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La cena iba tranquila entre charlas comunes. Yun-Hee habló sobre sus estudios en la academia, Ha-Joon sobre la guerra de pintura y Sang-Hyun sobre como había sido su tiempo en la universidad.

—Así que tú también eras de Busan —confirmó Dae-Sung. Ni él ni Yun-Hee sabían la historia de fondo.

—Si, era tutor de Ha-Joon —dijo simplemente tratando de no adentrarse mas en la historia.

—Así que ahora volvieron a encontrarse, ¡que lindo! —exclamó Yun-Hee muy alegre.

—Hay algo que no entiendo, ¿por qué Ji-Young lloraba mientras decía que estaba asustada de ver a Joon-Ah sufrir de nuevo? —Sang-Hyun se atoró con la comida ante la pregunta de Dae-Sung. Ha-Joon se apresuró a darle palmaditas en la espalda— ¿Estás bien? ¿pregunté algo malo?

—No es eso papá, es... es complicado —respondió Ha-Joon.

—Está bien, Joon-Ah, deberías contarle. —dijo Sang-Hyun mas calmado. Ha-Joon lo miró algo preocupado— Descuida.

—Bien, la cosa es que me declaré a Sang-Hyun hace cuatro años cuando era mi tutor y él me rechazó de mala forma. A eso se refería mamá.

—Ya veo —respondió el hombre simplemente— ¿Entonces sólo lo perdonaste y ya?

—Cuando volvimos a vernos pudo haberme ignorado pero en vez de eso me rogó para que lo oyera. —explicó— Ahí me pidió disculpas de manera sincera y me pidió una segunda oportunidad para volver a enamorarme.

—La verdad creí que Ha-Joon me rechazaría, aún me sorprende que haya aceptado.

—¿Y si te hubiese rechazado que habrías hecho? —preguntó Dae-Sung con curiosidad. Ha-Joon no había pensado en esa posibilidad por lo que también estaba curioso.

—Alejarme. —respondió Sang-Hyun— Habría estado triste así que la mejor opción habría sido no volverlo a ver, ahora definitivamente —Ha-Joon sintió un leve malestar en el pecho. Apenas llevaban poco tiempo volviendo a conocerse así que la posibilidad de no volverlo a ver ahora lo había desanimado por completo— Joon-Ah.

—¿Eh? —se sobresaltó al oír su apodo.

—No pongas esa cara, no me alejaré de ti. Solo lo tuve en mente al creer que podrías rechazarme —le dijo con voz suave mientras le tomaba la mano por debajo de la mesa. Ha-Joon asintió algo ruborizado.

Luego de la cena, la señora Park y Yun-Hee picaron algunas frutas de la canasta que había traído Sang-Hyun. Ha-Joon atacó los trozos de pomelo y naranja de inmediato.

—La próxima vez te traeré una tarta de pomelo ¿te gustaría? —ofreció y a Ha-Joon le brillaron los ojos de inmediato.

—¿Enserio?

—Sang-Hyun, no lo consientas, luego te pedirá esa tarta a diario —Ha-Joon se avergonzó ante las palabras de su madre que sabia no eran falsas— y luego estará llorando porque ganó peso y correrá al gimnasio a quemar grasa que no tiene.

—Mamá, antes era gordito ¿lo olvidas?

—Tú nunca fuiste gordo, Joon-Ah, apenas estabas en la pubertad así que te faltaba mucho para desarrollarte —comentó Sang-Hyun.

—Al fin alguien me entiende. —su madre alzó los brazos hacia el cielo exagerando— Apenas llegamos aquí quiso que lo inscribiera en un gimnasio.

—¡Mamá!

—Imagino que le dijo que no.

—Le hice prometer que cuando cumpliera dieciocho podría ir si aún quería. Fue lo primero que me recordó la mañana de su cumpleaños —Sang-Hyun no pudo evitar reírse mientras Ha-Joon lo fulminaba con la mirada. De reojo el mayor vio el reloj en su muñeca y decidió que era hora de irse.

All Over AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora