Endless dream

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ᴄᴏʀᴀ ᴍᴇɴᴅᴇs

Recargo mi cabeza en las piernas de Braiden, intentando no dormir porque se supone que estamos viendo una película, pero de algún modo, me siento demasiado cansada, mis párpados pesan y cada vez es más difícil seguir manteniendo los ojos abiertos. Braiden ni si quiera se percata de mi lucha, él se encuentra muy concentrado comiendo sus palomitas y con su vista fija en la escena que hay en el televisor de nuestra habitación. Sigo sin acostumbrarme del todo en tener mi propia casa y vivir con mi novio, no había duda que en algún momento me iba a mudar de la vivienda de mis padres, de hecho ya había comenzado mi búsqueda de un lugar para vivir, lo que resulta extraño es que no estoy en un departamento sola, sino que en una casa, con mi novio, esperando a que nazca nuestro hijo, más cuando jamás pensé que sería mamá tan joven y me aterra demasiado, no ser buena y causarle algún daño, por eso agradezco tener a mi mamá que está muy emocionada de ayudarme con su próximo nieto y aunque papá también lo esté consumiendo el miedo, se muere por tener al pequeño en sus brazos, sin contar a mis hermanos que dicen que en cuanto conozcan a su sobrino no van a salir de mi casa nunca para cuidarlo, lo mismo dice Mei y para mi mal suerte, les creo por completo, el bebé aún no nace y su habitación se encuentra llena de cosas referente a los dinosaurios, gracias a sus tíos los obsesionados y por supuesto que hay algunas otras cosas por parte de mis demás amigos.

Veo los créditos ponerse en la pantalla, pero sigo sin querer quitarme en la posición que me encuentro, debido a que estoy muy cómoda y parecer que a Braiden no le molesta para nada. Coloca otra película y vuelve a poner toda su atención a ella, este chico podría pasarse todo el día así, viendo una tras otra porque no se cansa y para mí, es bastante sorprendente.

Siento ganas de orinar, así que batallando un poco y con ayuda del chico me siento, para después levantarme e ir al baño, Horan pone pausa a la película para cuidar todos mis movimientos y sin despegar su mirada sobre mí. Cuando estoy a punto de llegar, siento algo extraño, miro hacia el suelo y me quedo paralizada sin creer lo que veo, mi novio de inmediato se da cuenta de que algo sucede, corre hacía mí preguntándome que está pasando y si me encuentro bien, levanto la cabeza y lo miro asustada.

—Se me rompió la fuente —apenas pude decirlo de lo sorprendida que me encuentro, no soy la única, Braiden acaba de ponerse demasiado pálido, pero necesito que se encuentre bien, porque yo no lo estoy.

Segundos después reacciona, con ayuda me lleva a la cama para que tome asiento, sale corriendo en busca de la mochila con lo necesario para cuando esto ocurriera, se coloca los tenis lo más rápido que puede, agarra móvil, cartera y llaves, para regresar a mí, me pone los zapatos y con su ayuda salimos hacía la parte delantera de la casa para subir al auto e ir al hospital, mientras que yo soporto las ganas de gritar por los dolores que estoy sintiendo.

Él va manejando y de alguna manera logra concentrarse tan bien que llama a mis papás para darles la noticia de que su nieto está por nacer, luego de hacerlo, le habla a Lukas, se guarda el móvil para seguir manejando con rapidez y tratando de ayudarme a tranquilizarme, estoy tratando de respirar y hacer todo lo que aprendí, pero con tanto dolor solo quiero gritar y pedirles que me lo saquen ya mismo.

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Estoy demasiado sudada y cansada, quiero poder tener una enorme siesta y que nadie me moleste, pero tener al pequeño entre mis brazos mirándolo como si fuera lo más perfecto que han visto mis ojos hace que no sea posible, no puedo parar de que me salgan lágrimas y Braiden se encuentra del mismo modo que yo, esta a un lado de mí abrazándome y tocando muy delicadamente a su hijo, estamos anonadados sin creer que en verdad ya está con nosotros, es un sentimiento indescriptible, jamás lo había sentido en mi vida. Quiero poder ponerlo en una cajita con todo mi amor y tenerlo ahí para que nadie pueda causarle algún daño.