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ᴄᴏʀᴀ ᴍᴇɴᴅᴇs

Cami hacía la mesa de regalos para acomodarlos de la mejor manera, al hacerlo me quedo ahí de pie observándolos emocionada por lo que vaya a ocurrir en tan solo unos minutos, no puedo si quiera creer que voy a ser mamá, nunca fue un sueño llegar a serlo, aunque sin duda si que lo quería y ahora que estoy por serlo es un sentimiento indescriptible e increíble, lo es todavía más al saber que tengo a un hombre a mi lado apoyándome y que será el mejor papá de todos. Él llega a mi lado y me toma por atrás, dejando caer su cabeza en mi hombro y me da un beso en la mejilla.

—Tu mamá dice que ya es hora —habla y me volteo con una gran sonrisa y lo abrazo nerviosa— Va a ser niño, ya verás.

—Es niña, vas a perder —le digo burlándome y juntos caminamos tomados de la mano para ir en medio del jardín donde se encuentran todos.

Queríamos organizar una pequeña fiesta entre amigos y familia, nada extravagante para llamar la atención, este es un momento demasiado especial y queremos pasarlo al lado de las personas que más amamos para poder festejar todos felices al saberlo, necesito encontrarme rodeada de gente que se va a volver loca igual que yo al saber que será. Veo a todos que traemos las sudaderas que diseñó Siaali especialmente para esta ocasión, cada quién trae puesta dependiendo lo que piensen que es el sexo del bebé, la mayoría de las chicas traemos la azul, sintiéndonos seguras que es niño, en cambio los chicos tienen la rosa, sin duda todos tenemos una fuerte competencia porque cada quién defiende su postura a como dé lugar, pero al fin hoy sabremos quién triunfará, lo maravillo de esto es que sin importar el resultado, absolutamente todos nos pondremos a gritar emocionados.

Mis papás están a mi lado y los de Braiden en el suyo, los demás se encuentran en frente de nosotros insistiendo que lo hagamos de una vez por todas, no pueden esperar más y yo tampoco puedo hacerlo.
Tengo una bomba de humo al igual que Horan, colocamos el cerillo en ella y puedo sentir como todo mi cuerpo comienza a temblar, mi corazón se acelera y escucho los gritos de mis amigos contando del tres al uno para encenderlas, al escuchar el último número de inmediato lo hago junto con Braiden, segundos después escucho los gritos más fuertes de mi vida y me encuentro siendo abrazada y levantada poquito del suelo por el futuro papá, no puedo creer lo que están viendo mis ojos y yo no puedo parar de llorar, todos salen corriendo para abrazarnos, sin importarles que nos encontramos sucios de polvos rosas, es un niño, seré mamá de un niño.

—¡Habrá un mini Braiden! —Lukas grita y hacemos lo mismo.

Veo a mi papá y mamá con lágrimas en los ojos, así que camino hasta ellos para envolvernos en un fuerte abrazo, cuando estamos por separarnos, nos volvemos a pegar gracias a los brazos de mis hermanos que cuando nos soltamos veo como ellos si están llorando, lo que hace que me suelte riendo y las lágrimas no puedan parar de salir, de nuevo me abrazan, pero ahora solo somos nosotros tres.
Alex al separarnos se pone de cuclillas para que su rostro quede delante de mi estómago y comienza a hablarle.

—Hola, Alexander, estamos tan emocionados de que ya llegues.

—Ni sueñes que se va a llamar Alexander —le digo negando con la cabeza y hace un puchero—Si le pongo Alex, Austin se va a enojar y viceversa.

—Por eso ponle Austin Alexander...

—¿Y por qué no Alexander Austin? —lo interrumpe Alex y se quedan callados al darse cuenta que no sería buena idea colocarle sus nombres a mi hijo, porque ellos se la pasarían discutiendo.

—Se llamará Braiden, igual que su papá —dice el chico llegando con nosotros y tomándome por la cintura.

—Mejor Shawn, como su abuelo —comenta mi papá y niego con la cabeza, no estoy dispuesta a ponerles esos nombres.

Me voy de ahí, dejándolos que inicien una discusión entre todos para demostrar porque su nombre es el mejor para el bebé y mamá se queda ahí para burlarse de ellos. Camino hasta donde se encuentran los chicos y me llenan de abrazos y besos, los hombres comienzan a burlarse de nosotras porque por desgracia ellos tuvieron razón, solo les ruedo los ojos riéndome de sus tonterías.
Lukas camina hasta mí y me pide hablar a solas, lo que me preocupa porque sé le ve muy serio y nunca lo veo actuando de esa manera, ese chico es un desastre siempre. Decidimos entrar a la casa de mis papás para hablar con mejor tranquilidad, así que vamos a la sala y al llegar lo primero que hace es preguntarme si necesito algo, Lukas se ha convertido en un amor desde que sabe que estoy embarazada, es sorprendente el cambio que ha tenido y como se enfoca en ayudarnos, es tan maduro cuando se lo propone.

—He estado pensando acerca de todo esto —inicia y siento como mi piel se eriza del miedo de que sea algo malo— . Mi mejor amigo será papá en unos meses y tienen que tener un lugar para ustedes dos para poder criarlo, sé que hay cientos de cosas por las cuales han estado pensando y organizando para la llegada del bebé, así que voy a mudarme de casa y así tú lo hagas con Braiden sin que esté yo, entiendo que no es mucho, pero al menos eso hará que dejen de preocuparse en donde vivirán, por ahora.

—Pero esa es tu casa, tú la compraste, ambos viven ahí, pero es tuya, no puedo dejar que te vayas y nos la dejes a nosotros.

—Tú sabes que soy la persona menos comprometida y tal vez poco maduro en lo que sea —afirmo con la cabeza sonriendo, recordando todas las tonterías que lo he viso hacer— , pero en serio quiero que vivan ahí, por mí no hay problema, ya he estado buscando departamentos y creo que encontré uno, en serio si aceptas y digo que tú lo hagas, porque Braiden hará lo que digas—los dos nos reímos— será increíble, sentiré que estoy ayudando con algo...

No termina de hablar porque me lanzo a abrazarlo con fuerzas y llorando por ese hermoso detalle, Lukas me lo regresa de la misma manera. No puedo creer que debajo de todo esa capa que aparenta no tener sentimientos, en verdad tiene y unos increíbles, sin duda Braiden tiene un amigo increíble y aunque él diga que es hijo único, Lukas es el hermano de madre distinta, él lo sabe, al igual que todos.

—De acuerdo, viviremos ahí, solo si aceptas que debes venir a visitarnos, mínimo una vez a la semana, no podré sobrevivir a solas con Braiden y tú que llevas viviendo tanto tiempo con él, ya sabes controlarlo —bromeo cuando lo suelto y accede a mi petición—vamos afuera a contarles la maravillosa noticia.

—Acerca de eso, preferiría decir que ustedes me han corrido de mi casa y me han mandado a la calle.

—¡Ni de chiste! Todos van a saber el gran corazón que tienes —lo tomo de la mano y lo arrastro hasta salir del jardín, mientras él va gritando que no lo haga y yo estoy riéndome de su drama.

Braiden llega a mi lado y me da un enorme beso cuando Lukas ya se ha ido, sonrío al separarnos y lo tomo de las dos manos, sin despegar mi vista dela suya, sonriendo como una tonta enamorada, lo estoy de una forma que jamás creí que sería posible, estoy perdida ante él y aunque resulte extraño, amo encontrarme así.

—Vamos a ser papás de un niño.

Murmura y susurro un si, las lágrimas de nuevo empiezan a salir al recordar eso, Braiden al verme, le sucede lo mismo y nos encontramos los dos llorando sin decir palabra alguna, atónitos de que tendremos un hijo, somos jóvenes, de eso no hay duda y no tenemos ningún plan de como lo haremos, el miedo corre por mis venas, pero me siento segura porque nos rodean las mejores personas para guiarnos y acompañarnos en el camino.

Endless dream Where stories live. Discover now