Capítulo 32

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Me despertó el hambre al rededor de las dos de la tarde. Peter estaba boca abajo y totalmente dormido, así que me levanté con cuidado para no despertarlo y me di una ducha refrescante. Me vestí con un bikini y encima un vestido blanco de playa, me hice una colita y me enchiné las pestañas para ponerles un poco de rímel a prueba de agua.
Cuando salí del baño, Peter estaba estirándose cuál oso aún sobre la cama y me miró con sus ojos chinitos.

—Buen día, esposa —dijo con la voz ronca y caminé hacia él.

—Buen día, marido —Le di un beso rápido en los labios y después abrí las cortinas para dejar que la luz invadiera la hermosa habitación—. Me escribió Rochi y Úrsula, que están en las camas de playa con tus viejos y los nenes con todos los demás. —Le conté.

—Buenísimo, me doy una ducha y vamos. ¿O querés adelantarte? —Le sonreí enseñando los dientes y rió— Andá a ver a tu nene.

—Te amo. —Le di un beso rápido y reí mientras tomaba mis cosas y salía de la habitación emocionada de ver a mi hijo.

Bajé los dos pisos por las escaleras y los vi al final de la playa. El Chino estaba untándole crema de sol a Úrsula que estaba de pie junto a la reposera y Rochi junto a Claudia con los dos nietos en la arena mientras hacían figuras con sus manos.

—Buen día, solcito —soltó Úrsula mientras se levantaba los lentes del sol.

—Hola, ¿cómo están todos? —puse mi bolso en otra reposera— Hola, mi amor hermoso. —cargué a Thiago desde la arena y lo llené de besos por toda la cara haciéndolo reír.

Claudia nos preguntó cómo había ido la fiesta y le contamos que increíble hasta que quedamos para ver el amanecer. Ella me contó que Thiago había estado muy tranquilo y que durmió toda la noche. Peter bajó a los minutos con su traje de baño y sus lentes de sol puestos y saludó a todos. Un rato después, el servicio del hotel nos ofreció un menú pequeño donde podíamos elegir entre varias opciones para almorzar. Pedimos entre todos guacamole, ceviches de pescado y pulpo, papas a la francesa y un par de cervezas como micheladas.
Estuvimos el resto del día disfrutando de la playa y el buen clima que hacía, refrescándonos en el mar. Era la primera vez de Thiago estando en la playa, así que lo estuvo disfrutando más que todos nosotros y jugando sin parar en la arena con su primo Mati que le enseñaba a usar la cubeta y la pala para hacer castillos de arena.

Tres días después de la boda, los papás de Peter, Cande, Andrés, Matias y su novia, viajaron de vuelta a Argentina por cuestión de trabajo. Quedábamos el Chino, Úrsula y nosotros dos con Thiago, por lo que el viaje fue un poco más ligero, ellos volaban de Cancún a Madrid para pasar las fiestas allá. El resto de los días visitamos otras playas en Tulum y las ruinas que teníamos cerca como la pirámide de Kobá.

De vuelta en Argentina, Peter tuvo una reunión para celebrar el estreno de su nueva serie ya terminada, Un gallo por Esculapio. Federico el otro director y él, organizaron en casa un asado con todos los del elenco donde la pasamos increíble entre todos. Yo tuve el tiempo de casi tres semanas para terminar mi participación en la dirección de la serie y una vez que cumplimos con todos nuestros compromisos y responsabilidades como padres, dejamos a Thiago con sus abuelos en Cariló para irnos de Luna de miel casi dos cuatro después de nuestra boda.

Habíamos elegido un viaje por Europa de quince días, en donde visitábamos la mayor parte de la Toscana que era mi sueño visitar. Pasamos por varios pueblos y lugares divinos que parecían sacado de cuentos de hadas. Todas las noches de Argentina, hablábamos por videollamada con Claudia y Thiago —que yo lo veía cada vez más grande— para contarles del viaje y después desearle las buenas noches. Por supuesto que este viaje lo hicimos nuestro haciendo el amor en cada lugar al que íbamos, disfrutamos de cada copa de vino que probábamos en las cavas famosas de por ahí y comiendo el mejor helado del mundo en cada esquina que veíamos. Estábamos a inicios de Abril y eso hacía que el calor se manifestara en todo Italia que nos hizo cambiar un poco de rumbo hacia distintas playas para disfrutar del buen clima y mantener el poco color que habíamos agarrado desde nuestra boda.

A Mi Manera 2Where stories live. Discover now