Cap. 26

1.1K 114 16
                                    

- ¿Me veo bien? - Jimin y Jin parecían hartos de escuchar esa pregunta y es que ya habían perdido la cuenta de las veces de que el menor la había echo.

- Te dije que si, pero si sigues así lo vas a atender con cara de traumado y se te va a escapar - Jungkook amaba mucho a su omma, pero en momentos como ese sus comentarios no le resultaban de mucha ayuda.

Su ceño se frunció en dirección al mayor de la habitación mientras su hermano se reía en su lugar, y es que era bastante cómico verlo en esa situación.

- Estas bien Kook, solo relájate, ya se dijeron sus sentimientos así que la parte más difícil ya pasó, además conozco a Taehyung, seguramente esta igual o peor que tu ¿a qué hora dijiste que iba a venir por ti? - Jungkook volteó de inmediato en busca de su teléfono, al ver la hora tuvo que ahogar un grito.

- ¡Llegará en cualquier momento y aun no estoy listo! - tanto Jimin como Jin lo miraron de pies a cabeza, viendo como estaba pulcramente vestido y maquillado ¿qué se suponía que le faltaba?

- Hermanito... pero si estas arreglado desde hace hora y media ¿como que no estas listo? - el menor lo fulminó con la mirada como si fuera demasiado obvio.

- Me refiero a que no estoy preparado psicologicamente, el amor de mi vida tocará esa puerta en cualquier momento - unos golpes en la puerta resonaron en el silencio sepulcral que se había formado en la sala.

- Iré a abrir - informó Jimin al ver que su hermano trataba de convertirse en una estatua, porque no se movía, parecía que ni siquiera estaba respirando.

- ¡No! No lo hagas, quiero decir, sería correcto que yo lo hiciera - dijo Jungkook a penas recuperó la conciencia, no quería dar una mala impresión... la puerta volvió a ser tocada.

Sin esperar más se dirigió a esta para abrirla dejando ver a quien había estado esperando, ambos se quedarón sin palabras al verse mutuamente.

- Wow, estas muy... hermoso - atinó a decir el mayor, tratando de romper ese tenso silencio que se había formado.

- Tu también te ves muy bien Tae - sus mejillas estaban coloradas y no pasaba desapercibido para nadie.

- Bien señorito aqui presente, quiero que mi hijo llegue tarde y que se divierta, si cuando vuelve es antes de las diez de la noche y no esta muy nervioso o emocionado nunca más volverán a salir - Taehyung miró con duda el rostro ya conocido de su suegro Kim Seokjin.

- Disculpe pero... ¿no se supone que debería amenazarme para que haga todo lo contrario? - Jin lo miró casi ofendido.

- ¿Estas insinuando que debo hacer lo que hacen todos los padres comunes y básicos? Pues no cariño, y yo quiero que hagas todo lo que te dije o habrán consecuencias - respondió amenazante.

- Esta bien, prometo que lo haré divertirse mucho - hizo una leve reverencia antes de tomar la mano de su amado - Entonces... ¿nos vamos lindura? - ante la pregunta las mejillas de Jungkook recuperaron su antiguo color rojo que había quedado atrás con la extraña charla que llevaban su omma y su novio.

- Creo que si, solo debo ir a buscar mi bolso, esperame un momento, omma ¿me acompañas? - la recién nombrada sin dudar asintió y acompaño a su hijo menor a su dormitorio.

Jimin y Taehyung solo los veían desaparecer por las escaleras conforme sus pasos se iban alejando.

- Bien amigo - a penas Tae escucho la voz de su mejor amigo se volteó en su dirección encontrándose con una sonrisa que le transmitía de todo menos tranquilidad.

- ¿Ocurre algo? - de pronto el menor de ambos se vio siendo acorralado contra una de las paredes de la sala, haciéndolo pasar saliva.

- Quiero que escuches bien Kim, el que omma te halla dicho solo eso como una advertencia o quiere decir que yo también lo haré, porque te lo digo ahora, si solo una lagrima es derramada por mi hermano a causa tuya, no me va a importar nada y te destruiré, puedes ser mi mejor amigo, pero Jungkook es mi vida completa - asintió lentamente con la cabeza, su amigo era algo bajito pero daba miedo a veces.

- Ya estoy listo - anunció el menor de la casa que hacía su aparición con una brillante sonrisa.

- Entonces, si me permiten, ya es hora de irnos - se despidió de los contrarios educadamente y se retiró de la casa acompañado de Jungkook.

- Crecen tan rápido - Jin soltaba pequeñas lagrimas de alegría mientras su hijo sobaba su espalda - ¿lo amenazaste?

- Como no tienes idea - ambos rieron ente su respuesta.

Volviendo a la pareja de enamorados, ambos fueron a una cafetería donde comieron y hablaron de todo.

Cumplir la petición de Jin no fue difícil pues, ambos estaban tan perdidos en la presencia contraria que no notaron el momento en que las horas transcurrieron tan rápido, pero es una de las cosas lindas del amor.

"Cuando estoy contigo pierdo la noción del tiempo"

Volver a amar | VKOOK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora