Capítulo 7

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Noviembre, 2015

Timaeus

Reviso mi correo electrónico en mi celular, levantando la vista cada tanto solo para asegurarme que mis hermanos no están prestándome atención. Estamos en la van camino a una presentación, probablemente la última que tengamos este año.

Aún mantengo el secreto de Nix en la ciudad. No había soltado palabra de lo que le había sucedido, pero estoy muy seguro de que se trataba de algo serio de lo contrario Nix no dejaría la universidad en medio de sus clases, así como así, pero algo era seguro y es que Apolo enloquecería cuando se enterara.

Actualizo la aplicación de mi celular para ver si por fin llega el correo que tanto espero. Siguiendo con el consejo de mi amigo Andoni, decidí reunirme con Benjamín Carlton representante de una fundación K. Carlton para niños sin hogar. Luego de una larga conversación ahora tengo mucho más claro cómo puedo ayudar a los niños del orfanato y no solo eso, sino que también conseguí que la fundación estuviera interesada en poder apoyarlos. Y de eso se trata el correo que tanto espero. Benjamín iría a visitar el orfanato tras ponerlo en contacto con Martha quien estuvo encantada de poder recibirlo. El correo sería la confirmación de su apoyo.

Siento que nos detenemos. Levanto la vista y en efecto hemos llegado al lugar.

—Hace tanto que no tocamos que siento que me olvidé de quienes son ustedes —bromea Thanos a mi lado.

—Deja de hacer el tonto —responde Athan, como siempre más serio.

—Deténgase los dos. —Los interumpe Apolo con tono de advertencia.

—Deténgase los dos —repetimos con Thanos al unísono causando las risas de todos.



A penas regresamos a los camerinos y me tiro en el sofá más cercano. Estoy muy cansado.

—No seas niña, Tim. —dice Neo golpeándome en el hombro.

—Voy a morir, enano. Escúchame muy bien porque estas pueden ser mis últimas palabras... —bromeo fingiendo que me cuesta hablar.

Mis hermanos ríen ante mi broma mientras Neo solo niega con la cabeza.

Colton entra en el camerino llamando la atención de todos. Me ubica con la mirada y me muestra mi celular. No necesito que diga nada para ponerme de pie en un segundo y en un par de zancadas estar a su lado y arrastrándolo hacia afuera. Estoy muy seguro de que tendré que dar algunas explicaciones después de esto, pero lidearé con eso después.

—¿Qué sucede? —le pregunto tan pronto como nos hemos alejado un poco.

—Andoni ha llamado algunas veces, dijo que era importante.

Me entrega mi teléfono. No pierdo el tiempo y le marco enseguida.

—Hombre, dónde te has metido, me sentí como novia celosa llamándote tantas veces.

—Tenía trabajo —respondo riendo—. ¿qué sucede? ¿por qué me llamabas?

—Pensé que te gustaría ser el primero en enterarte que la fundación K. Carlton va a crear un programa especial solo para apoyar al orfanato St. James. —Me he quedado sin palabras—. Y también el Grupo Romano firmará un acuerdo para brindar todo el apoyo médico que puedan necesitar por los próximos cinco años, renovable. Es mi aporte para tu causa.

No soy capaz de articular palabras. No creo que exista la forma de expresar lo contento que me siento en este momento. El saber que todos en el orfanato van a tener la oportunidad de contar con el mejor futuro que pueden hace que mi alma sienta calma. Por supuesto no me iba a quedar contento solo con eso, ya encontraría la manera de poder seguir apoyándolos.

SAGA LUX III | Los colores de TimaeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora