6

507 48 33
                                    

La semana pasó relativamente rápida para ambos hombres. Ha-Joon se mantuvo ocupado con sus deberes universitarios y Sang-Hyun terminando los últimos detalles de su próxima presentación. De esa forma, el sábado llegó con rapidez. Ambos pasaron los tres días anteriores hablando por mensajes durante algunos minutos al día debido a que el mayor salía tarde del trabajo.

El viernes tuvo la presentación y afortunadamente todo salió a la perfección. Habló con seguridad y sonrió más de lo normal, lo cual probablemente tenía que ver con el mensaje de apoyo que Ha-Joon le escribió esa mañana.

Ha-Joon, 07:00 am

«Hyung, quiero que sepas que te deseo mucha suerte. No dudes y siempre muestra una sonrisa. ¡Fighting! (*•̀ᴗ•́*)و ̑̑ »

Ese mismo viernes en la noche se pusieron de acuerdo con la hora de la cita. Sang-Hyun insistió en ir a buscarlo así que Ha-Joon no pudo negarse. El sábado en la mañana Kyung-Jae se presentó en su casa para ayudarlo a elegir la ropa para la cita a pesar de que en ningun momento lo llamó. Su familia ya estaba acostumbrada a ver al chico entrar y salir como si fuese su propio hogar.

—¿Qué tal la camisa azul?

—Nah, demasiado formal —respondió desde su cama.

—¿Y la roja?

—Muy sexy.

—Vamos, —se quejó— ya me he probado seis conjuntos de ropa.

—Pero ninguno es lo suficientemente bueno como para dejar a Sang-Hyun con la boca abierta.

—¿Sang-Hyun? ¿tienes una cita con Kim Sang-Hyun? 

Ambos voltearon con rapidez hacia la puerta en donde su madre de asomaba con una bandeja con fruta picada. 

—Algo así —respondió evadiendo la mirada de su progenitora— Nos reencontramos, me pidió perdón y, bueno, una cosa llevó a la otra... —trató de explicarse. 

Su madre suspiró. Dejó la bandeja en su escritorio y se acercó a él. Se sentó a su lado en la cama y le tomó el rostro suavemente.

—No quiero que salgas herido de nuevo, Joon-Ah. No podría soportar verte con el corazón roto otra vez.

—No pasará nada, mamá. —la abrazó con cariño— Ya no es el mismo de antes, puedo notarlo. Además, tengo a cuatro caballeros de armadura brillante cuidándome las espaldas por si algo ocurre.

—Así es señora Park, usted no se preocupe. —manifestó Kyung-Jae poniendo una pose heroica— ¡si Sang-Hyun hace algo indebido a su retoño nosotros cobraremos venganza!

Su madre se rio mientras negaba con la cabeza. Se acercó a Ha-Joon y puso sus manos en sus hombros.

—Tienes que presentármelo. —pidió mas tranquila— ¿De acuerdo?

—Ya lo conoces, mamá.

—Conozco a Sang-Hyun el tutor, no a Sang-Hyun mi posible yerno. —Ha-Joon se sonrojó y trató de no sonreír.

—Ni siquiera sé si la daré una oportunidad. —dijo apartando la mirada. Su madre se rio otra vez.

—Cariño, hacerte el difícil no te queda.

—¡Eso le dijimos nosotros! —Ha-Joon se sintió ofendido y le sacó la lengua a su mejor amigo.

Luego de la conversación, Kyung-Jae rebuscó en su closet hasta que pareció encontrar algo de su gusto. Le

—Cámbiate.

—Esta ya es la séptima vez, mas te vale que ahora si te guste el atuendo —gruñó Ha-Joon poniéndose jeans negros rotos en las rodillas, una camiseta blanca y una sobre camisa a cuadros grises.

All Over AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora