A Mi Manera 2

Capítulo 11

Era fin de semana y me habían invitado por primera vez a la gala de la revista Gente. Invité a Cande pero me había dicho que salía con Andrés, así que opté por invitar a Zoe. Claramente se volvió loca porque nunca había ido a algún tipo de evento social así de grande y como si fuera poco, también me costaba acostumbrarme.

Nos arreglamos las dos en mi loft, ella iba con un vestido de lentejuelas doradas que le quedaba impecable y mi personal stylist, Maru, me eligió un body de Nantolin negro con accesorios de la marca que comenzaba a interesarse en vestirme, Gabriella Capucci. Me hice unas ondas al natural, al igual que el maquillaje pero resaltando un poco mis ojos.

Tomamos un taxi hacia el Hipódromo de San Isidro donde era el evento, llegamos y había un montón de actores, actrices, locutores, conductores, todo tipo de celebridades y gente de la farándula. Nos recibieron con champán de mis favoritos y nos acercamos a mis ex compañeros de la obra Las Brujas de Salem que estaban sentados en una sala lounge. Les presenté a Zoe y nos quedamos charlando un par de minutos hasta que nos dio hambre y nos acercamos a la mesa de catering. Estábamos esperando a que dieran la bienvenida y nos invitaron a pasar a la pequeña alfombra roja para tomarnos algunas fotografías hasta que pusieron música para ambientar un poco el lugar.

Durante la noche, se me acercaban una cantidad de personas para felicitarme sobre el increíble trabajo en la obra, el premio, mi carrera, todo en general, tanto que me hacía sentir muy bien que la gente empezara a reconocer mi trabajo. Zoe y yo bailamos hasta cansarnos y necesitábamos descansar un poco los pies y tomar algo, así que nos sentamos en una de las mesas altas que estaban frente a bar, pedimos algo y nos quedamos charlando con un par de colegas de la película que nos habíamos encontrado un rato después.

—Che, qué calor, eh. —dije soltando una ráfaga de aire por la boca.

—Qué increíble fiesta, está todo genial. —Zoe miraba hacia todos lados emocionada— Nunca me hubiera imaginado venir a una cosa de estas, encima la cantidad de chicos lindos que hay. Yo no sé que hacés aquí hablando conmigo cuando hay un montón que mueren por hablarte. —solté una risita mientras le daba un trago a mi champán.

—Estás loca. Pero sí, es cierto. Hay un montón de hombres que al parecer, mi instinto de mujer me dice que quieren acercarse a vos y no a mí. —La miré alzando mis cejas—.  A vos no te conocen, no saben quién sos, encima lo linda que estás, boluda. Llevamos más de una hora bailando y sudando y seguís perfecta, ¿ya te miraste en el espejo?

—Ay pará, que mentira. Nada que ver.

—De verdad te lo digo, Zoe. Estás muy diosa con ese vestido, andá a hablar con ese chico que está al lado de la pista que no te aparta la mirada. —Le señalé con la cabeza a un chico de más o menos su edad, un toque más grande que estaba totalmente guapo y encantado por la belleza de Zoe a unos metros de nosotras.

Zoe lo miró para después de dos segundos sonreírle y arrepentirse de una apartando la mirada de él.

—¡Boluda! Está bastante lindo pero no, no da que vaya. —susurró apresurada.

—Ay, Zoe. Re da, andá. Vos también te morís por hablarle. —Su cara de confusión cambió de un segundo a otro, cuando apareció una sonrisa en su cara y miró detrás mío.

—¿Sabés qué? —Se levantó de la silla como resorte— Tenés razón, voy a ir.

—Wow, sos fácil de convencer.

—Totalmente, ahora vuelvo y... vos disfrutá de la fiesta —Lo dijo precipitadamente y me guiñó el ojo para después irse hacia donde estaba el chabón.

—Que rara que es —susurré.

Miré todo el transcurso del acercamiento al pibe que podía notar el brillo y alegría en sus ojos al momento de ver a Zoe caminar hacia él. Eso hizo que yo también sonriera recordando melancólicamente el amor joven hasta que interrumpieron mis pensamientos.