Cap. 33

1K 103 43
                                    

Los días estaban pasando con tanta tranquilidad desde lo que había ocurrido con su hermano, quiero recalcar el ESTABAN.

La calma que había  logrado tener se había ido tan rápido como llegó.

- Jungkook, se que no quieres hablar conmigo, pero tienes que escucharme - quería ser fuerte y no caer en su juego una vez más, no le dirigió la mirada y se mantuvo caminando en dirección opuesta a su ex novio.

Lo estaba ignorando, era difícil, pero lo estaba logrando.

Todo su cuerpo se tensó cuando sintió la mano ajena posándose en su hombro, detuvo su andar de un golpe, provocando que el chico tras él se estrellara en su espalda.

Con rapidez se alejó, no quería ningún tipo de contacto.

Antes su simple tacto le causaría un millón de mariposas en su estomago, acompañado de fuertes sonrojos, pero ya nada era como antes.

Su tacto se sentía forzado, la piel le cosquilleaba y unas fuertes nauseas lo invadían por el tumulto de emociones que su cuerpo no podía manejar.

- No se que es lo que quieras decirme, y tampoco quiero escucharlo, creí haber sido lo bastante claro como para que entendieras que no quería hablarte nunca más - se fue, dejó a Taehyung solo como ya se le estaba haciendo costumbre.

Era doloroso, pero no era su culpa que las cosas hubieran sido de esa manera.

Sus caminos ahora estaban divididos, era algo que Tae debía comprender, no quería volver a ser el Jungkook ingenuo que creyó todas sus palabras bonitas, no quería volver a elevarse en esperanzas para que la realidad lo hiciera caer nuevamente.

Tae había  prometido no hacerlo sufrir y le había mentido.

Ni siquiera comprendía el por qué seguía insistiendo, si quería a un chico que este con él, pues tenía a Hoseok.

Sacudió con fuerza su cabeza, debía dejar de pensar en él, últimamente lo que más tenía eran problemas. 

Su vista se fijó en una figura que permanecía estática a la distancia.

Min Yoongi no se veía bien desde lo que había pasado hace unos días, era su amigo, pero no podía acercarse, sentía que eso solo le provocaría más daño a los que quería.

Siguió su camino, iba a encontrar a su hermano, debían ir juntos a casa para prepararse, Jin finamente les iba a presentar a su nueva pareja.

Se sentía feliz por eso, su omma merecía ser feliz, más que cualquier otra persona, después del desastre que tuvo por padre no pensó que se interesaría por alguien románticamente de nuevo, pero la vida da muchas vueltas.

Jin no era alguien que se dejara rodear por malas persona, aun más luego de que Ken lo dejara, se había vuelto alguien realmente cuidadoso.

Trataba de imaginar como sería el hombre que llamó la atención de él, pero nada venía  a su cabeza, solo alguien con una gran paciencia.

Ya podía ver a su hermano por lo que apresuró su paso hacia él.

- Lamento tardar tuve unos... inconvenientes en el camino - la mueca que hizo al decir aquello, hizo que Jimin entendiera rápidamente a lo que se refería.

Sabía que era un tema sensible para su hermano, así que no le diría nada.

- No te preocupes, ahora vamos, que apuesto que omma estará en su punto máximo de nerviosismo, quien sea que sea su novio tiene mis respetos - Jungkook le dio un codazo juguetón.

- Le diré a omma lo que dijiste - como todo chico maduro de su edad haría se puso a correr dejando atrás a su hermano mayor.

- Este niño - trató de alcanzarlo pero no era lo suficientemente rápido para lograrlo, solo estaba consiguiendo que su respiración se agitara y que pequeñas gotas de sudor comenzaran a recorrer su rostro.

- ¿Qué sucede hyung? ¿Acaso es la edad que hace que te canses más pronto de lo normal? - la sonrisa de Jungkook era inocente, pero él era todo lo contrario a esas palabras en especifico.

- Ya no hay respeto por los mayores, omma no te educó de esa manera - dijo haciéndose el ofendido.

- Es mejor que nos apresuremos - entre juegos y risas llegaron a su hogar.

El mundo podía estar derrumbándose a su al rededor pero mientras estuvieran juntos todo iba a salir muy bien.

Después de  unos minutos llegaron a su destino, encontrándose todo pulcramente limpio y ordenado, como ya lo esperaban Jin estaba yendo de un lado a otro sin detenerse un segundo.

- Vayan a alistarse que nuestros invitados están por llegar - ambos hermanos compartieron una mirada de confusión.

- ¿Invitados? Creí que solo conoceríamos a tu novio - una risa nerviosa se escucho en la habitación, proveniente del mayor de los tres.

- Es que él vendrá con su hijo, jamás lo he visto pero por lo que me a contado se que tiene la misma edad que ustedes, incluso creo que estudia en su misma universidad, quien sabe, incluso podrían conocerlo - aun no muy convencidos asintieron y cada uno se fue a su habitación.

Al entrar en la suya Jungkook vio un conjunto de ropa ya arreglado tendido sobre su cama, negó con la cabeza y rodó los ojos.

Ni siquiera sabía por qué le había tomado de sorpresa el echo de que Jin lo hubiese arreglado también.

Se puso la camisa y los pantalones que allí estaban.

Se miró en el espejo e hizo una mueca, comprendía que era una ocasión especial, pero era ropa demasiado formal.

Miró la hora y decidió bajar, lo más probable era que su omma necesitara ayuda en algo.

Al abrir la puerta se encontró con su hermano, era obvio que Jin también había preparado la ropa para él.

¿Cómo lo sabían?

Estaban vestidos exactamente iguales.

 Solo se restaron a analizarse con la mirada mientras el mismo pensamiento cruzaba ambas mentes.

"Es obvio que a mi se me ve mejor"

Al llegar a la sala ya todo estaba listo y por la manera en que Seokjin veía el reloj con impaciencia supieron que sus invitados ya estaban por llegar.

El mayor se levantó de un salto al escuchar la puerta ser tocada.

Ambos hermanos se quedaron viendo atentamente en dirección a la puerta abriéndose.

Ambos abrieron mucho sus ojos y boca al reconocer ambas figuras tras el marco de madera.

¿Qué hacia el padre de Kim Taehyung allí?

O una mejor pregunta aun.

¿Qué hacia Kim Taehyung en su casa?

Volver a amar | VKOOK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora