpo temblar por completo, siempre me había parecido algo normal pero ahora que no soy virgen los nervios me consumen. Bryce Williams era mi ginecólogo personal, el me hacía preguntas y yo las contestaba. Lo único que me preocupaba era que el todo le decía a mis padres ya que ellos se los exigían, podrían preguntarse, voy para 20 años ¿qué tiene de malo tener relaciones sexuales? Si, pero mis padres son complicados con esta cuestión, y por lo que paso ese día con Chris me veré obligada a contar que fue con él.

Entramos a mi habitación, Bryce sacó todos sus implementos. Sonrió y tomó sus guantes, tomó una pequeña lupa, una mascara y se acercó a mí.

-última menstruación-preguntó.

-hace dos semanas-respondí nerviosa.

-quítate los pantalones por favor.

Hice lo que me pidió, no me daba pena ya que lo había hecho antes.

Se acercó a mi feminidad y comenzó a examinarla, sentí como sus manos con guantes tocaban la zona de mi abdomen hasta mi vulva. El frío de la lupa se posicionó entre mis labios vaginales y mi corazón comenzó a precipitarse de manera súper acelerada.

Al terminar, sacó sus guantes y los arrojó a un bote de basura que había en ese lugar. Salió de la habitación y luego vino con su libreta y un bolígrafo.

Puse mis prendas y me hizo seña de ir donde él, nos sentamos en al cama y comenzó el cuestionario.

-necesito que me respondas con sinceridad, ya vi así que no podrás mentirme- asentí. Última actividad sexual.

Quedé con la boca abierta ¿qué?, no podía ser posible, estaba nerviosa y quería llorar de los nervios, ¿qué haría?, la conversación con mis padres iba a ser muy incómoda.

-soy virgen-respondí.

-no, no lo eres-espetó. Tu himen ya no está intacto, Sussane, debes confiar en mí, ahora que no eres virgen debo chequearte más seguido, por salud y evitar enfermedades de transmisión sexual.

-esta bien, hace seis meses-respondí.

-¿cuantos actos sexuales has tenido?

-dos.

-¿cuántas personas?-dijo.

-una sola-respondí.

-okay-asintió. Hemos terminado, muchas gracias Sussane, estas en perfecto estado.

Asentí y vi como salía de la habitación junto con sus cosas.

Después de unos largos minutos mi mamá me llamó, debía admitir que no me encontraba muy bien que digamos, sentía muchos nervios los cuales no podía controlar.

-¿quién es?-dijo mi madre con voz recia.

-no entiendo que tratas de decirme mamá

-¿con quien tuviste relaciones sexuales?-me miró con su semblante serio y mi padre estaba algo enojado.

-c-con nadie-respondí.

-¡No mientas, carajo!-grito mi padre y todos brincamos por el susto.

-amor, tranquilo, ella lo dirá si o si-respondió mi madre y tomó fuerte de mi brazo. Me dices quien es, Sussane, no me hagas castigarte.

-Mamá, ¿por qué son así conmigo? Voy para 20 años estoy muy grandecita como para que mis padres decidan que hacer por mí, ¡me acosté con Christopher! Si, con él, ¿están contentos? Su hija cogió con alguien que tenía y todavía tiene novia, ¡su hija es una zorra!

Es ahí cuándo la mano de mi madre quedó plasmada en mi cara fuertemente. Las lágrimas no dejaban de cesar, tal vez no fue la mejor manera de decirle a mis padres quien fue, pero debía desahogarme.

Mire con furia a mi madre y subí las escaleras rápidamente. Así comenzando s llorar por todo lo que restaba del día.

(...)

Siempre creí que todo lo que un día iba a ser feliz lo sería para siempre, pero me doy cuenta que no es así y que todo tiene una consecuencia. Hoy viernes, la gran fiesta de Joel era hoy.

Alistaba mi cabello, y mi maquillaje. Tomé un pequeño bolso de mano y salí de casa. Con mis padres no he cruzado palabra desde hace mucho tiempo, tampoco es que quiera hacerlo, desde ese día preferí ni siquiera mirarlos.

-¡qué hermosa te ves!-me dijo sav y me abrazó con fuerza.

-no te quedas atrás-di una beso en su mejilla.

Al llegar podíamos escuchar la fuerte música resonar, todo el tiempo El Fuerte sonido era palpitante en mis oídos. Savannah, Erick y yo entramos hasta la fiesta y escuchábamos la música y veíamos a gente tomando, bailando y haciendo locuras.

Los chicos se acercaban a nosotros y pude visualizar a Christopher, traté de no darle mucha importancia pero ¿a quién miento?, él es muy importante para mí. Pude notar que Lindsay no venía con ellos y fruncí el ceño, le hice seña a Richard y le pregunté.

-ella no pudo venir ya que tiene un gran resfriado-respondió.

Ahora entendía, no vino porque estaba enferma. No voy a negar que eso me alegraba, Christopher sin ella es lo mejor del mundo, eso creo.

-¡Sussyy!-Joel me toma de las caderas y me alza abrazandome fuertemente.

-Joe, ¿cómo estás?

-muy bien, y muy feliz de que hayas venido.

-exagerado-reimos.

Todos comenzamos a bailar al son de la canción que sonaba en ese momento. Bebía vodka y alguna bebidas más, podía jurar que había tomado mucho más de lo que debería que mi cuerpo ya no respondía a como pensaba sino por el mismo, nunca había sentido esto pero creo que estaba, "ebria".

Salí de la pista de baile hasta la piscina y comencé a quitar mi camiseta, escuchaba los silbidos de los hombres y un....

-qué lindos pechos, preciosa

Sentí mis mejillas rojas y quité por completo mi camiseta, mis manos bajaron mis pantalones y no sé por qué razón pero mis dedos iban desaprovechando mi sostén.....

|•PROFECÍA•| //Christopher Vélez y tú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora