Capítulo 2

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6 meses antes

¡Perfecto, eso es todo chicos! Vayan a casa gritaba Marcelo.

Dios, que cansada que estoy. Me urge un baño caliente y un mate.

Andá a casa renacuaja, que mañana es el gran día. —Me decía Julia mientras nos levantábamos del piso.

¿Estás nerviosa?

No, ¿vos? asentí tímida— Tranquila, saldrá bien. Lo estás haciendo perfecto. Recordá todo lo que te dije.

Me tomó de la mano mientras me sonreía y nos fuimos hacia el camarín.

¿Cómo te sentís? —Se sentó en el pequeño sofá.

Bien.

¿Segura? Mirá que podés contarme todo eh... estaba en el baño quitándome el vestuario y la escuchaba desde ahí.

Como puedo... salí con mis deportivos y me hice una colita bajaTrato de distraerme.

Entiendo. ¿Has hablado con él? ¿Te ha llamado?

Sí pero no le atiendo. No quiero hablar con él.

Pero necesitás hablar para...

No la interrumpí No puedo. Julia, me lastimó mucho, nunca me lo imaginé de él pero no lo puedo perdonar así de un día para el otro.

Me senté junto a ella mientras me aguantaba las lágrimas una vez más.

No es de un día para el otro, ya pasaron casi tres semanas, mi niña. Tenés que escuchar que tiene para decirte, ha venido todos estos días para verte y vos lo ignorás, para mí tiene alguna explicación.

¿Una explicación del porqué mierda no me quiso creer cuando le había dicho la verdad? Honestamente no sé que explicación tendría no creerle a tu novia—. bufé — Si es que a eso le llamás novia.

Entiendo totalmente como te sentís, yo también he pasado por situaciones que no me creen cuando todo lo que hacés es decir la verdad, pero para lo que pude presenciar y lo que vos me contabas, el chico te quiere y mucho. Para mí fue todo un conjunto de emociones ese día y...

No hay justificación, perdonáme Julia, te juro no soy rencorosa pero una vez que traicionás mi confianza, no hay marcha atrás. No hay nada que justifique el cómo me habló y cómo se expresó de mí... no hay —. Desvié mi mirada hacia mis manos para controlar el llanto. Julia me tomó del mentón con una media sonrisa.

Perdoná. Perdonálo y seguís con tu vida. Porque aunque no sos rencorosa, tenés ahí adentro Me señaló el corazón—, mucho enfado, miedo, tristeza y también amor. Liberálo y ponéle fin.

Me hablaba mirándome a los ojos, hacía eso cada vez que su intención era captar mi atención y que entendiera no sólo la palabra sino el significado detrás de todo. Esta vez lo podía ver tan claro como el agua pero no tenía esa capacidad y valor de aceptar lo que quería, lo que merecía y lo que tenía que hacer.

No olvides que el amor está ahí todavía. Vos tenés la última palabra y única decisión si lo tomás o lo dejás ir... Pero decidí sabiamente.  me acarició la mejilla sonriéndome y le regresé la sonrisa a medias.

Después de la charla emotiva con Julia, regresé a casa y me hice de cenar mientras miraba vuelos en mi computadora. Había decidido darle la sorpresa a mi hermano de visitarlo para Navidad y Año nuevo. Llevábamos más de cinco años sin vernos y aunque era raro que habláramos, tenía ganas de verlo. Me di un baño con agua caliente mientras disfrutaba de la música que había puesto y me tomé mi medicina para controlar la ansiedad que manejaba los últimos días, mañana era el estreno de la obra y estaba algo ansiosa, me tomé un té y me fui a dormir.

A Mi Manera 2Where stories live. Discover now